La muestra reúne medio centenar de piezas entre las que destacan carrozas, trineos, un carruaje infantil y dos Mercedes-Benz de los años 40
La colección de vehículos y carruajes de Patrimonio Nacional, una de las mejores del mundo, conserva obras del siglo XVI al XX
Ana de la Cueva, presidenta de Patrimonio Nacional: “Esta exposición es una metáfora del movimiento y el impulso que la Galería está suponiendo para nuestra institución”
La Galería de las Colecciones Reales inaugura el espacio dedicado a exposiciones temporales con ‘En movimiento. Vehículos y carruajes de Patrimonio Nacional’
Medio centenar de piezas, entre ellas varias carrozas, vehículos, trineos e incluso una litera de viaje, ofrecen al visitante la posibilidad de explorar la historia del carruaje en España y su papel como representación del poder, desde el siglo XVI al XX.
La presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, el director gerente de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga, y la comisaria de la exposición, Isabel Rodríguez, han presentado esta mañana la muestra, que podrá verse hasta junio de 2024 en la planta –3 de la Galería de las Colecciones Reales. La visita está incluida en la entrada general de la Galería.
La presentación de la exposición temporal se realiza a una semana exacta de la apertura de la Galería de las Colecciones Reales. Ana de la Cueva ha querido destacar que el título de la muestra, ‘En movimiento’, “es una metáfora de la propia Galería y de la transformación que está impulsando en Patrimonio Nacional en cuanto a visibilidad, apertura y modernidad”. Por su parte, Borja Baselga ha señalado que en la Fundación Banco Santander “estamos muy orgullosos de nuestro compromiso con esta institución, y muy felices de formar parte de la inauguración de esta espectacular Galería.”
Icónico transporte de la monarquía
La colección de carruajes de Patrimonio Nacional es una de las mejores del mundo. Su uso por parte de la monarquía y corte española comenzó en el XVI, momento en que se convirtió en el transporte de moda para los traslados entre Madrid y el resto de Reales Sitios, como parte de la escenografía del poder de la monarquía. Hoy en día se siguen empleando carrozas durante la celebración de actos oficiales, como en la entrega de cartas credenciales de los embajadores al rey.
En la exposición se pueden ver piezas únicas por su belleza y por su tecnología avanzada para la época, como la Berlina Dorada, de mediados del siglo XVIII, el Landó de bronces, de 1829 o el Coche de Concha y el Coche de Cifras, que pertenecieron a Carlos IV y María Luisa de Parma.
Además de su relevancia histórica, las carrozas reflejan la enorme calidad y refinada estética de todos los artesanos que participaban en su fabricación: ebanistas, escultores, guarnicioneros, doradores e incluso miniaturistas.
La museografía juega con la metáfora del viaje, ya que se articula en una galería central desde la que el público puede asomarse a través de unos grandes ventanales y contemplar las obras desde diferentes puntos de vista. Unas pantallas táctiles permiten al visitante explorar los interiores de vehículos y carruajes. Para finalizar la exposición, un audiovisual resume la historia de las Reales Caballerizas y explica su uso actual como parte esencial en algunos actos oficiales.
La conservadora de carruajes de Patrimonio Nacional, Isabel Rodríguez, ha destacado que la muestra “reúne un conjunto de piezas singulares que no estaban expuestas” y logra “acercarnos a la vida de la Corte y a la escenografía representativa la monarquía a través de obras únicas, monumentales y de belleza impactante”. “Son auténticas obras de arte, que, además, proporcionaban seguridad y confort a quienes iban en su interior”, ha dicho.
Los Mercedes-Benz de la colección
Patrimonio Nacional conserva algunos vehículos singulares que también se exhiben en la exposición, como el carruaje infantil de la reina Isabel II y dos trineos de madera con ricas decoraciones, uno de ellos con forma de dragón, posiblemente regalo del zar Alejando III a Alfonso XII. Completan la muestra dos automóviles Mercedes-Benz, un todoterreno fabricado en 1939, regalado por Hitler al general Franco en 1940, y el clásico modelo ‘Grosser Mercedes’ de 1942; ambos vehículos, de la colección de Patrimonio Nacional, estaban expuestos en la Sala Histórica de la Guardia Real.
‘En movimiento’ también muestra objetos relacionados con los viajes de los monarcas. Se exhiben dos baúles de viaje del Real Monasterio de La Encarnación, similares a los que usaban en sus desplazamientos. Del guadarnés del Palacio Real de Madrid proceden las sillas de montar, alforjas, estribos y arneses. Y el Museo del Prado presta siete cuadros con escenas cortesanas en las que los coches de caballos tienen un especial protagonismo.
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