El Museo Reina Sofía dedica su programación audiovisual del mes de octubre a mostrar como el cine ha retratado el arte en sus diferentes perspectivas. El ciclo El cine sobre arte. Un siglo de experimentación está comisariado por Guillermo G. Peydró, y las ocho sesiones dobles que lo conforman se desarrollarán cumpliendo todas las medidas higiénico-sanitarias y de aforo que nos marca la situación actual. El ciclo se podrá ver también durante el mes de noviembre en la 27ª edición del Festival de Cine Independiente de Barcelona, l’Alternativa.
A partir de los años cincuenta del siglo pasado, el campo del cine sobre arte y el del cine-ensayo comienzan a cruzarse para dar origen a películas únicas, en las que la visión personal de sus creadores confluye con los recursos del lenguaje cinematográfico para explorar las artes. Se creó un campo creativo autónomo, independiente tanto del cine realizado por artistas como de aquel puramente experimental que se centra en ensayos de percepción, preocupado por la luz o el color.
Con una historia en gran medida desconocida, limitada en la percepción general a documentales realizados para televisión y a algún ejemplo aislado y descontextualizado –como Le Mystère Picasso, de Henri-Georges Clouzot (1956)–, el cine sobre arte es, sin embargo, uno de los campos creativos más fértiles de la historia de la cinematografía. No en vano, ha sido abordado por algunos de los principales cineastas del siglo XX, como Robert Flaherty, Carl Theodor Dreyer, Michelangelo Antonioni o Agnès Varda, y defendido con entusiasmo por algunos de los más relevantes teóricos del arte y del cine desde la década de 1930, como Pierre Francastel, Siegfried Kracauer o André Bazin. La importancia estética y política del cine sobre arte, su papel en la reinvención del género documental, por un lado, y en la reconstrucción cultural europea frente a los fascismos y tras la Segunda Guerra Mundial, por otro, fue pronto puesta de relieve por autores como el historiador y crítico de arte italiano Giulio Carlo Argan.