Las castañas son el fruto seco por excelencia cuando llega el frío, son mucho más que un alimento saludable, ya que además de tener un alto valor nutricional son ideales para rituales de belleza porque hidratan, reparan y regeneran la piel.
Según datos de los expertos nutricionistas de www.nutritienda.com, la empresa online líder en productos de salud y belleza, poseen una composición más parecida a la de un cereal que a la de un fruto seco, ya que son fuente de fibra y de hidratos de carbono complejos, por lo que aportan la energía perfecta para afrontar los cambios de tiempo de estos meses locos en los que un día hace calor y el siguiente mucho frío.
El contenido en grasa de las castañas es considerablemente inferior si se compara con el de otros frutos secos como las nueces o las almendras, y su contenido calórico también, por lo que son el aliado perfecto para saciarse entre horas. Además, son absorbidas por el organismo de una manera lenta por lo que mantienen los niveles de azúcares equilibrados y se evita la sensación de hambre. Destacan también por su contenido en vitaminas del grupo B (B1 y B6) y minerales como el potasio y el fósforo.
Para una mejor digestión es recomendable consumir las castañas cocinadas, por ejemplo, asadas, ya que, al ser un alimento rico en taninos, si se consumen en crudo pueden producir alguna molestia intestinal, además, es conveniente que, si se recogen directamente en el bosque, sean almacenadas durante una semana para que su contenido en taninos disminuya.
Las castañas, además de ser un alimento saludable, son un fruto seco asociado a tradiciones y rituales funerarios, existía la creencia que, por cada castaña que se tomaba el día de todos los santos, un alma era liberada del purgatorio, por lo que en esas fechas existen multitud de fiestas alrededor de las castañas.
Se crea o no en rituales, lo que si es cierto es que han sido base de la alimentación desde la antigüedad: los romanos plantaron castaños masivamente ya que su fruto, junto con el trigo, era primordial, se usaban como sustituto de los cereales, sobre todo en épocas de escasez, la harina de castañas se utilizaba para la elaboración de pan y pasteles.
Una vez vistas sus propiedades nutricionales, estos son sus beneficios como ritual de belleza en las distintas partes del cuerpo:
Cara
Se puede echar un poco de aceite de castaña en la piel, dejar actuar unos minutos y luego quitar con un algodón, al tener vitamina B dará mucha luminosidad a la piel. También se puede hacer una mascarilla cociendo tres castañas sin piel, una vez hervidas se trituran junto al agua y se echa una cucharada de aceite de almendras, miel y unas gotas de leche. Esta mascarilla se puede extender por toda la cara teniendo cuidado en el contorno de ojos y se deja actuar diez minutos, después se retira con agua templada.
Cuerpo
Después de dar un pequeño masaje, deja la piel muy suave y el efecto peeling del azúcar favorece la circulación y elimina las células muertas. También se pueden cocer unas castañas y triturar junto con dos cucharadas de aceite, un poco de agua y miel y usarlo como si fuese una mascarilla para el cuerpo, se deja actuar unos minutos y después se quita con agua dejando la piel suave e hidratada.
Cabello
Por otro lado, se pueden usar para el aclarado del pelo, una vez cocidas se usa el agua de la cocción para el último aclarado del pelo, dará brillo al cabello, pero tienen que tener cuidado las personas con cabellos claros ya que puede dejar unos reflejos cobres, por lo que es preferible para pelos oscuros y castaños.
Cómo escoger las mejores castañas
– Hay que elegir las que sean más grandes.
– No deben tener manchas.
– El color debe ser brillante.
– La piel tiene que ser tersa.
– No deben tener perforaciones y al apretarlas estar duras.
Cómo conservarlas y cocinarlas
También se pueden congelar para que duren más tiempo y una vez descongeladas es recomendable rehidratarlas, es decir, se ponen en un recipiente de agua durante un par de horas para que se hidraten. Antes de cocinarlas se pueden sumergir en agua para ver si todas están en condiciones óptimas, las que floten es mejor desecharlas ya que o están vacías o no están buenas. Y ya, por último, antes de cocinarlas hay que hacer una incisión en la parte más blanca para que no salten o revienten.
Pero, las castañas no son solo un alimento, son mucho más que eso, ya que cada vez se usan más como rituales de belleza. Desde Nutritienda.com animamos a todos a seguir estos consejos para lucir un aspecto estupendo tanto por dentro como por fuera.
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