El Ministerio de Cultura y Deporte ha salido al paso de las críticas recibidas ante las informaciones que apuntaban a una política más laxa a la hora de prestar o trasladar definitivamente a las Comunidades Autónomas algunas de las obras más emblemáticas que se exhiben en los museos nacionales, como la Dama de Elche, la de Baza u otros cuadros del Museo del Prado o el Reina Sofía, y que se han esgrimido como justificación de la dimisión de la directora de Bellas Artes María Dolores Jiménez-Blanco.
Respecto a las informaciones sobre la política cultural del Ministerio de Cultura y Deporte, el departamento que dirige Miquel Iceta quiere aclarar:
La política cultural del actual equipo ministerial no contempla ningún plan para el traslado o devolución de las obras patrimoniales que se encuentran en los museos nacionales.
No hay decisión, ni intención, ni partida presupuestaria, ni plan de futuro que disminuya el papel de los museos nacionales ni afecte a la integridad de sus colecciones.
Al contrario, los esfuerzos están centrados en implementar las colecciones con cesiones o nuevas adquisiciones, como la compra del cuadro ‘Crucifixión’ de El Greco que hoy publica el BOE y que será destinada a la colección del Museo del Greco en Toledo.
Cada paso que da el Ministerio está basado en criterios técnicos. Es el propio equipo ministerial el que solicita informes para valorar la toma de decisiones. Es decir, el Ministerio de Cultura y Deporte nunca adoptará una medida en contra de sus propios informes técnicos.
Precisamente, en base a estos criterios técnicos, el pasado mes de octubre se denegó el préstamo de la ‘Dama Oferente’ para la exposición que el Museo de Albacete está organizando en conmemoración de los 150 años de las excavaciones del Cerro de los Santos, y cuya inauguración está prevista para el 17 de noviembre.
Las peticiones de obras son legítimas pero en la decisión del Ministerio siempre primará el deber institucional de protección y conservación del patrimonio histórico y cultural del país.