El Museo de Altamira se suma a la celebración del Día del Libro con la exposición «Altamira y los inicios del turismo»
La muestra plantea un viaje al pasado a través de las primeras guías de viajes que forman parte del fondo antiguo de la biblioteca del museo
Destacan las seis guías de viaje editadas entre 1926 y 1935 por la Junta Protectora y el Patronato Nacional de Turismo, que se encargaron a Hugo Obermaier, uno de los primeros prehistoriadores que investigó la cueva
Además, vuelve a sumarse a la campaña internacional de liberación de libros para compartir lecturas y hacer del mundo una biblioteca
Hasta el mes de julio, el museo muestra las primeras guías de turismo que conserva en el fondo antiguo de su biblioteca y propone un viaje a las primeras décadas del siglo XX, cuando se comenzaba a gestar un incipiente turismo con destino a los monumentos históricos y arqueológicos, entre los que estaba la cueva de Altamira.
El crecimiento de las visitas obligó a las instituciones a dotar a estos sitios patrimoniales de infraestructuras y servicios. Para Altamira, la Junta Protectora de la cueva construyó una carretera de acceso y un pequeño museo en una casona montañesa.
Paralelamente,comenzaron a publicarse las primeras guías de viaje, poderosa herramienta informativa y propagandística. Originalmente se trataba de ediciones de pequeño formato, fáciles de transportar, y que contenían la información necesaria para planificar la visita.
Guías para viajar hacia el primer arte
El espacio muestra seis guías de viaje editadas entre 1926 y 1935 por la Junta Protectora de la cueva de Altamira y el Patronato Nacional de Turismo. Ambas instituciones encargaron su redacción a Hugo Obermaier, uno de los primeros prehistoriadores que investigó la cueva de Altamira.
A lo largo de sus páginas, Obermaier introduce brevemente las formas de vida durante el paleolítico, describe la historia del descubrimiento y las primeras adaptaciones de la cueva para la visita turística. A continuación, pasa a relatar el arte de Altamira, tan admirado por este prehistoriador y es que “pocos lugares del mundo entero pueden dejar en la mente del visitante un recuerdo tan duradero, una impresión tan profunda”.
Junto a estas explicaciones, las guías incluían mapas e itinerarios en los que se detallaba información sobre el transporte público, poblaciones y monumentos más importantes de la zona que a menudo incluían mapas.
‘La cueva de Altamira y la villa de Santillana del Mar’ fue la primera guía que encargó la Junta en 1926. En 1929 se publica una segunda edición que incluía información de la recién descubierta cueva de Estalactitas, la cual, en palabras de Obermaier, “nos presenta, con belleza extraordinaria, el arte de la naturaleza”, frente a la cueva de Altamira, en la que culmina el arte del ser humano.
El carácter mediático de la cueva atrajo desde los primeros momentos no sólo a visitantes nacionales, sino también a internacionales. Por ello, ya desde 1928 el Patronato Nacional de Turismo publicó ediciones en inglés.
Acompañando a estas guías de viaje se expone una entrada a la cueva expedida por la Junta (1925 y 1939). Un ‘Billete personal para visitar la cueva’ de dos pesetas en el que ya se detallaban normas básicas de visita.
su arte rupestre. Y es que el arte de Altamira también puede conocerse a través de publicaciones, documentos y objetos históricos que relatan el devenir de la cueva desde su descubrimiento hasta nuestros días.
La biblioteca del Museo gestiona una gran colección especializada en campos como la arqueología, la prehistoria y el arte rupestre. Y dentro de esta gran colección, destaca el fondo antiguo de publicaciones.
Durante 2022, se reordenó este fondo antiguo entre el que se encuentran las primeras guías turísticas de la cueva de Altamira editadas en los años 20 del siglo pasado, unos ejemplares de gran relevancia para el Museo y que han sido restaurados para la ocasión
Campaña del Día del Libro
En la semana en que se celebra el Día del Libro, el Museo de Altamira se suma un año más a la campaña internacional de liberación de libros para compartir lecturas y hacer del mundo una biblioteca.
Desde el jueves 20 hasta el domingo 23 de abril, las personas que visiten el centro podrán dejar y recoger, de manera gratuita, libros de temáticas muy diversas, desde poesía o novela hasta publicaciones especializadas y catálogos de exposiciones temporales. Cada uno de ellos está acreditado en la página oficial de ‘Bookcrossing’, de manera que los lectores pueden registrar sus pasos para que estos libros sigan viajando y que otras personas disfruten de su lectura.
Datos de interés:
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