El Museo Reina Sofía será el heredero de toda la obra de Eva Lootz
Eva Lootz dona 36 obras al Museo Reina Sofía, valoradas en más de medio millón de euros.
A esta donación se añade una promesa de legado de toda su obra.
La importancia de la obra de Eva Lootz, artista visual contemporánea nacida en Austria en 1940 y residente en España desde los años sesenta, así como la influencia ejercida en la escena artística española, es incuestionable. Su producción se encuadra en el contexto de las tendencias experimentales del arte español desde los años setenta. Ha trabajado con múltiples registros y entre los elementos constantes en su obra cabe mencionar la memoria, el tiempo, el silencio y algunos de los problemas esenciales del ser humano.
Durante el acto de firma, que ha tenido lugar hoy en el Museo, y al que ha asistido la directora de la Fundación Museo Reina Sofía, Carolina González, y el director del Museo, Manuel Segade, Eva Lootz ha manifestado que siente una enorme gratitud hacia España, país que le ha permitido hacer y ser lo que quería.
La donación que ahora realiza la artista es un conjunto representativo de su obra centrado en algunos de los elementos esenciales de su lenguaje de las últimas décadas del siglo XX y primera década de los 2000, lo que permite una lectura muy completa de la evolución de su trayectoria.
El Museo solo disponía hasta el momento de seis obras de esta artista, así que las 36 piezas donadas a la Fundación, que se van a integrar en la Colección del Museo Reina Sofía son fundamentales para la construcción del discurso visual, estético, histórico y teórico de una de las mayores artistas experimentales de nuestro país. Además del inestimable valor de estos trabajos, su incorporación tiene especial interés dado que van a formar parte de una importante investigación que se está llevando a cabo en el Departamento de Colecciones del Museo, con el objetivo de obtener un mapa de las obras de mujeres artistas, producidas no solo en España sino en otros países europeos, dentro de la Colección. En definitiva, la donación y el legado de Lootz, compuesto por trabajos de todas sus etapas creativas, van a ayudar a que su obra sea estudiada, catalogada, custodiada, difundida y, en un futuro, digitalizada.
Una obra variada y multidisciplinar
El valor global de la donación de las 36 obras donadas asciende a más de medio millón de euros y fueron realizadas a lo largo de las décadas de los setenta, ochenta y noventa del siglo XX, en diversos formatos. A ellas se añaden dos instalaciones -Tú y yo II, 2000 y Niña de postguerra, 2005- y seis obras audiovisuales, de los primeros años del siglo XXI.
Sus propuestas de los años setenta y principios de los ochenta, (la donación incluye 11 obras de esta época) se sitúan entre las aportaciones más relevantes de su producción. Sus referentes en aquellos años eran los minimalistas norteamericanos o artistas europeos como Joseph Beuys, Mario Merz o el trabajo feminista de Eva Hesse. En sus obras tempranas, en las que las superficies de pared parecen cuadros sin serlo, asistimos a la conquista de materiales menores e inusuales y a la composición con ellos de un tipo de objeto híbrido. son piezas “que hablan de lo comestible, lo corporal y manipulable, sexual o atrayente”, según la artista. Con los años incorpora nuevos materiales y realiza formas que aluden al cuerpo y a la percepción. De rechazar todo componente narrativo, pasa a otra etapa en la que introduce el lenguaje, con textos que hablan de su hacer artístico. Sus inquietudes políticas, medioambientales y feministas, están presentes en los trabajos desde sus inicios, pero van cobrando protagonismo, junto a la idea de circuito, circulación e intercambio.
A inicios de los noventa Lootz explora con otros objetos (pies, zapatos, suelas o guantes) como símbolo de la presencia humana para indagar en cuestiones formales y alegóricas. De estos años ingresan en el Museo 17 obras, entre ellas una selección de 10 fotografías de la serie Pequeño teatro de derivas, 1994. En estas miniescenas de personajes solos, dúos o tríos, que conforman escenas de un pequeño teatro, Eva Lootz busca la representación teatral, y se intuye como dramaturgia del pensamiento potenciando el carácter escénico en sus obras.
Sus instalaciones confirman las aptitudes de Lootz de enfrentarse al espacio, para dialogar e intervenirlo, e incluso transformarlo. Dos instalaciones, Tu y yo II, 2000 y Niña de postguerra, 2005, se incorporan a la Colección del Museo a través de esta donación realizada a la Fundación.
Finalmente, mencionar la donación de 6 obras audiovisuales, fechadas entre 2002 y 2011, cuya importancia reside entre otras cosas en que hasta el momento el Museo no disponía ninguna obra de Lootz de estas características.
Sobre Eva Lootz
Tras estudiar Filosofía, Artes Pláticas y Dirección de Cine y Televisión en Viena, Eva Lootz se instala en España en 1965, junto a Adolfo Schlosser. Su actividad expositiva comienza en 1973, en la galería Ovidio de Madrid, si bien entra en contacto con el contexto artístico español, conociendo a Navarro Baldeweg o Patricio Bulnes a través de la Galería Buades, donde expone en 1976 y 1979. A lo largo de su amplia trayectoria ha realizado una actividad multidisciplinar, en la que destaca su obra en papel (dibujos y grabados), su labor escultórica, principalmente instalaciones con las que explora y reflexiona sobre la intervención humana en la naturaleza.
El interés por el dibujo y el arte gráfico ha ido cobrando relevancia a partir de los años 90, gracias a diferentes series temáticas como las tituladas: Mandalas de sangre, de 1996-97, Leche negra, 1997, La interpretación de los sueños, de 2000, o Ellas (María Zambrano), 2009, todas ellas con referencias textuales que van desde lo tipográfico hasta, en algunos casos, la definición o la evocación.
Sus trabajos han podido verse no sólo en España sino también en Suecia, Noruega y Francia. Ha trabajado la fotografía y ha participado en distintas películas. Además, junto a Adolfo Schlosser, Navarro Baldeweg y Patricio Bulnes creó la revista experimental Humo. Ha realizado intervenciones permanentes en espacios públicos como No-Ma-De-Ja-Do en la isla de la Cartuja (Expo 92), La Mano De Linneo en Bohuslän (Suecia 1996) y Endless Flow en Silkeborg (Dinamarca 2002).
Lootz recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1994 y Premio Francisco Prieto de la Fundación Real Casa de la Moneda de Madrid, en 2009. Un año más tarde, Premio MAV de las Mujeres en las Artes Visuales y en 2013, el Premio Arte y Mecenazgo. La obra de Eva Lootz forma parte de las colecciones de los principales museos y centros de arte en nuestro país: MACBA, Barcelona; IVAM, Valencia; Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo -ARTIUM-; Museo Patio Herreriano / Colección Arte Contemporáneo, Valladolid; en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Lootz tiene 9 obras (dibujos, esculturas e instalaciones), fechadas entre 1971 y 2020.
En 2002 el Museo Reina Sofía presentó en el Palacio de Cristal la instalación de Eva Lootz, La lengua de los pájaros, en la que la artista aprovechó el parecido del espacio con una gran pajarera o volière para recrear un ambiente comunicativo basado en la forma de expresión de los pájaros: el canto.
Firma donación Eva Lootz, 25 de julio 2023. El director del Museo, Manuel Segade, la artista Eva Lootz, y Carolina González, directora de la Fundación Museo Reina Sofía.
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