La muestra presenta cinco obras adquiridas por el Estado con destino a la colección del Museo Nacional de Escultura. Juan de Mesa, Pedro de Mena, Luisa Roldán y Francisco Salzillo, nombres propios que refuerzan la presencia de dos escuelas fundamentales de la escultura barroca española en este museo: la andaluza y la levantina. La exposición se podrá visitar hasta el próximo 25 de octubre.
El Ministerio de Cultura y Deporte ha inaugurado en el Museo Nacional de Escultura (Valladolid) la exposición-cápsula ‘El museo crece. Sobre la adquisición de una obra de Pedro de Mena’.
El subdirector del Museo, Manuel Arias, y el conservador Miguel Ángel Marcos, han sido los encargados de presentar esta muestra que permanecerá abierta al público hasta el próximo 25 de octubre.
Nuevas obras, distintas miradas
El Museo Nacional de Escultura presenta una nueva propuesta para el Rincón Rojo, dedicado en esta ocasión a la exhibición de cinco esculturas recientemente adquiridas por el Estado para este museo.
Con estas distintas miradas el museo amplía y contextualiza parte de sus colecciones, amplía lagunas, y da mejor voz y mayor presencia a dos escuelas fundamentales de la escultura barroca española: la andaluza, con obras de tres de sus más altos exponentes —Juan de Mesa, Pedro de Mena y Luisa Roldana—, y la levantina —con una singular creación de Francisco Salzillo—.
Sobre la exposición
La presencia de una escultora y la discutida devoción sevillana por la Inmaculada son el hilo rojo que cose las obras aquí expuestas.
De un lado, se exhiben dos «grandes piezas a pequeña escala» de la que es la primera (y única) escultora representada en las colecciones de este centro: Luisa Roldán. Una figura de insólito recorrido vital y de enorme sensibilidad en el arte de la escultura, disciplina que desarrolló con gran excelencia (análoga a los mejores escultores de su época) y en una sociedad que no concedía espacio a la mujer más allá del estrecho ámbito del hogar y de la vida religiosa.
Parte de su producción estuvo orientada a la realización de pequeños grupos escultóricos modelados en barro y policromados con los que obtuvo notable éxito en los círculos cortesanos. No en vano, alcanzó por méritos propios el puesto de escultora de cámara de Carlos II y de Felipe V. Ejemplo de ello son las dos piezas aquí expuestas: el grupo de la Virgen con el Niño y san Juan Bautista, que actualiza en clave intimista un tema bien conocido por las interpretaciones renacentistas de las Sagradas Familias de Rafael, y renovadas en el barroco gracias a la versiones de Rubens o Murillo; y un pequeño relieve sin policromar que muestra a una de las patronas madrileñas, la Virgen de Atocha, y que constituye toda una novedad en su actividad.
El segundo núcleo de la muestra gira en torno a una polémica teológica reavivada en la España de la Contrarreforma: el inédito protagonismo en la religiosidad popular de la Virgen María como modelo de mujer perfecta, pulcra, inmaculada. Este dogma, elevado por Felipe III a categoría de Estado, encontró en el arte un arma propagandística y emotiva crucial. Del éxito de esta representación dan cuenta tres magníficas esculturas realizadas en tres momentos y tres lugares del Sur: la Sevilla de comienzo del Siglo de Oro (y la obra de Juan de Mesa), la Málaga de finales del siglo XVII (con la producción de Pedro de Mena) y la Murcia dieciochesca (con la singular creación de Francisco Salzillo).
Sobre la adquisición
Tres de las obras corresponden a las compras realizadas en 2019 por el Estado para el Museo Nacional de Escultura, y procedentes del mercado del arte: la Virgen con el Niño de Luisa Roldán, y las Inmaculadas de Juan de Mesa y Pedro de Mena. Las dos restantes, la Inmaculada de Salzillo y el relieve de La Roldana, fueron adquiridas en los años 2015 y 2017 respectivamente.
En este sentido, el importante esfuerzo realizado por las administraciones públicas resulta esencial para los museos. No solo contribuye a la ampliación de sus fondos, sino que permite su apertura a artistas, géneros y materiales escasamente representados, al tiempo que demuestra que la colección estable de estas instituciones, su «caja negra», está siempre por hacerse.
¿Qué criterios definen la política de incremento de fondos del Museo Nacional de Escultura? ¿Cuáles son los principales criterios y formas de adquisición de obras por parte del Estado, y los recursos jurídicos y administrativos empleados en su compra? ¿Qué se esconde detrás de los circuitos comerciales? Estas son las líneas de debate de la mesa redonda El museo sin fin. Tendrá lugar en el mes de septiembre y correrá a cargo de Carlos González-Barandiarán (secretario de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de bienes del Patrimonio Histórico Español) y Manuel Arias, jefe del Área de Colecciones del Museo Nacional de Escultura.
Foto: Dos de la obras integradas en la exposición ‘Nuevas obras, distintas miradas’