¿Cómo afrontarán las ciudades, los barrios, los hogares los retos que nos plantea la sociedad del futuro? ¿Y cómo repercutirán en el día a día de las personas? Esta es la pregunta a la que pretende dar respuesta IKEA a través de la exposición ‘El hogar del mañana. ¿Cómo viviremos en 2030?’, que se exhibe en el Palacio de Santa Bárbara (Hortaleza, 87, Madrid) del 7 al 11 de febrero 2020, con motivo del Madrid Design Festival. Acceso gratuito hasta completar aforo y se puede visitar de 11:00 a 20:00 horas.
La exposición «El hogar del mañana. ¿Cómo viviremos en 2030?” organizada por IKEA España cuenta con los comisarios Linarejos Moreno, profesora del Departamento de Pintura y Conservación-Restauración de la Facultad de Bellas Artes UCM y Enrique Encabo, profesor de la UPM. La muestra reúne soluciones en las que IKEA, el laboratorio internacional de investigación de IKEA SPACE10, e Ikano Bostad, la inmobiliaria creada por Ingvar Kamprad, también fundador de la multinacional sueca, ya están trabajando en materia de población, tecnología y sociedad, y que pasan por el autocultivo, los espacios compartidos, el suprarreciclaje o los sistemas de energía descentralizados.
No se trata solo de un planteamiento teórico, sino que IKEA pretende ser agente de cambio en un escenario que parece propicio, ya que el 40% de las áreas que serán urbanas en 2030 todavía no se han planteado y, por tanto, se puede actuar sobre ellas. «Queremos ahondar en lo que serán los hogares del futuro; un hogar que se concibe más allá de las estructuras de una casa tradicional y que abarca barrio, vecinos y servicios, entre otros», comenta Evamaria Rönnegård, líder de desarrollo en Inter IKEA Systems.
Un concepto expositivo de Luis Úrculo
La exposición ha sido diseñada por el artista madrileño Luís Úrculo y se vertebra a lo largo del jardín y seis de las salas del palacio isabelino como si de un viaje en el tiempo se tratase: la primera planta corresponde a 2020 y, a través de la escalera que simboliza dicho viaje, se accede a la segunda planta que corresponde a 2030. En ambas hay diferentes instalaciones artísticas para expresar desafíos y soluciones dentro de cada una de las grandes temáticas en las que se ha dividido la muestra: población, tecnología y sociedad.
A través de diferentes soportes, en 2020 se presentan algunas estimaciones de organismos como la ONU, el INE, etc. para relatar qué retos debemos afrontar en la próxima década. Mientras, en la planta superior se reflejan los proyectos y soluciones que imaginan IKEA y sus colaboradores para 2030 a la hora de reconfigurar los espacios urbanos, solventar la masificación de las ciudades, la falta de recursos naturales o el cambio climático, entre otros retos.
«Esta correlación vertical entre los dos niveles se traslada también al espacio físico mediante recursos diferenciados. Por ejemplo, abajo prescindimos de luz natural en las instalaciones para favorecer un ambiente reflexivo, mientras que arriba la luz baña los espacios para que inviten a la interactuación con el futuro y los elementos que allí nos esperan», añade Luis Úrculo.
Población, adiós al individualismo
Las proyecciones demográficas estiman en los próximos años un crecimiento importante de la población en las grandes urbes, además de un envejecimiento de esta, falta de recursos naturales y precios de vivienda impredecibles. Por otra parte, las personas que viven en entornos urbanos, aunque están más conectadas que nunca, cada vez se sienten más solas, ansiosas y estresadas.
IKEA como experta en el hogar, se ha propuesto explorar de la mano de su laboratorio de investigación SPACE10 y de la inmobiliaria Ikano Bostad la forma en la que se pueden diseñar los hogares y los barrios para mejorar la vida diaria de las personas en las ciudades del futuro. Para ello ha desarrollado dos proyectos basados en los beneficios de vivir en comunidades que proporcionan a las personas una sensación de pertenencia, a la vez que les dan acceso a servicios como guarderías, huertos urbanos, gimnasio, transporte o venta minorista.
El proyecto BETTER LIVING, desarrollado por Ikano Bostad, parte de la idea de que el 40% de los urbanitas consideran su barrio como su hogar y propone replantear las fronteras entre espacios privados, compartidos y públicos, potenciando los vecindarios como lugares de reunión funcionales y significativos. También presenta un proyecto con tres tipos de apartamentos flexibles que dan respuesta a casi todas las situaciones vitales, y cuyos espacios pueden modificarse (variarse, ampliarse o reducirse) a medida que estas cambien.
Por su parte, el proyecto desarrollado por SPACE10 denominado URBAN VILLAGE tiene como objetivo dar acceso a viviendas más asequibles en el mercado, permitir que sea más fácil vivir de una manera sostenible y ofrecer soluciones más atractivas para compartir espacios. Para ello propone soluciones como comunidades intergeneracionales de vida compartida, una plataforma digital para poder acceder a suscripciones, servicios e instalaciones o un sistema de construcción modular, donde los componentes y materiales de construcción pueden desmontarse y reemplazarse, reutilizarse y reciclarse durante la vida útil del edificio. Además, con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda, este proyecto presenta nuevos modelos basados en suscripción que ofrecen la oportunidad de ganar capital en el lugar donde se vive.
Junto a esto, la optimización del espacio vital se torna como una necesidad de primer orden en ciudades masificadas. IKEA ya está trabajando en muebles robotizados altamente funcionales y flexibles junto a la start-up americana Ori, fundada por el español Hasier Larrea. La esencia de ROGNAN es tener un mueble «dos en uno» que multiplica el espacio, transformándolo de salón, en dormitorio y de dormitorio a lugar de trabajo con tan solo apretar un botón.
Sostenibilidad: producir y cultivar para conservar el planeta
Cada vez más, los hogares se consideran un espacio esencial dentro del balance energético. Por eso, tenemos que replantearnos el modo en que nos alimentamos y llevar estilos de vida más sostenibles para combatir el cambio climático. IKEA plantea el cultivo en el hogar como una de las respuestas a este reto.
The Growroom es un huerto vertical de varios niveles que ha desarrollado SPACE10 y que puede construir fácilmente cada comunidad porque sus instrucciones se pueden descargar gratis en Internet. Esta esfera es, además, una de las instalaciones más atractivas de la exposición, que ocupa gran parte del jardín del palacio.
El resto de soluciones de esta área se exponen en una habitación-jungla en la parte central y superior del Palacio de Santa Bárbara en la que sobrevuelan libremente pájaros diamante mandarín y diamante de Gould. Entre ellas, un proyecto de macetas modulares diseñado por Tom Dixon y un libro de recetas desarrollado por el equipo de SPACE10 que, tras tres años de investigación, aglutina los ingredientes alternativos y las innovaciones tecnológicas que coexistirán en nuestra cocina de 2030: espirulina, algas y proteína de larvas, entre otras propuestas.
Tecnología, nuevos procesos más eficientes
La exposición también aborda proyectos que buscan solucionar el problema de la generación y consumo de energía en el hogar más allá de la red eléctrica tradicional. Solarville es un planteamiento innovador de SPACE10 que utiliza paneles solares y tecnología bockchain para que los hogares generen de forma autosuficiente su propia energía renovable. Esto además permite que cualquier exceso de electricidad generado puede ser comprado por otros hogares de la comunidad.
Con esta misma visión, IKEA de la mano de Little Sun, un proyecto social desarrollado por el artista Olafur Eliasson, está explorando nuevas formas de capturar la energía solar a través del diseño. Soluciones de energía solar portátil para llevar la energía a cualquier lugar y que puede ser la respuesta a los millones de personas en el mundo que no tienen acceso a la electricidad. Este proyecto se complementa también con los paneles solares domésticos HOME SOLAR que la compañía ya ofrece en otros mercados y que llegará a España en el último trimestre del año.
La tecnología también evolucionará hacia un desarrollo de procesos más eficientes y sostenibles, por ejemplo, a través de la reutilización de residuos. Muchos de los materiales que utilicemos en 2030 estarán fabricados a partir de deshechos, como la colección MUSSELBLOMMA, diseñada por Inma Bermúdez y elaborada con plásticos reciclados recogidos en el Mediterráneo por pescadores españoles.
Estas son solo algunas pinceladas de las soluciones que podremos encontrar en un futuro no tan lejano. La exposición ‘El hogar del mañana. ¿Cómo viviremos en 2030?’, es de acceso gratuito hasta completar aforo y se puede visitar de 11:00 a 20:00 horas en el Palacio de Santa Bárbara del 7 al 11 de febrero.