La Real Fábrica de Tapices ha restaurado cinco importantes piezas del siglo XVII, procedentes de la Casa Museo Lope de Vega. Se trata de tres sillas y dos almohadones en un deteriorado estado de conservación.

Los almohadones de terciopelo carmesí presentaban desgaste, abrasión y manchas, además de zonas con faltante de pelo, producido por el uso y el paso del tiempo. La zona de piel presentaba incisiones, marcas y escamaciones, como consecuencia del roce y la deshidratación. El relleno también se encontraba en muy mal estado y las borlas tenían signos de un ataque biológico, ya inactivo.

La intervención realizada se ha basado en los principios de conservación y restauración de bienes culturales, que suponen respeto por el original, reversibilidad de todos los procedimientos y mínima intervención. Tras desmontarse las piezas, se ha realizado una limpieza mecánica y la consolidación del tejido mediante procedimiento de costura del tejido, que fija las zonas deterioradas del tejido original al nuevo soporte de consolidación, fortaleciéndolo y permitiendo su libre movimiento. En la parte de cuero, se ha realizado una limpieza e hidratación de la piel. Respecto al relleno, se ha reemplazado por un material inocuo y compatible con la conservación de la pieza. El último paso ha sido la aplicación de las borlas y el cierre del cojín mediante la unión de ambas piezas de tejido con costura.

Las sillas a restaurar, presentaban dos tipos de terciopelos distintos en el respaldo y el asiento, que al igual que los almohadones, tenían zonas faltantes de pelo, desgarros, suciedad superficial y manchas, además de zonas con abrasiones.

Respecto a la intervención de la Real Fábrica de Tapices, se ha limitado al textil y a las tachuelas, ya que la estructura de madera había sido tratada previamente. Previo a la limpieza mecánica en profundidad, se ha procedido al desmontaje de la tapicería de la silla, lo cual ha dejado ver debajo un tejido de terciopelo distinto, probablemente de una restauración anterior. La intervención ha consistido en limpieza mecánica en profundidad, lavado de los flecos con un jabón neutro y restauración de las tachuelas, mediante limpieza química y mecánica. Posteriormente, la consolidación se ha realizado en dos fases: Mediante humectación de la pieza con vapor frío para hidratar las fibras. La segunda fase del proceso de consolidación ha sido la costura con la técnica del punto de restauración, al igual que se ha hecho con los almohadones.