A pesar de estar situada a pocos kilómetros de uno de los monumentos más importantes del mundo, el monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Comunidad de Madrid), el pequeño templo de Navalquejigo se encuentra arruinado, con las cubiertas y muros derruidos; expuesto a la ocupación, al grafiti y al vandalismo.

Por todos estos motivos, la iglesia de Navalquejigo (Madrid) acaba de ser incluida en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge más de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

Recibió el rango parroquial en el año 1564, a instancias del rey Felipe II, quedando bajo la advocación de la Exaltación de la Santa Cruz. Previamente, el monarca había adquirido las tierras de Navalquejigo para anexionarlas al Real Sitio de El Escorial, junto a otros territorios y fincas de la zona, como La Herrería, La Fresneda y El Campillo.

No obstante, la fundación del templo es bastante anterior. Es muy probable que fuese levantado en el siglo XIII, época a la que corresponden la parte inferior de sus muros y el arco interior de la fachada principal, que pertenece a un románico de transición. Todo lo demás son añadidos posteriores, principalmente del siglo XV.

La fachada principal, la parte más importante de todo el conjunto, es fruto de las reformas llevadas a cabo en el siglo XV. Durante estas obras, la iglesia se rehízo por completo, utilizándose como referencia arquitectónica la Capilla de la Santísima Trinidad, de la finca escurialense de El Campillo, fundada en tiempos de Enrique IV.

Se orienta al levante y presenta fábrica de mampostería de granito, material muy abundante en las comarcas guadarrameñas, aunque también hay partes de sillería, labradas toscamente. Está coronada con una espadaña de tres vanos de medio punto, en cuya base se dispone en saliente un matacán o balconada defensiva, elemento muy característico de las fortalezas.

Debajo del matacán se sitúa la entrada, en la que se yuxtaponen dos arcos de medio punto, de los cuales el interior es el más antiguo, probablemente del siglo XIII, tal y como se ha señalado antes. Esta fachada sirvió de modelo a la iglesia fortificada de Alpedrete, del siglo XV, posterior a la de Navalquejigo.

La iglesia de Navalquejigo estuvo estructurada en tres naves y llegó a contar con cinco capillas. De todo ello no queda más que un amplio solar y los restos de los antiguos muros, que, pese a la ruina, aún tienen una altura considerable, hasta la línea de imposta. También se mantienen en pie dos contrafuertes, situados en la fachada norte.