La antológica Máquinas de Trovar repasa la trayectoria del artista, comisario y editor Pedro G. Romero (Aracena, Huelva, 1964), siguiendo un itinerario cronológico inverso, arrancando con los proyectos más recientes, hasta llegar a los primeros trabajos de la década de los ochenta.

Desde que que se inicia en el terreno artístico, sus trabajos han sido calificados de singulares, particulares, excéntricos. Pero, lejos de buscar una posición solitaria y más allá de simplificaciones en torno a lo colectivo, su modo de hacer ha consistido en tramar aparatos, índices, dispositivos, en definitiva, máquinas que se vinculan al campo del arte.

En su trabajo, Pedro G. Romero analiza sucesos históricos, la vida y la circulación de imágenes, la iconografía sacramental, el gesto iconoclasta de las vanguardias artísticas del siglo XX y el arte moderno, el flamenco, los conceptos e imaginarios sobre las culturas populares, la economía, las políticas culturales o las formas de especulación urbana. Este vasto acervo se resignifica en una obra que se manifiesta a través de la concepción de instalaciones, la investigación, la escritura, el comisariado y la conexión con el cine y las artes en vivo.

Su permanente reflexión sobre el uso y administración ideológica de las imágenes se articula en torno a algunas cuestiones fundamentales: ¿Al servicio de quiénes y a qué intereses responde la construcción de la imagen, su visibilidad o invisibilidad en contextos específicos, su apropiación, capitalización y reaparición en el tiempo? ¿Qué roles desempeñan las clases culturales en tanto productoras y/o reproductoras de imágenes que son insertadas en la práctica artística contemporánea? ¿Qué potencia o capacidad de activación tiene la gestión política de esas imágenes en un campo cultural que redefine constantemente a sus agentes, incluido el museo como espacio público?

Pedro G Romero explica así el leitmotiv de la exposición que ahora presenta: “Tiene que ver con la idea de que cualquier obra de arte está siempre participada por otro, de ahí la idea de máquina ya que lo que realmente importa es que la estructura de las piezas son una especie de puesta en acción de ideas, de materias. Esas máquinas son las que dan nombre a la muestra, que viene de un texto de Antonio Machado en el que compara la vanguardia moderna con el hacer de los cantaores del pueblo cuando componen un fandango”.

Pedro G. Romero. Máquinas de trovar
2 de noviembre de 2021 – 28 de marzo de 2022 / Museo Reina Sofía Edificio Sabatini. 3ª Planta

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