Después de la aprobación por parte del Consejo de Ministros en su sesión de ayer martes y de la firma del contrato de compraventa que ha tenido lugar hoy en Heras (Cantabria) por parte del director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y el coleccionista José María Lafuente, los fondos del Archivo Lafuente pasan a ser propiedad del Estado español. El importe de la compra, incluyendo IVA, es de 29.795.045,21 euros, que se abonará en once anualidades (hasta 2032).
Se trata de una colección de colecciones de arte moderno y contemporáneo europeo -con especial foco en España-, latinoamericano y norteamericano, que reúne más de 130. 000 piezas entre libros, revistas, carteles manifiestos, manuscritos, bocetos, collages, cartas, fotografías, libros de artista, audiovisuales, así como pinturas, esculturas y obra gráfica. Actualmente constituye uno de los fondos artísticos más completos y exhaustivos que existen en el mundo que pasa a completar los del Reina Sofía. El Archivo quedará albergado en un futuro próximo en el edificio del antiguo Banco de España en Santander que está siendo remodelado para convertirse en sede asociada del Museo.
Orígenes del archivo
El germen del Archivo Lafuente se remonta a los años ochenta, época en la que el empresario José María Lafuente (Lugo, 1957) inició una colección de arte que iría creciendo con la incorporación de obras de pintores y escultores españoles, a los que se sumaron gradualmente algunas piezas de artistas internacionales. En 2003 resultó determinante la adquisición de los legados documentales de dos personas de relevancia en la escena cultural española de la segunda mitad del siglo XX: Miguel Logroño (1937-2009), crítico de arte del diario Madrid, de Cambio 16 y fundador del Salón de los Dieciséis, y Pablo Beltrán de Heredia (1917- 2009), editor y profesor universitario y uno de los impulsores de la Escuela de Altamira. A partir de ahí fue creciendo su interés por recuperar archivos y colecciones de arte del siglo XX de difícil acceso y localización y su actividad como coleccionista se profesionalizaría diez años después, en octubre del 2014, con la creación del Archivo Lafuente, sociedad integrada en el Grupo Lafuente, cuya propiedad comparte con su hermana Manuela Lafuente.
Desde los inicios de las vanguardias hasta la transición española
El Archivo Lafuente es una constelación de conjuntos y fondos documentales de numerosos artistas, colectivos, escritores, críticos, editores, instituciones, etc. cuya principal virtud es que puede generar lecturas alternativas de la historia del arte contemporáneo y también ofrecer nuevas perspectivas a partir de la investigación, conservación, exposición y difusión de las piezas que lo componen. Se considera que el Archivo Lafuente es tan solo comparable con dos de las colecciones privadas más importantes de Estados Unidos y Europa: la Merrill C. Berman Collection y la colección de Edigio Marzona, con las que ha mantenido puntos de afinidad. Además de su óptimo estado de conservación, el archivo es especialmente único en una serie de movimientos y corrientes: futurismo, dadaísmo y surrealismo, vanguardias rusas y producción artística soviética, y revolución tipográfica de principios del siglo XX.
Las redes internacionales posteriores a la Segunda Guerra Mundial están también representadas en prácticamente toda su extensión en Europa (en especial, España e Italia), Estados Unidos y toda América Latina, con fondos únicos de artistas como Eduardo Arroyo, Gianni Bertini, José Luis Castillejo, Ulises Carrión, Ray Johnson, Sol LeWitt, Maruja Mallo o Edgardo Antonio Vigo, por citar algunos nombres de procedencias diversas. El Archivo también resulta único por la representación de la contracultura y el comic/comix español de las décadas de los 70 y 80, con publicaciones como las revistas Ajoblanco y Star y autores como Nazario, El Cubri o Ceesepe.
El conjunto que ahora se adquiere pasa a formar parte de los fondos del Museo Reina Sofía que, de esta forma, complementa sus conjuntos documentales y artísticos, y refuerza su posición como centro de referencia a nivel nacional e internacional que pondrá a disposición de la sociedad un material de incalculable valor disponible en un centro asociado al Museo que se ubicará en la antigua sede del Banco de España en Santander. La adquisición del Archivo Lafuente supone que la colección patrimonial del Reina Sofía sea equiparable a cualquiera de las mejores colecciones de grandes instituciones internacionales como el MoMA (Nueva York) y el Centre national d’art et de culture Georges-Pompidou (París).
Fondos documentales españoles
Entre el material que contiene el archivo relacionado con España cabe destacar las ediciones literarias en los años 20 y 30, un fondo de enorme interés con libros en excelente estado de conservación con cubiertas ilustradas, entre otros, por Josep Renau, Helios Gómez o Amster. Otro conjunto importante corresponde a literatura española de vanguardia que incluye a autores como Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Manuel Chaves Nogales, Jorge Guillén, José Gutiérrez Solana o Ramón Gómez de la Serna. Además de publicaciones el fondo cuenta con correspondencia y manuscritos singulares. Hay que resaltar por su alto interés los documentos y publicaciones sobre la guerra civil española y el exilio republicano, que constituye una de las colecciones más relevantes sobre esta materia con ejemplares únicos no disponibles en ninguna otra institución.
Otra artista muy relevante en cuanto a su archivo es la gallega Maruja Mallo, con cientos de documentos y obras originales de una creadora fundamental dentro del discurso de la Colección del Museo Reina Sofía. Además de pinturas contiene, por ejemplo, dos cuadernos de dibujos, el denominado Cuaderno de Galicia (1936-37), compuesto por 56 dibujos a lápiz; y Cuaderno de cerámica (1935-38), compuesto por 83 páginas con dibujos de sus trabajos geométricos para cerámica realizados años antes durante su colaboración con la Escuela de Cerámica de los hermanos Alcántara de Madrid. El archivo de Maruja Mallo contiene elementos que prácticamente atraviesan todo el siglo y en los que se incluyen fotografías o lotes de fotografías. La mayoría son imágenes de la obra de la artista y retratos de ella misma de distintas épocas. Asimismo, destaca la presencia de fotografías realizadas por la artista en las playas de Chile, o las fotografías de obras realizadas por Grete Stern y el conocido retrato de la artista con Andy Warhol, en Madrid.
Un grupo documental destacado es el fondo Westerdahl-Domínguez, compuesto por libros, folletos, cartas, fotografías originales, y otros materiales, además de tres obras originales de Oscar Domínguez. Esta parte del Archivo referida a España se completa con miles de revistas. Algunos títulos son muy difíciles de localizar y existen 10 colecciones completas de las revistas Aleluyas de Rompetacones, Arte: revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos, Cruz y raya, Cuadernos de Ruedo Ibérico, Hora de España, Los cuatro vientos, Luz, Troços, Tropos y Reflector.
Con miles de documentos -muchos únicos-, publicaciones y obras originales, sobresale el archivo de uno de los artistas españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX: Eduardo Arroyo, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1982 y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en el año 2000. Contiene libros ilustrados con sus originales correspondientes, además de bocetos y dibujos preparatorios, diversas publicaciones, material gráfico como carteles y fotografías, y documentación diversa: correspondencia con otros artistas, materiales relacionados con sus trabajos en la ópera y el teatro (dibujos originales, fotografías, etc.), recortes de prensa, etc. Especial interés reviste el material relacionado con la obra Vivre et laisser mourir ou la fin tragique de Marcel Duchamp (1965), un óleo adquirido por el Museo en 2013 y realizado conjuntamente por Eduardo Arroyo, Gilles Aillaud y Antonio Recalcati.
Escritura experimental
Otro de los núcleos de mayor relevancia del Archivo Lafuente es el fondo de escritura experimental española que reúne miles de ítems del artista Fernando Millán, (que se complementa con los fondos de escritura experimental del resto de Europa -poesía concreta, poesía visiva- y de América Latina -poesía concreta, Poema/Processo-). Además de numerosos obras originales y ejemplares únicos, contiene un gran número de publicaciones con contribuciones del propio Millán y una completa colección sobre poesía visual, en particular de libros de artista de autores como Pablo del Barco, Felipe Boso, José María Iglesias, J. M. Calleja, Elena Asins, Guillem Viladot, Joan Brossa, Antonio Fernández Molina, Francisco Pino, el Grupo Texto Poético y muchos otros. A ellos se suma el conjunto de correspondencia recibida por Fernando Millán entre 1964 y 1985, con remitentes como Alain Arias-Misson, Joan Eduardo Cirlot, Ignacio Gómez de Liaño, Juan Hidalgo, Miguel Labordeta, Ernesto de Melo e Castro, Francisco Pino, Jiri Valoch, etc. El fondo se complementa con una colección de 39 carteles y 487 impresos efímeros, así como importantes revistas como por ejemplo Artesa.
En el mismo apartado de escritura experimental aparecen otros conjuntos interesantes como los de artistas José Luis Castillejo, Julio Campal, Eduardo Scala, Javier Maderuelo o José Miguel Ullán, con libros de artista -algunos inéditos-, abundante correspondencia, manuscritos, maquetas, correcciones de libros publicados, poemas inéditos y bocetos. En el caso del conjunto de Ullán hay, a modo ilustrativo, una importante colección de correspondencia (926 cartas) mantenida con autores como Julio Cortázar, Octavio Paz, José Ángel Valente, Guillermo Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Nicanor Parra, Néstor Almendros, Vicente Aleixandre, Pere Gimferrer, Jean Cassou o Vicente Rojo, entre otros, así como material de otros autores como Francisco Pino, José Antonio Sarmiento o Antonio Gómez.
Arte conceptual y diseño gráfico
Con relación al arte conceptual en nuestro país, el Archivo Lafuente incorpora obra, publicaciones, correspondencia y otra documentación vinculada al Centro de Cálculo, creado en 1968 y dirigido por el matemático Florentino Briones. Sus actividades reunieron a artistas de la época como Manuel Barbadillo, José María López Yturralde, José Luis Alexanco, etc. y los proyectos desarrollados destacaron por su carácter pionero a nivel nacional e internacional en la aplicación de la informática al arte. Este fondo en particular comprende catálogos, revistas y documentos únicos, como un sobre con facturas del primer Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas (un seminario fundamental) o una carpeta relacionada con la exposición Arte geométrico en España 1957-1989. El conjunto denominado “textos manuscritos/mecanografiados” también es de especial relevancia pues documenta proyectos, trabajos y reflexiones que tenían cabida en esta época en torno al Centro de Cálculo.
En el mismo apartado de arte conceptual es también de alto valor el conjunto reunido en torno al artista Juan Navarro Baldeweg, que contiene diversa documentación y obra única: numerosos dibujos, collages, esquemas de proyectos o fotografías que permiten acercarnos al universo creativo de Navarro Baldeweg en los primeros años de la década de 1970 y a algunos procesos creativos de su obra de arquitectura. En esta misma sección artística figura el artista Alberto Corazón, que ocupa un lugar destacado en el diseño gráfico. De los elementos que integran su fondo, destacan los relacionados con los trabajos conceptuales pertenecientes a la serie Documentos y otros que Corazón crea desde finales de los sesenta: obras originales, conjuntos de serigrafías complementarias, fotografías, diapositivas, publicaciones e impresos, audiovisuales y otros documentos. También hay piezas referidas a su faceta como diseñador: maquetas y originales realizados para Anaya, Espasa-Calpe, El País, ONCE…, obra gráfica, publicaciones o carteles.
La Transición y la Contracultura
De la época de la transición española el Archivo recoge material de colectivos políticos como La familia Lavapiés; obras originales y obra gráfica de El Cubri, equipo de historietistas españoles compuesto por el guionista Felipe Hernández Cava y los dibujantes Pedro Arjona y Saturio Alonso. De Tino Calabuig hay una prolija colección de materiales de las revistas Ajoblanco -una de las primeras expresiones de la contracultura en la época del tardofranquismo en España- y Star; o el archivo de la Revista Poesía, también denominado Fondo Gonzalo Armero.
El Archivo Lafuente también incluye material de Javier Mariscal y el extenso archivo de Nazario, uno de los referentes del dibujo underground de la década de los setenta en España, germen de la marginalidad con la que surge la nueva creación del cómic para adultos respecto al mercado editorial convencional. Se conservan cientos de documentos (fotografías, impresos, carteles, catálogos, revistas) y audiovisuales que documentan la vida y creaciones de Nazario, y la de personajes cercanos y relevantes del momento como José Pérez Ocaña, además de eventos de enorme repercusión en la época como las Jornadas Libertarias de 1977 o el festival Canet Rock de los años 1975-1977.
A ello se añade material relacionado con Isa Feu y Roger Subirachs, Miguel Farriol, Pepichek, Antonio Pamies, Joan Estrada y La Cúpula o el también amplio archivo del pintor, ilustrador y autor de cómics Ceesepe (Carlos Sánchez Pérez), constituido por unos 1.750 ítems, de los cuales aproximadamente 900 son originales: originales de los años 70, fotografías (muchas de ellas de Alberto García-Alix, Ouka Leele o Ana Torralva), guiones, material documental, etc. Además, otras obras originales (lienzos, obra sobre papel o madera, libros de artista originales, cajas o suelos) y obras gráficas.
Otros autores presentes de este periodo son, entre otros, El Hortelano, Montxo Algora, Marcos Carrasco, Miguel Gallardo, Luis Baylón, Javier Campano, Miguel Trillo, Elena Asins, o Concha Jerez. Asimismo, contiene documentación del periodista musical, escritor y guionista Jesús Ordovás, una de las grandes personalidades de la prensa radiofónica de vanguardia.
Los fondos de arte latinoamericano
En los últimos años, el Reina Sofía ha trabajado a todos los niveles y de forma muy intensa en mejorar la presencia del arte latinoamericano en su Colección y en las exposiciones. En sus fondos cuenta con material de prácticamente todos los países del continente, una representación muy notable de todos los movimientos de vanguardias que allí tuvieron desarrollo (estridentismo, martinfierrismo, creacionismo, ultraísmo, antropofagia, etc.), fondos de numerosas revistas culturales y de vanguardia de varios países (y de las posteriores revistas experimentales), primeras ediciones y colecciones de literatura, así como fondos y archivos muy completos de muchos de los principales artistas que desarrollaron sus carreras a partir de las décadas de 1960 y 1970, y que, de modo cada vez más habitual, están presentes en todas las colecciones internacionales: Augusto de Campos, Iván Cardoso, Ulises Carrión, Felipe Ehrenberg, Tomás Maldonado, Raúl Marroquín, Clemente Padín, Juan Carlos Romero, Edgardo Antonio Vigo, etc.
La posibilidad de aunar las colecciones del Museo Reina Sofía con las del Archivo Lafuente, permite formar en Europa una colección sobre arte latinoamericano equiparable, en tamaño y calidad, a la cualquier institución de primer orden internacional que albergue fondos de estas características como, por ejemplo, el International Center for the Arts of the Americas at the Museum of Fine Arts (Houston) o las colecciones de las principales instituciones del resto de países de América Latina y de Estados Unidos.
Entre las publicaciones completas que contiene el Archivo Lafuente y que ahora enriquecen los fondos del Reina Sofía, cabe destacar la serie Los Pensadores/Claridad. A principios de 1920 Antonio Zamora, inmigrante español, funda en Buenos Aires la Editorial Claridad (CEC). Zamora y un grupo de colaboradores comienzan a publicar la colección Los Pensadores, pequeñas publicaciones de treinta y dos páginas que aglutinan textos de varios clásicos de la cultura universal. Esta publicación consta de cien números y aparece entre 1922 y 1924, momento a partir del cual se convierte en revista cultural durante veinticinco números y que cambia su nombre por el de Claridad «Tribuna del pensamiento izquierdista» en 1926 logrando publicarse con irregular periodicidad hasta 1941. Estas dos publicaciones no se encuentran representadas en otra institución en España, y apenas figuran ejemplares en bibliotecas alemanas como en la Staats & Univesritatsbibliothek de Hamburgo o la Ibero-Americaknishces Institut en Berlín, y son un interesante testimonio del pensamiento crítico y político de la Argentina del primer tercio del siglo XX.
Otro fondo documental de gran importancia es el que incluye la colección completa de la revista Martín Fierro, así como manifiestos, tarjetas o fotografías, y las colecciones completas de revistas literarias bonaerenses de la época que hacen un total de casi 350 piezas. De alto interés es también el conjunto dedicado al grupo La Brasa, asociación argentina dirigida por Bernardo Canal Feijóo, que incluye textos manuscritos, folletos, impresos y manifiesto relativos a los conciertos, conferencias y exposiciones promovidas por el grupo en Santiago del Estero, desde 1925 hasta la década de los cuarenta. Entre los otros muchos materiales que documentan el arte de vanguardia latinoamericano destacan los relativos al uruguayo Joaquín Torres-García (Montevideo, 1874-1949). Pintor, profesor, escritor, escultor y teórico del arte, este fondo del archivo brilla por su abundancia y por ser una de las pocas bibliografías completas existentes del artista.
La publicación de la revista Arturo (1944) marcaría el punto de partida de una nueva propuesta del círculo artístico bonaerense en torno a Carmelo Arden Quin, Rhod Rothfuss, Gyula Kosice y Edgar Bayley. Un año más tarde formarían, junto con Raúl Lozza, Tomás Maldonado, Lidy Prati y otros, la Asociación Arte Concreto-Invención, que se dispuso a buscar una vía hacia un arte no figurativo, pero tampoco concreto o abstracto. De esta forma nació el concepto de «arte madí», que buscaba la invención y la creación en un sentido integral y multidisciplinar. Este conjunto se articula alrededor de una parte del archivo personal de Raúl Lozza, que abarca -junto con manuscritos y dibujos originales- las revistas bonaerenses completas Invención (1945), Arte Concreto Invención (1946), Arte Madí Universal (1947-1954), Contemporánea (1948), Perceptismo (1950-1953) y Arte Nuevo (1956- 1958), así como Nueva Visión (1951-1957) y la publicación trimestral A (1956-1958) -ambas dirigidas por Tomás Maldonado-, una serie de libros con colaboraciones del propio Tomás Maldonado, Arden Quin, Rhod Rothfuss y Gyula Kosice, además de diversas fotografías de época, obra original y catálogos de estos autores.
El arte de América Latina posterior a 1945 es fundamental para la construcción del relato museográfico del Museo Reina Sofía. De ahí que haya figuras que cobren especial relevancia, como la de Mathias Goeritz, pintor, escultor y poeta. En el fondo Goeritz del Archivo Lafuente, con alrededor de 1.400 piezas, se encuentran obras originales, manuscritos, fotografías, correspondencia… y destaca por su calidad el conjunto de fotografías, con trabajos de, entre otros, Marianne Gast y Armando Salas Portugal.
El Instituto Di Tella y su Centro de Artes Visuales (CAV), dirigido por el crítico Jorge Romero Brest, se constituyeron en la «institución modernizadora» del arte argentino desde 1958 hasta su clausura en 1970. Las «Experiencias» (1967-1968) reunieron a artistas como Gyula Kosice, Julio Le Parc, Marta Minujín, León Ferrari, Roberto Jacoby, Luis Camnitzer y Alberto Greco, entre otros. Algunos de los que habían colaborado con el Di Tella fundaron en 1968 el Centro de Arte y Comunicación (CAyC), dirigido por Jorge Glusberg y con una proyección internacional (Brasil y España). Entre sus colaboradores: Víctor Grippo, Jorge Glusberg, Carlos Ginsburg, Horacio Zabala, Isidoro Valcárcel Medina, Julio Plaza y Regina Silveira. El Archivo Lafuente posee unas 1.000 piezas relacionados con estos centros, entre diseños publicitarios, correspondencia, catálogos, libros y programas musicales, fotografías u obra gráfica.
La escultora y artista experimental argentina -pionera de la neovanguardia latinoamericana, vinculada en los sesenta al arte de acción, el arte postal y diversos movimientos culturales en la línea fluxus- Graciela Gutiérrez Marx trabajó entre 1976 y 1982 con el también platense Edgardo Antonio Vigo (1928-1997), uno de los principales pioneros de las vanguardias artísticas de Latinoamérica del siglo XX, produciendo obras bajo la firma “G. E. Marx-Vigo”. El archivo reúne abundante material de ambos creadores.
El chileno Guillermo Deisler 1963 fundó en 1963 Ediciones Mimbre, con la que publicó más de cincuenta títulos de autores emergentes, ilustrados con grabados originales (incluido su primer libro de poesía visual, Grrr). El Archivo Lafuente reúne en torno más de un centenar documentos en el fondo Guillermo Deisler: carpetas gráficas, libros de artista, correspondencia (con Vigo, Dias Pino, Padín…), la colección completa de Uni/vers (;), carteles y obra original.
La obra del mexicano Felipe Ehrenberg abarca el dibujo y la pintura, el arte conceptual, la performance, el mail art y el arte impreso. Funda con Martha Hellion la editorial Beau Geste Press (Devon, Inglaterra), desde donde dio a conocer el trabajo de poetas visuales y artistas experimentales, y fue editor de la revista Schmuck!, publicación colaborativa que presentó la obra de escritores y artistas latinoamericanos en Europa. El Archivo Lafuente tiene medio centenar de documentos de Ehrenberg, entre ellos correspondencia, revistas, como la colección completa de Schmuck; libros de artista, como Flechas (1972); y obra original (The tube-o-nauts, 1970, o Fillaspace is a Game of Simultaneity, 1972).
Vanguardias históricas en Europa y EE. UU
El Archivo Lafuente cuenta con una amplia y exhaustiva colección del periodo de las vanguardias históricas en Europa y EE. UU. Dentro de la corriente del futurismo, reúne casi medio centenar de obras y documentos: desde los manifiestos más representativos del movimiento, hasta libros, revistas, catálogos e impresos de sus principales exponentes, como Marinetti o Depero. Se trata de una de las colecciones más importantes a nivel internacional.
La colección Dadá permite realizar un recorrido por la historia del movimiento a través de un amplio conjunto documental conformado por carteles, manifiestos, libros, fotografías e impresos firmados, entre otros, por Hans Arp, Max Ernst, George Grosz, Raoul Hausmann, Richard Huelsenbeck, Francis Picabia, Kurt Schwitters o Tristan Tzara, y un importante conjunto de revistas como Cabaret Voltaire (1916), de Hugo Ball; Maintenant, de Arthur Cravan; Dada, de Tristan Tzara; 291, 391; o Merz, de Kurt Schwitters. Una colección equiparable a la de grandes instituciones internacionales (Pompidou, Tate, MoMA, etc.).
El surrealismo está ampliamente representado, reuniendo más de cuatrocientas obras y documentos “surrealistas” entre revistas, libros, catálogos, correspondencia, carteles, folletos, fotografías, invitaciones, impresos, etc. Figuran obras y documentos de autores de gran relevancia como André Breton, Louis Aragon, Man Ray, Salvador Dalí, Paul Éluard, Hans Bellmer, Benjamin Péret o Yves Tanguy, entre otros.
El Archivo es, además, una de las colecciones más importantes del mundo sobre impresos de vanguardias rusas, tan solo comparable a los fondos del MoMA de Nueva York, incluyendo ejemplares de impresos prácticamente imposibles de localizar en el mercado. Del conjunto destacan los libros previos a 1917, los conocidos como libros futuristas rusos, fruto de la colaboración entre poetas, escritores y artistas visuales. Son, sin duda, las obras más valiosas y difíciles de encontrar hoy: ejemplares únicos, realizados a mano, con pocas páginas y con tiradas muy reducidas, que suelen presentar collage o ilustraciones distintas en cada ejemplar. De ese singular grupo merecen destacarse algunos autores, por ejemplo: Natalia Goncharova, Velimir Khlebnikov, Aleksei Kruchenykh, Mikhail Larionov o Olga Rozanova.
El fondo de vanguardias portuguesas también es una aportación única que no tiene equivalentes en otras instituciones internacionales, probablemente tan solo en la colección de Merrill C. Berman, en parte adquirida por el MoMa. Además, es un fondo que brilla por una presencia muy destacada de documentos y, por lo tanto, de ejemplares únicos.
Por otra parte, el Archivo incluye figuras fundamentales, aunque tal vez poco conocidas, de la revolución internacional del diseño gráfico anterior a la segunda guerra mundial: Walter Dexel, Paul Schuitema, Piet Zwart, Jan Tschichold, Eric Gill y Herman Zapf.
En cuanto a la Bauhaus, el Archivo contiene la colección de los 14 Bauhausbücher, en perfecto estado de conservación, con las correspondientes cubiertas de cada ejemplar. Reúne publicaciones editadas por la escuela de la Bauhaus y documentación impresa que se realizó para promover sus actividades. En este apartado hay que resaltar los impresos efímeros (folletos e invitaciones), así como el primer folleto con el programa de la Bauhaus de 1919.
El fondo de revistas y periódicos de vanguardias (que es una pequeña parte de todas las publicaciones periódicas de las que dispone) sería equiparable al fondo de una de las colecciones europeas más importantes: el Fondo Destribats, adquirido por el grupo Lagardère para la Bibliothèque Kandinsky del Centre national d’art et de culture Georges Pompidou por 3.800.000 euros en 2005.
Adicionalmente, junto a títulos muy difíciles de localizar, debemos destacar que en el Archivo Lafuente se conservan muchas colecciones de revistas completas (en las colecciones públicas, es habitual que falten algunos números o fascículos) y que, además, presentan un estado de conservación impecable: 26 títulos completos (Abstraction création, Action, Art Concret, Aventure, Bifur, Blast, Brochure Quarterly, Broom, Cahiers d’Art, Campo Grafico, Contemporary Poetry and Prose, Der Hammer, Hemispheres, I morgen, Il Milione, L’Élan, L’esprit nouveau, L’Éternelle Revue, Les dits modernes, Les réverbères, Mauvais Temps, Omnibus, Plastique. Plastic, Social Kunst, Transition, y Wendingen).
En el Archivo destaca, con casi 600 piezas, el fondo sobre Sol LeWitt, que podría ser equiparado al que conserva la propia LeWitt Collection que gestiona el legado del artista. Cuenta con prácticamente ejemplares de todas sus publicaciones y ediciones de obra gráfica producidas por él. Además, debe tenerse en cuenta que es un fondo que presenta una elevada proporción de documentos por lo que contiene, ejemplares únicos, no disponibles en ninguna otra institución: posee invitaciones, carteles, fotografías, libros de artista y carpetas gráficas del artista norteamericano.
La colección sobre escritura y poesía experimental europea constituye uno de los conjuntos más relevantes y completos a nivel internacional sobre esta cuestión, en la medida en que se complementa con fondos de escritura y poesía experimental tanto de España como de toda América Latina. Dentro de este conjunto documental destacan las aportaciones de los franceses (espacialistas e hipergráficos), los alemanes (concretos), los portugueses (poesía visual) y, particularmente, los experimentalistas de los países del este de Europa. Se pueden destacar las colecciones completas de las revistas Approches, de Jean-François Bory y Julien Blaine, y Poesía Experimental, de António Aragão y E. M. de Melo e Castro; junto con los libros de artista como, entre otros, el de Konstellationen constellations, de Eugen Gomringer.
La colección de la revista Ou también es de gran calidad, y dentro del archivo Eugene C. Goosen (1920-1997), que también forma parte del archivo, destaca una obra original de Carl André y los collages de Ray Johnson, un artista de gran relevancia en la configuración y definición de la red internacional de arte correo.
El Fondo Ulises Carrión (1941, San Andrés Tuxtla, México-1989, Ámsterdam) consta de más de 11. 000 elementos que reconstruyen su trayectoria. Se estructura en dos apartados: uno, su propia creación artística, y dos, la gestión del espacio Other Books and So y el archivo posterior. Es único por la cantidad de piezas relevantes y originales que contiene y la escasa presencia y representación de este artista en las colecciones internacionales. Entre todos estos materiales encontramos obras y publicaciones de otros autores, como Aart van Barneveld, Guy Schraenen o Pawel Petasz. Destaca la parte dedicada a la correspondencia, cientos de cartas de Carrión y otros con artistas de todo el mundo. El fondo se completa con bibliografía sobre arte correo, reediciones de libros del autor y catálogos posteriores a su fallecimiento. El alemán Joseph Beuys (1921-1986) está representado por un extenso compendio de más de 2.000 ítems que ilustra el imaginario y la iconografía elaborada por el artista durante su carrera, así como sus inquietudes políticas.