Tras la apertura de su nuevo edificio en febrero de 2021, el Museo Helga de Alvear cuenta con un espacio creado a medida para exponer una de colecciones de arte contemporáneo más significativas de Europa, la Colección Helga de Alvear. Ahora, la exposición inaugural, que recogía alrededor de un 5% de las más de 3.000 obras que forman parte de la Colección, ha comenzado a renovarse con el fin de proponer nuevas miradas y dar a conocer de forma gradual unos fondos que continúan incrementándose.
Desde esta semana, el Museo Helga de Alvear pone a disposición del público importantes novedades en la exposición de la Colección ubicada en el nuevo edificio diseñado por Tuñón Arquitectos. La totalidad de las salas de la planta -3 se han visto renovadas, tanto en lo que respecta al diseño arquitectónico como al discurso expositivo, poniendo a disposición del público nuevas obras que, en su mayoría, no habían sido expuestas antes en el Museo.
De las 17 obras que ocupan las salas de la última planta destaca uno de los célebres iglús del artista Mario Merz titulado ‘La casa del giardiniere’ (1983 – 1985), recientemente adquirido por Helga de Alvear en la última edición de la Feria ARCO para su exposición en Cáceres. Esta nueva obra se acompaña por otras del mismo artista que ya formaban parte de la Colección, como la pintura collage ‘Animale 418’ (1998), que no había sido expuesta con anterioridad en España, o pinturas del mismo Merz ejecutadas en 1985 y 1987.
En este renovado espacio expositivo se incluyen además creaciones de otros artistas, tanto nacionales como internacionales, que ofrecen un nuevo acercamiento a la intersección entre el arte, el paisaje y la naturaleza desde la Colección Helga de Alvear. Las obras de Gordon Matta-Clark, las fotografías de Joan Foncuberta y Roni Horn, o las piezas de videoarte de Jason Rhoades y Willie Doherty proponen un nuevo final para el recorrido de la muestra y permiten la exploración de nuevas líneas discursivas ligadas a la actualidad.
La pintura de Carmen Laffón que ya se exponía en el anterior montaje se acompaña ahora por una escultura también ejecutada por la artista sevillana, Premio Nacional de Artes Plásticas y académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, recientemente fallecida el pasado noviembre; mientras que la escultura próxima al land art de Richard Long comparte espacio con la instalación de pinturas creadas con lodo del Río Avon, también obra del artista británico.
En palabras de José María Viñuela, conservador de la Colección, comisario general de los actos inaugurales del Museo Helga de Alvear y responsable de la museografía del diseño del montaje “el Museo, como organismo vivo, seguirá mutando a lo largo del tiempo. Por eso, la palabra permanente nunca será la adecuada a la hora de referirnos a la exposición de la Colección Helga de Alvear. Dada la calidad, cantidad y diversidad de las obras que forman parte de la Colección, podemos realizar exposiciones temporales de forma periódica, pero también creemos necesario ofrecer nuevas experiencias desde los espacios dedicados a la Colección. Algunas de las obras más icónicas del Museo, como la famosa lámpara de Ai Weiwei, Descending Light (2007), ubicada en el hall de entrada, o Faux Rocks (2006) de Katharina Grosse, que continúa en exposición en esta última planta recién renovada, permanecerán a disposición del público durante los próximos años. Otras de las obras de las diferentes salas, irán variando en un Museo en constante transformación”.
Las nuevas obras podrán visitarse de forma gratuita reservando entrada para la Colección y se organizarán visitas guiadas y actividades para todos los públicos con el fin de acercar estas nuevas obras a los visitantes.
Foto: Obras de Mario Merz en las salas del Museo Helga de Alvear (Cáceres). Foto: Museo Helga de Alvear