Investigadores del CSIC en el Real Jardín Botánico sitúan en el sureste de Estados Unidos el nacimiento de este patógeno infeccioso en un estudio publicado ahora en la revista Scientific reports. A. astaci es responsable de una de las pandemias de vida silvestre más graves jamás reportadas. Su incidencia saltó de América del Norte a Europa y Asia y ya constituye una amenaza en el resto de continentes.
El oomiceto Aphanomyces astaci es un patógeno infeccioso emergente que afecta a los cangrejos de río en todo el mundo. Allí donde se encuentra deja su mortal huella al ser responsable de una de las pandemias de vida silvestre más graves jamás reportadas y de estar entre las 100 peores especies exóticas invasoras de todo el planeta.
Las suposiciones científicas de que Aphanomyces astaci se originó en América del Norte basadas en que la observación brotes de peste de cangrejo de ríos tras las introducciones de de cangrejos de río de América del Norte, como el cangrejo rojo, Procambarus clarkii, y el cangrejo señal, Pacifastacus lenisuculus, y en la identificación del patógeno principalmente en las mismas especies en Norteamérica, adquieren ahora consistencia al comprobar que del sureste de Estados Unidos es el centro de diversidad de este patógeno.
El estudio llevado a cabo por un equipo internacional de científicos y dirigido por los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Real Jardín Botánico (RJB) de CSIC, Laura Martín-Torrijos y Javier Diéguez-Uribeondo, junto a la USDA y la Universidad de Mississippi, revela que el patógeno esta presente en prácticamente toda las poblaciones estudiadas, y en al menos un 40% de los ejemplares analizados.
El trabajo, publicado ahora en la revista Scientific reports, se realizó casi 400 cangrejos de río de 30 localidades de cinco estados del sureste de Estados Unidos, Carolina del Sur, Kansas, Kentucky, Louisiana y Mississippi. De ese número de ejemplares, el patógeno fue aislado en cultivo puro de 132 cangrejos.
“Las secuencias mitocondriales rnnS y rnnL indican que el patógeno A. astaci del sureste de los Estados Unidos exhibe la mayor diversidad genética descrita hasta ahora -8 haplotipos, de los 12 conocidos-“, señala Javier Diéguez-Uribeondo que, añade, “nuestros hallazgos de que A. astaci está ampliamente distribuida y es genéticamente diverso en esta región demuestra que este patógeno se originó en el sureste de los Estados Unidos, que es a su vez el mayor centro de diversidad de especies de cangrejo de río. Sin embargo, en contraste con las suposiciones anteriores, el patógeno no exhibió en esta región patrones claros de distribución geográfica o de especificidad por especie de cangrejo”.
Un patógeno especializado en los cangrejos de río
Este oomiceto es un patógeno especializado en los cangrejos de río, un tercio de los cuales están amenazados de extinción a nivel mundial. El patógeno coexiste naturalmente con los cangrejos de río de América del Norte, pero puede colonizar de manera letal los cangrejos de río de otros países o continentes, casi sin resistencia. Aphanomyces astaci se ha extendido rápidamente por todo el mundo a través de traslocaciones de estos cangrejos de América del Norte crónicamente infectados por este patógeno. En los cangrejos de río que no son originarios de este continente, las infecciones por peste generalmente causan la muerte en unos pocos días.
“Las presunciones sobre el origen de la plaga del cangrejo de río se basaron en los brotes de enfermedades que siguieron a las translocaciones históricas de especies de cangrejos de río de América del Norte a muchos países, con finalidad de su uso en la acuicultura, la pesca deportiva o el comercio de ejemplares de acuariofilia. La primer brote de peste del cangrejo de río se registró en Europa en el siglo XIX, probablemente debido a la introducción del cangrejo de los canales, Faxonius limosus. A partir de 1959, se realizaron introducciones a gran escala de otra especie americana, el cangrejo señal, Pacifastacus leniusculus. Estas introducciones dieron como resultado nuevos brotes de peste que diezmaron las poblaciones nativas de cangrejos de río en toda Europa. La enfermedad no llego a España hasta 1973 con la introducción del cangrejo rojo, Procambarus clarkii, y del cangrejo señal, Pacifastacus leniusculus, comenzó la drástica desaparición de la especie autóctona”, indica la investigadora Laura Martín-Torrijos, del RJB-CSIC.
“Aunque los datos demuestran el origen norteamericano de A. astaci, nuestro conocimiento del patógeno de la peste del cangrejo de río en Norteamérica es todavía incipiente”, reconoce Martín-Torrijos y, por tanto, “se necesita una comprensión más clara de la diversidad y distribución de A. astaci dentro de su área de distribución nativa, no sólo para mejorar nuestra comprensión de la evolución y epidemiología de los patógenos pandémicos, sino también para determinar el manejo futuro y las direcciones de investigación”.
Hongos y patógenos que causan extinciones
Durante las últimas décadas, los hongos y patógenos similares a éstos han causado varias pandemias en todo el mundo responsables de la disminución de las poblaciones de vida silvestre, incluso causando extinciones. Han tenido un impacto particularmente fuerte en los ecosistemas de agua dulce, causando una disminución global en la biodiversidad de agua dulce que es mucho mayor que la observada en los ecosistemas terrestres.
El hongo Batrachochytrium dendrobatidis se originó en Asia y se extendió a nivel mundial debido al comercio de anfibios, causando disminuciones en más de 500 especies de anfibios durante el último medio siglo. Además, los patógenos similares a los hongos, como Saprolegnia diclina y Saprolegnia ferax (Oomycetes), también son responsables de extinciones masivas de anfibios y pueden propagarse por el comercio de pescado. Otro oomiceto patógeno, Aphanomyces invadans, causa el síndrome ulcerativo epizoótico (EUS), que afecta a más de 100 especies de peces en Asia, Australia, América del Norte y África.