El Museo Reina Sofía cuenta con varias sedes formadas por edificios singulares, situados en lugares de especial interés de la ciudad de Madrid. La sede principal situada frente a la Estación de Atocha está formada por el Edificio Sabatini y el Edificio Nouvel. Otras dos sedes se sitúan dentro del Parque del Retiro, se trata del Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez, sus ubicaciones privilegiadas hace que sean uno de los lugares preferidos para recorrer en cualquier época de año, además, la entrada para ver las exposiciones temporales es gratuita.
El Palacio de Cristal, construido por Ricardo Velázquez Bosco en 1887. Este edificio responde tanto a la cultura arquitectónica de los nuevos materiales como a la historia del colonialismo del siglo XIX. El uso de las columnas de hierro colado y de las amplias superficies de cristal permiten una planta inusitada, monumental y diáfana a la vez.
Concebido originariamente como invernadero para la Exposición de Flora de las Islas Filipinas (1887), colonia española por aquel entonces, exhibía el exotismo en un entorno de progreso tecnológico, creando una imagen de fantasía e irrealidad en el espectador. Tras la exposición, se utilizó como sede de la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada cada dos años.
Desde 1990, alberga proyectos e instalaciones específicas de artistas contemporáneos, como Doris Salcedo, Dominique Gonzalez-Foerster, Charles Ray, Hassan Khan, Jaume Plensa, Kidlat Tahimik o la obra del artista portugués Carlos Bunga «Contra la extravagancia del deseo».
El Palacio de Velázquez, otra de las sedes expositivas del Museo Reina Sofía, se encuentra a unos 200 metros del Palacio de Cristal dentro del mismo Parque del Retiro. En este caso su nombre procede del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, quien también colaboró en la construcción con el ceramista Daniel Zuloaga y el ingeniero Alberto del Palacio.
Concebido como pabellón principal de la Exposición Internacional de Minería, Artes Metalúrgicas, Cerámica, Cristalería y Aguas Minerales de 1883, sigue el modelo que Joseph Paxton estableció en el Crystal Palace de Londres en 1851. El edificio, cercano al historicismo neorrenacentista, es de planta amplia, cubierta con bóvedas de estructura de hierro y con iluminación natural, gracias a la superficie acristalada.
Desde 1987 ha acogido exposiciones monográficas de artistas como Luciano Fabro, Beatriz González, Mario Merz, Tetsuya Ishida, Anna-Eva Bergman, Vivian Suter y durante unos meses el artista Néstor Sanmiguel Diest expone «La peripecia del autómata».
Para disfrutar de la obra clave de Pablo Picasso «Guernica» hay que visitar la Sede Principal del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, formada por dos edificios conectados entre sí: el Edificio Sabatini, asentado sobre el antiguo Hospital de San Carlos, construido por José de Hermosilla y Francisco Sabatini en el siglo XVIII y declarado Monumento Histórico-Artístico en 1977; y el Edificio Nouvel, la ampliación contemporánea firmada por el reconocido arquitecto Jean Nouvel e inaugurada en 2005.
El Guernica de Pablo Picasso es el núcleo central de la Colección de arte moderno y contemporáneo del Museo que cuenta con otras obras maestras desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. Gran parte de su colección está distribuidas a lo largo del recorrido formado por cerca de 2.000 obras, agrupadas en seis plantas, cuatro del edificio Sabatini (incluida la planta más baja del ala sur que ha sido recuperada como espacio expositivo después de 30 años) y dos de la ampliación de Nouvel, lo que suma en total una superficie expositiva de más de 15.000 m2.
En la sede Principal del Museo Reina Sofía destacan tres espacios, la Terraza del Edificio Nouvel, el Jardín de Sabatini, y el Patio del Nouvel. La terraza de la azotea del Edificio Nouvel situada en la última planta del Edificio diseñado por Jean Nouvel, es un espacio con unas increíbles vistas que además se ven reflejadas en la cubierta, vale la pena disfrutar de esta experiencia.
El Edificio Sabatini conserva un precioso Jardín Sabatini, diseñado por el arquitecto Francisco Sabatini en el siglo XVIII. Cuenta con un entorno de árboles frondosos, fuentes y esculturas pertenecientes a las colecciones del Museo. Otro espacio que hay que pasear es el Patio del Edificio Nouvel que conecta los dos edificios.
Seguro que la visita a la colección del Museo Reina Sofía y a sus exposiciones temporales, llegan a sorprender al visitante. Siempre se puede descubrir una obra, un artista o algún rincón como por ejemplo la escalera de piedra del Sabatini, los sótanos de ladrillo abovedados o la sala de protocolo que era la antigua lencería del hospital con el mobiliario original, a los que se ha dado un uso expositivo.