Un gallo sacrificado yace atado de patas sobre una mesa. Tiene enfrente un cuchillo y un cuenco vacío. Los tres objetos que ocupan la mitad superior de la tela reposan como elementos de un sacrificio sobre el altar. Las patas de la mesa y el cajón abierto parecen acercarse y alejarse simultáneamente a la manera cubista. Picasso realiza esta obra en el año 1947, en una Europa convulsionada por años de conflicto. Sigue leyendo más sobre esta obra en el Museo Picasso Málaga