Alfonso X el Sabio. Cantigas de Santa María-MSS10069 letra D, BNE

La BNE muestra «Los libros del rey Sabio. VIII centenario del nacimiento de Alfonso X (1221-2021)». La exposición organizada con motivo del octavo centenario – el 23 de noviembre de 1221-2021 – del nacimiento de este rey tan singular, el único que la posteridad quiso apodar “el Sabio”: Alfonso X (1221-1284), rey de Castilla y León.

Para la ocasión, la Biblioteca Nacional de España ha organizado esta exposición dedicada a los códices alfonsíes originales de su scriptorium que se conservan en la institución, y al recuerdo de la inmensa producción escritural promovida por el rey “sabio”.

“Esta muestra, los códices que hay en ella, formarán parte de la magna exposición que se celebrará en Toledo a partir de marzo. Las dos exposiciones están en combinación para mostrar las distintas facetas del rey cuyo pilar de su mandato fue la difusión del conocimiento”, ha explicado Ana Santos Aramburo, directora de la BNE.

La muestra, comisariada por Inés Fernández-Ordóñez, con más de una decena de obras propiedad de la BNE, incluye los cinco códices originales alfonsíes (o próximos a su taller) conservados en la Biblioteca Nacional: el Fuero real (1255), el Libro complido de los judizios de las estrellas (h.1254), el Libro de las cruzes (1259), la primera parte de la Grande e general estoria (h. 1270) y la primera versión de las Cantigas de Santa María (h. 1270). Además, pueden contemplarse lujosas copias de otras obras compuestas por orden del rey Sabio, como la del tratado astrológico sobre las constelaciones llamado Libro de las figuras de las estrellas fixas, con decoración renacentista, o la de las Siete Partidas que perteneció a los Reyes Católicos.

“Es un mito la crítica a la gestión política del rey puesto que cultura y política fueron de la mano al objeto de crear un nuevo modelo de estado centralizado en la figura del rey que encarna el ideal sapiencial de la realeza”, ha resaltado la comisaria.

Varios fueron los campos del saber que atrajeron el interés del rey “Sabio” y varias fueron las lenguas en que estos se expresaron. La elección de unos y otras estaba en la línea del amplio proyecto de reforma de su reino, para el que los libros actuaron como verdaderos puntales de la labor de gobierno. “Sus obras están precedidas de un prólogo que proclama al rey como autor, esto es un hecho que no se dio hasta el Renacimiento, por tanto, fue un adelantado a su época en muchos aspectos”, matiza Fernández-Ordóñez.

Las áreas del saber abordadas por Alfonso X aspiraban a dominar los tres tiempos en que el hombre organiza el eje de su vida en la tierra -el presente, el pasado y el futuro-, así como el tiempo que le espera más allá de la muerte, la vida eterna. Es por ello que la exposición se estructura en cuatro secciones tituladas “El derecho: la ordenación del presente”, “La historia: la enseñanza del pasado”, “La ciencia: el conocimiento del futuro”, y “El culto a la Virgen: el respaldo de la divinidad”. “Al rey le preocupó el tiempo pasado para convencer a sus súbditos de las bondades de las reformas que quería implantar, pero también le preocupó la astrología y la astromagia, que creía necesarias para tomar decisiones de Gobierno. Hizo traducir del árabe tablas astronómicas y, al fin, sus tablas alfonsíes se convierten en la base del conocimiento hasta Copérnico”, ha añadido la comisaria.

Una de las joyas de la exposición es la copia de la primera versión de las Cantigas de Santa María. “¿Cómo un rey sabio es tan devoto de la Virgen? El culto a la Virgen es propio del siglo XIII y el rey se proclama como mediador entre la Virgen y sus súbditos, como representante de Dios en la tierra”, ha concluido la comisaria.

El 23 de noviembre de 1221 nació en Toledo un rey singular, el único que la posteridad quiso apodar el Sabio: Alfonso X (1221-1284), rey de Castilla y León. La búsqueda del conocimiento, “porque natural cosa es de cobdiciar los omnes saber”, presidió las labores de gobierno del rey y cristalizó en un conjunto de libros elaborados bajo su mecenazgo. Todos los textos alfonsíes proclaman al rey como su autor, sin apenas mencionar a los sabios cristianos y judíos de los que se rodeó para escribirlos, con el fin de que Alfonso X figurase como modelo de sabiduría ante sus súbditos y, con ello, cimentar una monarquía en cuya cabeza se situaban los reyes, los cuales, en la visión alfonsí, eran vicarios de Dios en la tierra.

Alfonso el Sabio aplicó a todos sus libros los principios de la exhaustividad y la claridad. La primera característica explica la enorme extensión de la producción alfonsí, así como que siempre esté presidida por una organización razonada y visualmente jerarquizada a través de cabeceras, iniciales de varios tamaños y epígrafes numerados. La segunda aclara que, en decisión revolucionaria, se adoptara la lengua romance para todos los textos, bien el castellano -en el derecho, la historia la ciencia-, bien el gallego -en su colección de poemas a la Virgen-. El rey Sabio no prescindió totalmente del latín para la difusión internacional de algunos tratados astrológicos, pero fue en la ciencia donde el empleo de la lengua vernácula destaca en su contexto europeo, dado que el latín se mantuvo como principal lengua científica en Europa hasta bien entrada la Edad Moderna.

Datos de interés:
Los libros del rey Sabio. VIII centenario del nacimiento de Alfonso X (1221-2021)
Biblioteca Nacional de España (Antesala del Salón de Lectura María Moliner (2º piso) Paseo de Recoletos, 20 – Madrid)
Fechas:Del 18 de noviembre de 2021 al 12 de febrero de 2022
Horario: De lunes a viernes, de 09:30 a 20:00 h./Sábados, de 9:30 a 14:00 h./Domingos y festivos cerrado.
Entrada gratuita y libre hasta completar aforo. Se recomienda reserva de entradas.
Aforo: 20 personas.
Reservas visitas individuales: 10 personas
Visitas para grupos con guía propio, es imprescindible la reserva de hora en la web y el uso de micrófono y auriculares.
La visita tendrá una duración máxima de 20 minutos. Último pase media hora antes del cierre.