Los descubrimientos han tenido lugar durante la ejecución de las obras de emergencia sobre el paseo de Cabestreros. Los trabajos están siendo realizados por la Dirección General de Bellas Artes, a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), con una inversión inicial de 237.601,95 euros
Durante la ejecución de las obras de emergencia que realiza el Ministerio de Cultura y Deporte para la consolidación del tramo de la muralla de Toledo sobre el paseo de Cabestreros, de titularidad estatal, se ha descubierto un conjunto de estructuras de tres torres y una base de muralla de unos 30 metros que estaban ocultas.
Los trabajos, llevados a cabo por la Dirección General de Bellas Artes, a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), cuentan con una inversión inicial de 237.601,95 euros, aprobada el pasado 24 de noviembre en Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes.
Gracias a los trabajos de control arqueológico, al realizar los tareas de limpieza de la muralla, se ha podido documentar la presencia de un torreón de planta rectangular, así como un tramo de muralla de origen andalusí. A partir de este primer hallazgo e, incorporando los estudios de Arqueología de la Arquitectura y análisis arqueométricos, se ha podido detectar cómo, embutida en fases posteriores, existen dos torres más que fueron amortizadas por construcciones modernas, principalmente por la construcción del Hospital de Santiago.
Aunque los trabajos de estudio aún están por finalizar, se tiene constancia de que este conjunto de estructuras, en total tres nuevas torres y un tramo de muralla, pertenecen a las obras de Al-Hizam construido por el Califa Abderramán III en Toledo en el primer tercio del siglo X. El aparejo de esta obra, realizado mediante una técnica de sillares a soga y tizón, pertenece a la denominada arquitectura oficialista del Califato Omeya, donde se muestra el poder a través de las formas de edificación en sillería y modulación de las piezas en su colocación.
En este sentido, se trata de un hallazgo de gran importancia ya que, por primera vez, se ha podido documentar arqueológicamente el cierre suroriental de esta área palatina de los Omeyas en la ciudad de Toledo. Por otro lado, al haber podido constatar la cronología y presencia de este gran espacio Omeya, se podrá comprender mejor el resto de los tramos de muralla de este costado de la ciudad, donde pueden existir más tramos de este recinto que, hasta la fecha, no han podido ser encuadrados cronológicamente.
Continúan los trabajos de consolidación
Las obras realizadas en la muralla comenzaron en octubre del año pasado cuando, tras la inspección del servicio de bomberos de la ciudad, se detectaron partes del lienzo de muralla en situación de extrema precariedad con riesgo de desplome hacia la vía de circunvalación del recinto amurallado.
Hasta la fecha, se han podido consolidar los lienzos accesibles y se ha completado la zona de coronación en la que se había producido pérdida y caída del material pétreo. La consolidación se ha realizado con hormigones de cal compatibles con los materiales originales. También se han limpiado y estabilizado los taludes situados sobre la muralla, dándoles acceso para facilitar su mantenimiento y colocando drenajes y líneas de vida para evitar caídas.
El desarrollo de la obra de emergencia, que continúa en la actualidad, está suponiendo la consolidación de estos lienzos de muralla y la retirada de escombros históricos.