La Diputación de Lugo celebra la Navidad en el Museo cediendo un árbol de 7 metros de altura y 1.000 kg que estará colocado delante de la Puerta de Goya hasta el 10 de enero, fecha en la que regresará a su tierra de origen para ser replantado en un lugar emblemático de la provincia.
El Museo del Prado pretende perpetuar esta iniciativa de colaboración institucional en las sucesivas celebraciones navideñas para promocionar la riqueza natural y patrimonial de cada provincia del territorio español.
La decoración del abeto, a cargo del artista Guille García Hoz, busca revitalizar la artesanía tradicional de la cerámica.
El Presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé Roca, la Diputada provincial de Promoción del Territorio y Turismo, Pilar García Porto y la directora adjunta de Administración del Museo Nacional del Prado, Marina Chinchilla, han presentado el abeto de Navidad que decorará la Puerta de Goya durante el período festivo. El acto ha contado igualmente con la asistencia de la Consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz.
Este abeto, que tiene 7 metros de altura y pesa 1.000 kilos, ha sido traslado desde Lugo hasta Madrid, donde permanecerá hasta el 10 de enero. Junto al árbol hay una cartela de presentación que muestra la siguiente leyenda: Mis raíces son de Lugo. “No es un árbol cualquiera, ha crecido en Lugo y como tal, es un ejemplo y embajador de nuestra provincia”, ha subrayado el Presidente.
Una provincia rica en diversidad
El Presidente de la Diputación recordó que Lugo es “la provincia más extensa de Galicia y también la más rica en diversidad, desde la costa mariñana, a las llanuras de A Terra Chá, pasando por la capital lucense con su Muralla romana, subiendo a las montañas de Cervantes y O Courel reconocidas como Geoparque, para terminar en el Val de Lemos que abraza el río Miño y el Río Sil para conformar la Ribeira Sacra, con su viticultura heroica”, y destacó además que la provincia lucense es la única de España en la que más del 55% de su territorio está declarado Reserva de la Biosfera, una distinción que se verá ampliada con el reconocimiento al que aspira la Ribeira Sacra, que también engrosará la lista de patrimonios de la humanidad de Lugo, de la que hoy forman parte 6 bienes reconocidos por la UNESCO: la Muralla de Lugo, las catedrales de Mondoñedo y Lugo, y los Caminos de Santiago Francés, Primitivo y del Norte.
Colaboración cultural
El Museo del Prado comenzó su política de depósitos en la Diputación de Lugo en 1887 con 6 pinturas de autores del siglo XIX que se encuentran colgadas en el Palacio Provincial.
Posteriormente, a partir de 1932, la presencia del Prado se ha incrementado con 30 depósitos en el Museo de Lugo, que se reunieron en 2011 en una exposición “Museo do Prado. Os depósitos no Museo Provincial de Lugo” para la que editó un catálogo y se organizó un extenso programa de actividades con visitas guiadas y conferencias.
Una nueva tradición
La navidad es una época de tradiciones y el Museo Nacional del Prado quiere instaurar una nueva práctica cargada de simbolismo, que responde a su vocación social y cultural. Así, en los próximos años, el Museo colaborará con aquellas administraciones locales, provinciales o autonómicas del territorio nacional que deseen utilizar la cesión temporal de un árbol de navidad a la institución como reclamo para dar visibilidad a su riqueza patrimonial desde un escenario como la Puerta de Goya del edificio Villanueva, en el corazón de la capital madrileña.
Una tradición que implicará un viaje de ida y vuelta, puesto que se pretende que siempre culmine con el retorno del árbol del Museo del Prado a su tierra natal, donde deberá ser replantado. En el caso de esta primera edición, será la Diputación de Lugo la que confirme el lugar donde finalmente arraigará el ejemplar exhibido en el Museo.
Decoración
En esta ocasión, el Museo ha contado con el artista Guille García Hoz para la decoración del árbol, cuya labor se vincula desde hace años a la revisión y recuperación de los oficios artesanales, como la cerámica: “En un mundo cada vez más digital, nuestra apuesta, además de ser humana y sostenible, pone en valor oficios antiguos esperando que seamos capaces de darnos cuenta de que también forman parte de nuestro legado cultural”.
El artista ha querido manifestar el orgullo que siente por la implicación del Museo del Prado en la transmisión de este mensaje, deseando que con la artesanía suceda algo parecido al recorrido del propio árbol: “que nos lleve de vuelta a dónde venimos y que este viaje marque en todos un sello imborrable”.
Entre tanto, estos días más de un centenar de golondrinas y ardillas realizadas en cerámica trepan hacia la copa del árbol del Museo, coronada por un corazón que ha sido producido en el Centro Cerámico de Talavera.
Foto: Marina Chinchilla, Directora Adjunta de Administración del Museo Nacional del Prado; José Tomé, Presidente de la Diputación de Lugo y Guille García Hoz, artista responsable de la decoración del árbol, junto al resto de asistentes a la presentación. Foto © Museo Nacional del Prado.
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