El Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira decidió ayer asumir las recomendaciones de la Comisión de Seguimiento del Plan de Conservación Preventiva de la cueva y continuar con los protocolos de conservación establecidos, y con el sistema de acceso de las visitas a la cueva, que continuará con la lista de espera conformada entre 1999 y 2002.
Los resultados de los estudios científicos realizados en los últimos años constatan que, conforme a las condiciones y protocolos de acceso seguidos en las visitas públicas, la presencia humana no supone un impacto negativo para la conservación de las pinturas.
Con estos datos, el Patronato ha decidido ratificar el actual sistema de visitas vigente desde que en el año 2020 se instaurara el acceso mediante lista de espera debido a la pandemia por Covid 19. Un sistema que, en palabras del director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, Isaac Sastre, está resultando muy exitoso entre aquellos visitantes que se inscribieron y que ahora tienen la oportunidad de visitar la cueva tras más de 20 años.
La conservación de la cueva está sometida a un estricto sistema de seguimiento y control establecido en el Plan de Conservación Preventiva. Las condiciones ambientales de la cueva están monitoreadas en continuo a través de tecnología puntera. A ello se suma el esfuerzo del equipo pluridisciplinar en el que intervienen tanto técnicos del propio Museo, como de otras instituciones como la Universidad de Cantabria, y que deben de trabajar respetando los protocolos de acceso.
La reunión estuvo presidida por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y contó con la asistencia del presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. En ella, la directora del Museo, Pilar Fatás, informó sobre la actividad desarrollada por el Museo de Altamira en los últimos cinco años.
Más de 1,3 millones de visitas
Durante este período, más de 1.300.00 personas han visitado la institución. Destaca especialmente el último año 2022 en que el Museo ha recuperado su actividad previa a la crisis sanitaria llegando hasta los 250.000 visitantes, y posicionándose como el segundo museo estatal más visitado.
A lo largo de estos cinco años, el Museo de Altamira ha realizado 25 exposiciones temporales tanto de producción propia como en colaboración, que ponen en valor un patrimonio muy diverso. Y es que el Museo ha difundido exposiciones sobre artistas actuales, o del arte rupestre de los cinco continentes. Entre las colaboraciones externas destacan exposiciones como la que presentó los calcos de arte rupestre del Museo Nacional de Ciencias Naturales en 2017 y los custodiados por el Museo Arqueológico Nacional en 2022.
La programación cultural ha estado repleta de actividades que conjugan formatos clásicos con innovadores como arqueología experimental y talleres que abordan el arte, recorridos teatralizados, circo, o actividades en el entorno natural del Museo. Propuestas que ha podido disfrutar tanto el público general (más de 46.400 personas) como el escolar (más de 151.000 alumnos).
En su vertiente virtual, la institución continúa incrementando su presencia llegando a sumar más de 64.500 seguidores, un 12,5% que el año anterior. Además, la cueva y Museo de Altamira está presente en aplicaciones como GVAM y Second Canvas o en exposiciones virtuales de Google Art Project.
La colección del Museo ha incrementado a lo largo de estos años con diversas adquisiciones que muestran cómo los creadores contemporáneos se inspiran en el arte de Altamira.
En estos últimos años el Museo ha estado potenciando la investigación arqueológica y del arte rupestre de la cueva de Altamira. Por un lado, se está realizando la identificación, registro y catalogación de las representaciones artísticas en el interior de la cueva. Por otro lado, con el proyecto Altamira prospecta se pretende identificar las ocupaciones humanas del Paleolítico inferior y medio en el entorno exterior de la cueva.
Nuevos proyectos para 2023La institución ha presentado los proyectos que desarrollará este 2023, con una programación que, una vez más, apuesta por la diversidad y la colaboración.
El público podrá disfrutar de exposiciones temporales como ‘Elogio del Antropoceno’, de Juan Martínez Moro, catedrático de Dibujo en la Universidad de Cantabria, o el proyecto ‘With Hands Signs Grow’, que llegará a Altamira tras su paso por la Bienal de Venecia.
El Museo, junto con el Ministerio de Cultura y Deporte y el Gobierno de Cantabria, trabajará a lo largo de este año en la puesta en marcha del Centro de Arte Rupestre de la UNESCO, que se ubicará en Santillana del Mar.