La Plaza de Toros de Madrid acoge la exposición “Óleos y pasteles taurinos”, del pintor barcelonés Alejandro Yunta, formada por más de una treintena de cuadros sobre motivos taurinos. La muestra está abierta al público en la Sala Alcalá de la Monumental de las Ventas durante toda la Feria de San Isidro.
El pintor ha querido mostrar en su obra “la majestuosidad del mundo taurino, desde las dehesas hasta el albero de la plaza, la belleza del animal, la liturgia, el traje de luces, el color, la luz, el miedo, el respeto y el coraje del torero”, un compendio de emociones que hacen del toreo algo único.
Nacido en Barcelona hace 75 años, Alejandro Yunta es médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología. Ha sido director del Servicio de Traumatología del Hospital General de Granollers durante 26 años. Dos años antes de su jubilación, decidió asistir a talleres de arte, dada su gran afición a la pintura y como preparación “para tener una jubilación ocupada y, de paso, dar salida a mi tardía inquietud por los pinceles”, asegura. Esta afición por la pintura y su trabajo incansable y autodidacta le han propiciado un paulatino reconocimiento en sectores del arte, hasta participar en dos exposiciones individuales y varias colectivas.
Durante la inauguración de la exposición, el autor, que ha estado arropado por decenas de amigos venidos de Cataluña, ha querido agradecer al empresario de la plaza, Rafael García Garrido, la invitación para colgar su obra en un marco único como la Monumental. “Estoy muy honrado y agradecido”, declaró Alejandro Yunta, quien añadió que “sólo espero no defraudar a los visitantes de la exposición y, desde la humildad, aportar algo a la tauromaquia, un elemento decisivo y único de nuestra cultura, puesta en entredicho por corrientes de intolerancia”.
Yunta, que se declara autodidacta, ha compartido cursos de pintura y stages con artistas como Martín García-Cros, Carmen Galofré y Fermín García Sevilla. Se declara admirador de grandes pintores como Velázquez, Singent-Sargent, Sorolla, Rusiñol o Freud, que de una manera u otra le han dejado su impronta. Y en el ámbito de la tauromaquia, sigue con gran interés a pintores taurinos como Maqueda o Hubert de Watrigant, pero admira especialmente al colombiano Diego Ramos.