Una de las apuestas más “nacionales” del programa extraordinario de conmemoración del Bicentenario del Museo Nacional del Prado es el proyecto “De gira por España” que llega a la Comunidad Autónoma de Aragón, con el préstamo de Venus recreándose con el Amor y la Música, una obra de Tiziano que habitualmente se expone en la sala 44 del edificio Villanueva. Esta obra permanecerá expuesta en el Museo de Teruel hasta el 24 de noviembre.
Cuando se cumple el Bicentenario del Museo Nacional del Prado, cuya apertura tuvo lugar el 19 de noviembre de 1819, el museo conmemora su fundación “reflexionando sobre su historia pero con la vista puesta en el futuro”; y lo hace con un programa muy amplio y diverso.
Entre las múltiples actividades proyectadas se encuentra la exposición “De gira por España”: durante un mes algunas pinturas de especial relevancia de la colección del Museo del Prado dejarán su espacio habitual y podrán verse en diferentes museos del territorio español, uno por cada comunidad y ciudad autónoma (excepto Madrid).
En el Museo de Teruel se podrá contemplar, hasta el próximo 24 de noviembre, Venus recreándose con el Amor y la Música, obra de Tiziano, el primer pintor veneciano que alcanzó en vida reconocimiento europeo. Esta obra, procedente de la colección real, ingresó en el Museo del Prado en 1838.
Cinco pinturas de Tiziano están dedicadas a Venus y la música. Esas cinco variaciones sobre una misma idea no se realizaron para un cliente único ni fueron concebidas para exhibirse conjuntamente. Ambientadas en una villa, muestran a Venus recostada ante un gran ventanal. A sus pies, un organista -versiones del Museo del Prado y del Staatliche Mussen de Berlín- o un tañedor de laúd -Metropolitan Museum de Nueva York y Fitzwilliam Museum de Cambridge-, toca su instrumento mientras contempla la desnudez de la diosa, que rehúye su mirada, distraída por la presencia de un perro o de Cupido. Por su tipología, estas pinturas constituyen la última etapa en el desarrollo de un subgénero de Tiziano: el del desnudo tumbado femenino, iniciado con la Venus dormida (Dresde, Gemäldegalerie) y continuado en la Venus de Urbino (Florencia, Galleria degli Uffizi). El artista retomaba el tema de la reunión de músicos y mujeres desnudas en un espacio abierto, abordado ya al inicio de su carrera en el Concierto campestre (París, Musée du Louvre).
Las pinturas de Venus y la música han sido objeto de interpretaciones diversas. Si para algunos historiadores son obras manifiestamente eróticas carentes de un significado más profundo, otros les otorgan un alto valor simbólico, interpretándolas como alegorías de los sentidos desde una perspectiva neoplatónica, entendiendo la vista y el oído como instrumentos de conocimiento de la belleza y la armonía, tal como los definiera Mario Equicola en su Libro di natura d`amore (Venecia, 1526). Es inadecuado otorgar a todas las versiones idéntico significado sin tener en cuenta la lógica comercial y las circunstancias particulares de cada una de ellas. La primera versión sería una de las dos conservadas en el Museo del Prado (P420), la única en la que se individualizan los rostros de ambos personajes, mientras en las restantes, Venus presenta unos rasgos estereotipados presentes en otras figuras femeninas de Tiziano. En esa primera versión la mujer exhibe el anillo matrimonial en la mano derecha y carece de elementos iconográficos que la identifiquen con Venus, siendo la única a la que no acompaña Cupido. Las figuras que pueblan el jardín -excepcional en Tiziano y probable metáfora del matrimonio bien avenido, tendrían en este contexto un significado relacionado con la unión conyugal: el perro aludiría a la felicidad, el asno al amor eterno y el pavo a la fecundidad.
Para Venus recreándose en el Amor y la Música Tiziano se basó en la versión anterior, cuya composición fue trasladada al lienzo silueteando tanto las figuras principales como los elementos ambientales: órgano, cortinaje, arboleda, fuente, animales y la pareja que pasea por el jardín, pero incluyendo pequeñas modificaciones destinadas a despersonalizar la composición original y otorgarle mayor proyección comercial. El cambio más importante fue la sustitución del perro por Cupido, que identifica a la mujer con Venus, lo que obligó a modificar la parte superior del cuerpo de la diosa y la posición de su cabeza y mano izquierda. De menor alcance fueron los cambios en el músico -limitados al rostro-, el paisaje y la disposición de los pliegues del cortinaje y la manta de terciopelo sobre la que yace Venus.
El cuadro de Venus recreándose en el Amor y la Música aparece citado por primera vez en 1626, cuando Cassiano del Pozzo lo contempló en el cuarto bajo de verano del Alcázar de Madrid. Procedente de la colección real, ingresó en el Museo del Prado en 1838.
“De gira por España”
Hasta la clausura de la celebración de sus 200 años de historia en noviembre de este año, el Museo del Prado cederá en préstamo 12 obras de especial relevancia a distintas instituciones de toda la geografía española. Todas las comunidades autónomas, excepto Madrid, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla recibirán uno de los lienzos seleccionados -obras maestras de Tiziano, el Greco, Velázquez, Zurbarán, Murillo o Goya, entre otros- durante un período aproximado de un mes.
Calendario
Museo de Teruel
Teruel: 30 de octubre/ 24 de noviembre 2019
Venus recreándose con el Amor y la Música, Tiziano
Museo Casa Natal de Jovellanos
Gijón: 8 de noviembre / 08 de diciembre 2019
Gaspar Melchor de Jovellanos, Goya
Foto: Venus recreándose con el Amor y la Música de Tiziano
Hacia 1555. Óleo sobre lienzo, 150,2 x 218,2 cm.