La Princesa de Asturias visitó este miércoles, en su primer acto oficial en solitario, la sede del Instituto Cervantes –que celebra sus 30 años– donde depositó en la Caja de las Letras un legado conmemorativo muy simbólico (sendos ejemplares de la Constitución y del Quijote), atendió a las explicaciones sobre los planes de digitalización, recorrió una muestra de libros en lenguas cooficiales e incluso tomó la palabra, micrófono en mano, para elogiar la biblioteca electrónica y preguntar sobre los trabajadores que no han podido volver a España debido a la pandemia.
A mediodía llegó la Princesa Leonor a la céntrica calle de Alcalá, 49, donde fue recibida por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y por el director del Instituto, Luis García Montero. Simpatizantes y curiosos la aclamaron a las puertas de la sede a la que acudió para protagonizar un acto que RTVE (Canal 24 Horas) retransmitió íntegro en directo y que no dudó en calificar de “día histórico”.
El recorrido comenzó en la Caja de las Letras, donde dejó guardados el ejemplar de la Constitución cuyo primer artículo leyó el 31 de octubre de 2018 con motivo de su 40.º aniversario, y el tomo del Quijote (edición del Instituto Cervantes) que leyó junto a la Infanta Sofía en el Día Internacional del Libro 2020.
Ambos volúmenes quedaron guardados sine die (no hay fecha de apertura prevista) en la caja de seguridad número 2021, tras una placa con el logotipo de los 30 años de la institución y junto a las cajas con objetos del premio Cervantes Miguel Delibes y del premio Nobel Severo Ochoa. Antes de darle la llave simbólica que acredita la donación, el director le explicó que los casi 70 legados que custodia la antigua cámara acorazada de la sede cervantina “representan nuestro compromiso con la cultura”.
A continuación, ya en el salón de actos, García Montero le agradeció su presencia y que “su primer testimonio en solitario haya sido mostrar su compromiso con nuestra misión”. Y afirmó que el apoyo que la Casa Real y el Gobierno prestan a la institución es “muy importante porque nuestro idioma y nuestra cultura son un valor esencial, la cultura crea vínculos de hermandad que tienen consecuencias diplomáticas, económicas e históricas que nos comprometen con el futuro”.
Explicó que con la celebración del aniversario “hemos querido hacer memoria de lo hecho estos 30 años por toda la familia cervantina”. El Instituto, apuntó, “fue una gran creación de la Democracia, el fruto lógico de esta”. Con la promoción de la lengua española y su cultura, “damos respuesta democrática a las ilusiones, necesidades y compromisos de la sociedad española”. “Estamos orgullosos –concluyó– de nuestra cultura, nuestro trabajo y nuestros compromisos con el futuro”.
En cuanto a los retos que afronta el Cervantes, fue la secretaria general, Carmen Noguero, quien explicó el plan de transformación digital que se ha acelerado para adaptarse a la nueva realidad impuesta por la covid-19. Un proceso de digitalización que “nos permitirá llegar más lejos, traspasar fronteras y superar las limitaciones del mundo físico”, así como interactuar con “nuestro público” a través de internet y las redes sociales.
La llamada “comunidad Cervantes” tendrá acceso a muchos más contenidos virtuales, alimentados en parte por “el verdadero tesoro de nuestros archivos”, podrá utilizar el “Campus Cervantes” con nuevas herramientas didácticas, visitará una renovada página web que se presentará en breve y disfrutará de una potente biblioteca electrónica que ya supera los 55.000 usuarios.
Intervención de la Princesa
Estos últimos datos dieron pie a la Princesa de Asturias para tomar el micrófono y expresar su opinión positiva sobre la “muy útil” biblioteca electrónica, que ella misma ha consultado en sus estudios. También planteó una pregunta concreta sobre los trabajadores del Cervantes en el extranjero que, a consecuencia de la pandemia, todavía no han podido regresar a España a ver a sus familiares.
Como obsequio por su visita a la sede del Cervantes, adonde también asistió la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau, García Montero entregó en el vestíbulo a Leonor tres libros: Joana, de Joan Margarit, en edición bilingüe castellano-catalán; Antología poética del propio García Montero traducida al catalán con prólogo del premio Cervantes 2019; y Quisiera tener todas las voces, libro de poesías en las distintas lenguas de España editado por el Instituto Cervantes bajo la dirección de Víctor García de la Concha.
Por último, la Princesa de Asturias saludó a todo el equipo directivo (con alguno de ellos se paró a departir unos segundos) y recorrió una pequeña exposición de libros del fondo bibliográfico del Instituto Cervantes en las lenguas cooficiales de España. Entre los autores seleccionados, se encontraban Joanot Martorell, Ramon Llull, Ausias March, Rosalía de Castro, Àngel Guimerá, Mercè Rodoreda, Bernard Etxepare, Martí i Pol, Manuel Rivas o Bernardo Atxaga.