El Museo Reina Sofía recupera 2.000 m² como espacio expositivo

Arrancan los trabajos de adecuación para recuperar espacio expositivo en el Museo Reina Sofía, gracias a la ayuda del 1,5% cultural concedida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El edificio Sabatini recobra un ala completa, hasta ahora dedicada a almacenes y oficios, para mostrar las obras más recientes de la Colección y una sección dedicada a Arquitectura.

El proyecto tiene un coste global de 1.758.864 euros (impuestos incluidos). De esa cantidad hay que detraer el 1,5% cultural aportado por el Ministerio de Transporte Movilidad y Agenda Urbana, además de otros 439.000 euros, fruto del convenio de colaboración firmado por ese Departamento con el Museo.

Comienzan en el Museo Reina Sofía los primeros trabajos para abordar la reestructuración y acondicionamiento de una de las cuatro alas del edificio Sabatini, la orientada al sur y situada en la planta más baja, denominada AO, que, desde hace casi treinta años, ha estado ocupada por servicios privativos, como almacenes o talleres dedicados a distintos oficios.

Con esta acción se viene a recuperar un magnífico espacio de inigualable valor arquitectónico que ya entre 1986 y 1990, entonces como Centro de Arte Reina Sofía, acogió exposiciones temporales de enorme relevancia, como la emblemática Referencias: Un encuentro artístico en el tiempo, comisariada por Carmen Giménez, en 1986 o la dedicada a Jasper Johns o Henri Matisse, en 1988, así como a albergar las Obras maestras de la Colección Phillips de Washington, o de la Colección Beyeler.

Cuando después de la remodelación llevada a cabo por José Luis Íñiguez de Onzoño y Antonio Vázquez de Castro, el 31 de octubre de 1990 abre de nuevo sus puertas el edificio, ya como Museo Reina Sofía, el privilegiado espacio aún acogería importantes muestras: Tàpies. Extensiones de la realidad, en 1990, Carmen Laffón: Bodegones, figuras y Paisajes, y Richard Serra, estas dos últimas ya en 1992.

Hoy, treinta años después, aquellos espacios recobrarán su finalidad y se verán reconvertidos, aplicando todas las condiciones técnicas más innovadoras, en espaciosas salas preparadas para acoger al público y a las obras más recientes de la Colección y un apartado especial dedicado a Arquitectura. La adecuación de estos espacios, que tiene prevista su finalización en febrero del próximo año, incrementará aproximadamente un 25% el número de obras de los fondos del Museo que podrán ser contempladas por el público a principios del 2021.

Como curiosidad, comentar que la esquina sureste del edificio Sabatini, el punto donde ahora va a comenzar la intervención, es el mismo en el que en el siglo XVIII se realizó el primer replanteo y en el que hace 300 años comenzaron las obras con el arranque de los primeros muros de sillería.

Con el 1,5% cultural
Para abordar esta remodelación se ha contado con la inestimable ayuda económica del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El 22 de diciembre de 2017 el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo, y el Museo Reina Sofía, suscribieron un convenio de colaboración para la integración de la Arquitectura dentro del discurso museográfico del Museo y la financiación parcial de los trabajos de redacción de proyectos, la dirección facultativa, así como de la ejecución de las obras necesarias para facilitar el espacio necesario a tal fin por parte de Fomento. Por otra parte, la ayuda concedida al Museo del 1,5% cultural se encuadra en la financiación de trabajos de conservación o enriquecimiento de bienes inmuebles del patrimonio histórico español.

El proyecto tiene un coste global de 1.758.864 euros (impuestos incluidos). De esa cantidad hay que detraer el 1,5% cultural aportado por el Ministerio de Transporte Movilidad y Agenda Urbana, además de otros 439.000 euros, fruto del convenio de colaboración firmado por ese Departamento con el Museo.

Completar el discurso de la Colección: Arte a partir de los noventa
Qué mejor ocasión que la celebración del 30 cumpleaños para aprovechando las nuevas salas, ver completado el discurso de la Colección del Museo Reina Sofía con la exhibición de la parte más contemporánea, a partir de los noventa y hasta la actualidad, en la que se lleva trabajando intensamente en los últimos años. Una época marcada en sus primeros años por aquello que el filósofo francés Jacques Ranciere denominó consenso forzado, por la crisis del 2008 y por la influencia definitiva del feminismo y del ecologismo en el arte de nuestros días. Los fondos contemporáneos del Reina Sofía son muy significativos y, hasta ahora, solo se han podido ver parcialmente en muestras de carácter temporal. Es el momento de ver reunidas obras que han ido poco a poco entrando a formar parte de los fondos, bien a través de compras o de donaciones.

En el nuevo recorrido estarán presentes artistas de dentro y fuera de España como Dora García, Asier Mendizabal, Hito Steyerl, Rosa Barba, Angela Melitopoulos, Chto Delat, Leonor Antunes, Marwan Rechmaoui, Cabello-Carceller, Miriam Cahn, Maja Bajevic, Azucena Veites, Ana Boghiguian, David Bestué o Henrik Olesen: con sus obras se crearán los relatos que sirvan para acercarnos a lo que está ocurriendo hoy.

El arte latinoamericano más reciente tendrá también un hueco en la presentación. Han sido numerosas las donaciones que ha recibido el Reina Sofía en los últimos años (la realizada por Jorge Pérez, la Colección Patricia Phelps de Cisneros, Helga de Alvear o Juan Carlos Verme); las nuevas salas van a permitir ver reunida la obra de Jonathas Yolanda Andrade, Daniela Ortiz, Sara Ramo, Patricia Esquivias o Juan Javier Salazar.

La presencia de la arquitectura: primordial en el arte moderno y contemporáneo
La arquitectura entra por la puerta grande en la Colección del Museo y va a ser uno de los pilares en la nueva presentación. Esta disciplina es esencial para entender el arte de los siglos XX y XXI y sin ella no se puede entender la cultura española. Cuando los nuevos espacios abran sus puertas, se va a poner a disposición del visitante material que le va a permitir establecer los vínculos entre las artes visuales y la ciudad: revistas especializadas, material fotográfico, maquetas, proyectos…

Pieza fundamental en el relato va a ser el legado del arquitecto catalán José Antonio Coderch (Barcelona 1913-Esposa, Girona, 1984). Su familia donó al Museo recientemente su archivo compuesto por proyectos, cartas, fotografías y maquetas; muchas de estas piezas podrán ahora verse junto a los archivos de García Paredes y Martín Domínguez.

También van a poder ser mostradas importantes fotografías de Fernando Figueras, como la unidad vecinal de absorción de Hortaleza en Madrid y la maqueta del hotel Las salinas en Lanzarote, así como algunos trabajos de Aizpurua-Labayen; materiales del arquitecto José Miguel de Prada Poole o de José Luis Iñiguez y Antonio Vázquez de Castro sobre el poblado dirigido de Caño Roto.

La adecuación a nuevas necesidades
La arquitectura juega un papel determinante en los aspectos sociales del Museo al garantizar no sólo la accesibilidad física, sino la accesibilidad social. La reordenación de espacios que ahora se acomete, responde a una actualización y adecuación a la nueva realidad, en la que el peso de la Colección va a cobrar mayor fuerza y en la que el Museo se va a adaptar a escenarios distintos y responder a las demandas y necesidades del público.

Por ello, el nuevo proyecto que verá la luz en unos meses ha puesto el foco en la experiencia física del visitante para garantizar su máximo confort, reduciendo al mínimo la incidencia en el Museo y en su entorno y reforzando a la vez la idea de museo como servicio público y de espacio para la participación, con una planificación del proyecto que va a permitir que desarrolle toda su diversidad funcional sin alteraciones.

Llevado a la práctica, la intervención va a regular de manera natural la circulación de los visitantes, haciéndola sencilla y racional. Al tiempo, se va a mejorar de manera notable la difícil conexión entre los edificios Sabatini, de finales del siglo XVIII, y Nouvel, de principios del siglo XXI, al crear un nuevo acceso directo entre un edificio y otro, quedando con ello garantizada la accesibilidad a estas salas sin necesidades de medios mecánicos.

Tras la finalización de las obras, el Museo tendrá 21 nuevas salas dedicadas a la Colección permanente y sumará 2.000 metros cuadrados construidos nuevos para zonas públicas con bienes culturales.

Una intervención en aras de la sostenibilidad
El Museo Reina Sofía lleva tiempo comprometido con el medioambiente, no solo a la hora de conservar el patrimonio, sino buscando concienciar y difundir hábitos sostenibles. Se han implantado sucesivas medidas encaminadas a reducir el consumo, incrementar el reciclaje y gestionar de manera adecuada los recursos, respetando en todo momento el entorno.

Prueba de ellos es la propia intervención, que apuesta por recuperar para el público un espacio histórico en un centro urbano consolidado, muy bien comunicado por transporte público en concordancia con los principales criterios de certificación energética.

Todos estos elementos se han puesto en valor a la hora de acometer el proyecto. La mínima intervención arquitectónica, el respeto absoluto a la memoria de los espacios del edificio Sabatini, o la armonización del gasto energético con el respeto al medio ambiente, son algunas de las premisas que van a estar presentes en el acondicionamiento de esta parte del Museo, siempre con el fin último de implementar la sostenibilidad y alcanzar los objetivos de la Agenda 2030, en la que está comprometido el Reina Sofía.

Entre las medidas adoptadas se encuentra la mejora del aislamiento térmico existente en los paramentos verticales, bajo los principios de la arquitectura bioclimática. Además, se van a instalar sistemas de climatización con grandes rendimientos.

Estas medidas van a reducir notablemente el consumo energético de las nuevas salas, que sumadas a las emprendidas recientemente por el Museo, van a permitir disminuir más de un millón de kw/h el consumo anual energético y evitar la emisión de 570 toneladas de C02. Con ello se consolida el compromiso del Museo que también ha reducido drásticamente el consumo de plásticos e implantado medidas para reducir un 30% su consumo de agua.

Datos de interés:
Museo Reina Sofía
Diseño del Proyecto y Dirección Facultativa: Juan Pablo Rodríguez Frade y Aurora Herrera Gómez
Empresas constructoras: Díaz cubero, s.a. & Ingenersa Meridional, s.a. unión temporal de empresas
Inicio: Junio 2020
Finalización: Febrero 2021

 

Redacción

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