Autorretrato Aurelia Navarro 1908 Óleo sobre lienzo. Córdoba, Colección Pablo Navarro Holgado

Se trata del primero de un conjunto de autorretratos que seguiría aumentando hasta su ingreso en un convento de Adoratrices en 1923, y el único en el que se muestra como pintora.

La exposición “Invitadas” en el museo del Prado muestra el autorretrato de Aurelia Navarro, procedente de una colección particular. Esta pintura se muestra por primera vez al público tras su exhibición en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1906. Junto a esta obra, se puede contemplar la medalla que concedieron a la artista en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1908 por Desnudo femenino.

La exposición “Invitadas. Fragmentos sobre mujeres ideología y artes plásticas en España (1833-1931)”, que tiene como objetivo ofrecer una reflexión sobre el modo en el que los poderes establecidos defendieron y propagaron el papel de la mujer en la sociedad a través de las artes visuales, desde el reinado de Isabel II hasta el de su nieto Alfonso XIII y cuenta con el apoyo de la Fundación AXA, presenta, a partir de hoy, novedades en la relación de sus obras expuestas.

En la sección 16. Señora antes que pintoras, en la que se narra la imagen que las artistas proyectaron de sí mismas durante el siglo XIX, puede contemplarse, por primera vez en una institución pública, Autorretrato de Aurelia Navarro. Reconocida desde muy pronto como promesa del arte andaluz, Navarro se formó primero en Granada –con José Larrocha y Tomás Muñoz Lucena– y luego en Madrid, donde participó en varias exposiciones y certámenes nacionales. En esta obra, que recibió una medalla de tercera clase en la Nacional de 1906, a la que presentó otras tres pinturas que también fueron bien recibidas por la crítica, las facciones de Aurelia Navarro se asemejan mucho a las de la modelo de Desnudo femenino.

Se trata del primero de un conjunto de autorretratos que seguiría aumentando hasta su ingreso en un convento de Adoratrices en 1923, y el único en el que se muestra como pintora.

En el certamen de 1908, Aurelia Navarro presentó Desnudo femenino, obra que por la posición de la modelo, desnuda sobre un lecho, y el reflejo irreconocible de su rostro en un espejo hacían evidente alusión a la famosa Venus del espejo de Velázquez. Esta pintura fue premiada con una tercera medalla, que puede contemplarse en la exposición, pero no adquirida por el Estado, como correspondía al galardón obtenido. Para algunas voces esta tercera medalla resultó un trato injusto por insuficiente. Por otro lado, las fotografías de Jane Clifford han sido sustituidas por otras de la misma autora respetando las limitaciones de tiempo de exposición a la luz de estos fondos.

“Invitadas”, patrocinada por la Fundación AXA