La obra ‘Shot Sage Blue Marilyn’, de 1964, fue subastada en Christie’s de Nueva York por 195 millones de dólares. Una de las copias serigrafiadas de la actriz Marilyn de Andy Warhol, creada en 1964 y convertida en un icono mundialmente reconocible, rompió este lunes uno de los récords de arte contemporáneo, superando a «Mujeres de Argel» de Pablo Picasso subastada en 2015 por 179,3 millones de dólares (160,7 millones de euros), convirtiéndose así en la obra más cara del siglo XX vendida en una subasta pública.

La obra Shot Sage Blue Marilyn (101×101 centímetros) de Andy Warhol, subastada este lunes en la casa Christie’s de Nueva York, alcanzó, con impuestos incluidos, la cifra de 195,04 millones de dólares. La estimación de Christie’s, al publicitar esta subasta, era de 200 millones.

Como en otras ocasiones similares se desconoce la identidad del comprador, mientras que el vendedor ha sido la Fundación Thomas y Doris Ammann, creada por uno de los mayores magnates de arte contemporáneo y filántropo, amigo de Andy Warhol y comprador de gran parte de sus obras. La fundación ha prometido destinar el importe de la venta de este lunes —de la Marilyn y de otras 35 obras— para diversos proyectos que tienen en el mundo de sanidad, educación y promoción y mejora de la vida de millones de niños.

Warhol ya había ensayado dos años atrás la multiplicación de una fotografía con leves variaciones como un objeto artístico pop, con notable éxito: lo hizo con las famosas latas de sopa Campbell, hoy una de las piezas estrellas del MoMa neoyorquino, y luego con el Díptico de Marilyn (donde la actriz aparece reproducida 50 veces), que ocupa un destacado lugar en la Tate Modern de Londres.

Andy Warhol había creado una serie de cinco Marilynes serigrafiadas, todas idénticas pero coloreadas de forma diferente, hasta el punto de que se identifican por el tono del fondo en que recorta la cabeza de la actriz.

La traducción de Shot Sage Blue Marilyn viene a ser «Disparo de Marilyn en azul salvia», y tiene detrás una rocambolesca historia de los años en que la «Factory» de Warhol era un hervidero de creatividad rodeada de personajes ricos y extravagantes.