En un acto celebrado en el Museo del Traje en el que también han participado la actriz, escritora y exgimnasta Almudena Cid, el director de la Compañía Nacional de Danza, Joaquín de Luz, y la actriz Mariamu Toure, han puesto en valor el potencial transformador de la cultura y los beneficios que conlleva para la infancia y la adolescencia, es especial para aquella en situación de vulnerabilidad.

El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el alto comisionado contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco, han presentado los programas ‘Cultura que transforma’ con los que ambas instituciones quieren promover el acceso efectivo y la participación plena en la cultura a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad.

En un acto celebrado en el Museo del Traje en el que también han participado la actriz, escritora y exgimnasta Almudena Cid, el director de la Compañía Nacional de Danza, Joaquín de Luz, y la actriz Mariamu Toure, han puesto en valor el potencial transformador de la cultura y los beneficios que conlleva para la infancia y la adolescencia, es especial para aquella en situación de vulnerabilidad.

El ministro de Cultura y Deporte ha destacado «desde el Ministerio de Cultura y Deporte haremos todo lo posible por facilitar el acceso a la cultura y al deporte a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, facilitando al máximo que se produzca la conexión entre las personas y sus sueños».

Por su parte, el alto comisionado ha asegurado que con estos programas y medidas concretas “damos un paso importante para incluir las políticas culturales en la agenda de lucha contra la pobreza infantil, reconociendo el potencial transformador que tiene la cultura en una semana en la que, además, hemos conocido la fuerte inversión en infancia prevista en el proyecto de Presupuestos para 2023”.

‘Cultura que transforma’

La infancia es una etapa fundamental en el desarrollo en la que el acceso y la participación cultural tienen unos efectos muy positivos. Algunos de estos beneficios son el aprendizaje y desarrollo de nuevas habilidades que pueden contribuir, entre otras cosas, a un mejor desempeño educativo, la mejora del bienestar socioemocional, el aumento de la autoestima y de la confianza en uno mismo y los demás, así como la creación de nuevas oportunidades y promoción de talentos.

La cultura es, además, una excelente herramienta de transformación social que puede combatir algunas de las consecuencias de la pobreza infantil y promover la inclusión de la infancia y la adolescencia más vulnerable. Sumadas a las políticas de garantía de ingresos y de acceso a derechos como la educación o la sanidad, las medidas y programas destinados a garantizar el acceso efectivo y la participación plena en actividades culturales, suponen una vía única para generar cohesión social por su capacidad para mejorar la autopercepción, el bienestar emocional y generar vínculos.

Para asegurar que la infancia y la adolescencia tiene acceso a la cultura y a los beneficios que esta comporta es necesario combatir ciertos obstáculos, como la distribución territorial de la oferta cultural, el precio de las entradas a espacios o eventos culturales o del material o las matrículas de las actividades, la falta de información por parte de las familias o el distanciamiento de las instituciones culturales. Sin embargo, no existe un obstáculo en el interés: la evidencia muestra cómo la infancia y la adolescencia se interesan por igual en cultura, independientemente de su nivel socioeconómico.

El objetivo de los programas ‘Cultura que transforma’ puestos en marcha por el Alto Comisionado y el Ministerio, muchos de los cuales se encuentran en fase de escalada, es satisfacer este interés, garantizar que la infancia y la adolescencia tiene acceso a estos beneficios y combatir los efectos de la pobreza infantil y trabajar por la mejora de la inclusión de niños, niñas y adolescentes.

Los programas ‘Cultura que transforma’ se vinculan con seis ejes culturales para los que existe evidencia contrastada: bellas artes, cine, música, teatro, danza y literatura. En total, se han puesto en marcha ocho programas en diferentes territorios en ramas como el fomento de la lectura durante la primera infancia, talleres en museos, creación cinematográfica, práctica musical colectiva o campamentos de verano ‘multiartes’. Además, se han desarrollado dos redes de ámbito estatal: la Red Música Social, que tiene el objetivo de fomentar la inclusión a través de la práctica musical colectiva; y la Red Estatal de Promoción Lectora Infantil y Juvenil ‘Leer Transforma’, dedicada a impulsar la lectura y la cultura a través de actividades lúdicas y didácticas.