A muchas personas de fuera de España les costará entender cómo se puede permitir que una construcción del siglo XIII se derrumbe entre el desconocimiento y la indiferencia. En el caso de la ermita de San Salvador, en Puerto Moral (Huelva), el único ejemplo que se mantiene de las primitivas iglesias serranas de repoblación, conservándose trazas, estilo y elementos que apenas han sido alterados en sus 800 años de historia. El monumento, que no goza de ninguna protección legal específica, es de propiedad privada, se encuentra completamente abandonado y en progresivo deterioro tras la pérdida de techumbres y caída parcial de uno de sus paramentos verticales.

Por estos motivos, la ermita de San Salvador, en Puerto Moral (Huelva), acaba de ser incluida en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 900 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

La zona donde se encuentra la ermita procede de un asentamiento existente en la comarca de la Sierra, tras la toma cristiana de la región. Todavía a finales del siglo XV había evidencias documentales de que la zona alrededor de esta estaba poblada. Por ejemplo, se conoce que en la construcción se utilizaron sillares pertenecientes a un edificio industrial de época romana (siglo II-III), posiblemente un lagar o un molino oleícola. Además, en los años 70, se hallaron en las inmediaciones elementos constructivos de mármol de época visigoda. Durante las exclaustraciones del siglo XIX pasó a titularidad privada y acabó utilizándose para usos ganaderos.

A pesar de la pérdida de la capilla y del retablo, la imagen de la ermita perteneciente al Salvador aún puede visitarse en la actualidad, ya que fue trasladada a la Iglesia de San Pedro y San Pablo de Puerto Moral.

La construcción de la ermita de San Salvador fue realizada en el siglo XIII, sobre antiguos restos romanos. Se considera una ermita única en su tipología en la Sierra de Huelva. Las reconstrucciones y reformas realizadas a lo largo de los años respetaron la traza original. Además, se mantenían algunos elementos constructivos muy destacados, como un ábside totalmente plano.

Asimismo, estaba enmarcado por un arco de medio punto construido en el siglo XVIII gracias a alarifes de Puerto Moral, y conservaba, aunque en muy mal estado, los tres arcos apuntados pertenecientes al siglo XIII. En la actualidad, se encuentra abandonada desde hace 8 años, sufriendo derrumbes en el techo y en los paramentos.