Carole Roussopoulos grabando a Barbara durante el rodaje de Les prostituées de Lyon parlent [Las prostitutas de Lyon hablan], 1975. Cortesía de Alexandra y Géronimo Roussopoulos

¡Oh, pioneras!  Vuelve el ciclo de audiovisuales cineclub insumuso en torno a la exposición «Musas insumisas. Delphine Seyrig y los colectivos de vídeo feminista en Francia en los 70 y 80«.

Estos días el Reina Sofía propone unas visitas comentadas «Musas insumisas: todo el mundo sueña con responder a la televisión» y ha organizado este cineclub a partir de una selección de materiales audiovisuales, tanto de películas completas como de fragmentos de la exposición

16 de julio – 18:30 h / Auditorio Sabatini
30 de julio – 22:00 h / Jardín Sabatini

La exposición «Musas insumisas. Delphine Seyrig y los colectivos de vídeo feminista en Francia en los 70 y 80» se inauguró el 25 de septiembre de 2019 y fue interrumpida a causa del COVID-19. En ella se explora la intersección entre las historias del cine, el vídeo y el feminismo en Francia. Centrándose en la emergencia de los colectivos de vídeo de la década de 1970, la exposición propone reconsiderar la historia del movimiento feminista en Francia a través de un conjunto de prácticas con medios audiovisuales, atendiendo a una red de alianzas creativas que surgieron en un tiempo de gran agitación política. Tanto Seyrig como su amiga y también actriz Jane Fonda, la realizadora Babette Mangolte, la poeta y pintora Etel Adnan, la escritora y activista Kate Millett o la filósofa Simone de Beauvoir se presentan como nodos de un tejido más amplio, plural y transnacional. Películas, vídeos, obras de arte, fotografías, documentos y materiales de archivo dialogan en secciones que muestran las preocupaciones políticas que el movimiento feminista puso sobre el tapete en ese momento histórico, y que resuenan en problemáticas que conciernen al arte y la política de hoy, mientras l+s feminist+s continúan construyendo alianzas, se levantan contra el sexismo estructural de la industria del cine y desafían los roles de género normativos. Las a menudo incómodas posiciones de Seyrig entre lo estético (cine, vídeo), el sistema del trabajo (profesión e industria) y el activismo están marcadas por un continuum entre la actriz y la activista que recuerda la vigencia del eslogan feminista de los 70 “lo personal es político”.