Chagall. Un grito de libertad presenta por primera vez la obra del gran artista ruso en el marco del complejo contexto histórico y biográfico que determinó su existencia.
Las dos guerras mundiales, la persecución nacionalsocialista al pueblo judío y el exilio son, sin duda, los acontecimientos que más marcaron al pintor, y su obra se hace eco de la postura que adopta ante tales circunstancias.
Impulsado por un fuerte compromiso sociopolítico de cariz humanista, el trabajo de Marc Chagall (1887-1985) se ofrece desde esta nueva perspectiva que muestra su pintura como un conmovedor testimonio de su tiempo; un tiempo cuya convulsión sigue estando presente en el nuestro.
A lo largo de su vida, Marc Chagall atravesó algunos de los acontecimientos más traumáticos del siglo XX, entre ellos, las dos guerras mundiales, que le obligaron a experimentar el desarraigo y la migración, condición encarnada por las figuras que pueblan tantas de sus pinturas. Desde su infancia en Rusia, donde nació, pasando por Francia, Alemania, Palestina y Estados Unidos, hasta su vuelta a Francia después de un exilio de siete años, la exposición hace un recorrido cronológico y temático por su obra tomando en consideración la postura del artista ante las convulsiones del siglo que le tocó vivir.
En un desafío a los preceptos de sus raíces judías hasídicas, que restringían la representación de imágenes tridimensionales para evitar la tentación de idolatría, Chagall emprendió su carrera de artista muy temprano. Quizá fue esa restricción uno de los motivos por los que su pintura se mantuvo siempre en el terreno de la representación figurativa —a pesar de verse influido durante su estancia parisina por algunos de los movimientos más importantes de las vanguardias históricas como el cubismo, el fovismo o el futurismo—, al tiempo que se inundaba de elementos mágicos y ensoñaciones fantásticas, que le permitían huir de una realidad difícilmente asimilable. Marcada por las vicisitudes vitales, su obra se mueve en un mundo entre lo real y lo imaginario, mostrando, sin embargo, el hondo compromiso de su autor con el hombre y sus derechos, con la igualdad y la tolerancia entre los seres.
Chagall. Un grito de libertad incide así en algunas de las cuestiones que más preocuparon al artista desde un novedoso punto de vista. El trabajo de archivo y la profunda labor de investigación que se han realizado para este proyecto buscan abrir caminos a una nueva lectura de la obra de Chagall y poner de manifiesto su fe inamovible en la armonía y la paz universal, mediante el establecimiento de miradas y diálogos cruzados con la historia que se estaba escribiendo.
Con un recorrido que supera las ciento sesenta obras, la exposición presenta, además, como novedad, un conjunto de más de noventa documentos, en su mayoría inéditos, procedentes del Archivo Marc e Ida Chagall. Asimismo, podrá contemplarse, por primera vez, una selección de los escritos del artista en yidis, su lengua materna, en la que expresaba preferentemente sus compromisos políticos y humanistas.
La muestra cuenta con el apoyo de importantes instituciones y colecciones particulares internacionales, entre las que figuran las siguientes: Fondation Marguerite et Aimé Maeght, SaintPaul-de-Vence; Philadelphia Museum of Art, Filadelfia; Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York; Tel Aviv Museum of Art; The Art Institute of Chicago; Centre Pompidou. Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París, o Musée National Marc Chagall de Niza.
La exposición ha sido coorganizada por Fundación MAPFRE, La Piscine – Musée d’Art et d’Industrie André-Diligent, Roubaix, y el Musée National Marc Chagall, Niza.
Marc Chagall
Nacido en 1887 en Vítebsk (en la actual Bielorrusia) como Moshe Segal, Marc Chagall fue el mayor de nueve hermanos. Desde pequeño recibió una educación judía tradicional.
En 1906 comienza su formación artística con Yuri Pen, en la escuela de dibujo y pintura de su ciudad. Un año después viaja a San Petersburgo, donde asiste a la Escuela Imperial de Dibujo para el Fomento de las Artes. Continúa sus estudios en San Petersburgo hasta que en 1911 marcha a París, y allí se impregna de las modernas tendencias artísticas europeas. A través del poeta Guillaume
Apollinaire, conoce a Herwarth Walden, fundador de la galería Der Sturm de Berlín, donde el pintor celebra en 1914 su primera exposición individual con 240 obras. El estallido ese año de la Primera Guerra Mundial, cuando se encuentra de visita en Rusia, le obliga a permanecer en el país los siguientes ocho años.
En 1917, tras la Revolución de Octubre y el ascenso al poder de los bolcheviques, obtiene el estatus de ciudadano ruso de pleno derecho después de años de discriminación por su origen judío.
Un año más tarde, Anatoli Lunacharski, Comisario del Pueblo para la Educación, invita a Chagall a fundar la Escuela Popular de Arte de Vítebsk y lo nombra Comisario de Bellas Artes de la ciudad. A la escuela son invitados como docentes artistas de la talla de El Lissitzky o Kazimir Malévich. Este último, que gana adeptos tras promover el arte abstracto frente a la figuración, sustituirá a Chagall en la dirección de la institución.
En el verano de 1920, Chagall se traslada a Moscú. Es invitado a realizar la decoración del Teatro Nacional Judío de Cámara de Moscú (GOSEKT) y participa activamente en la vida artística judía.
Abandona definitivamente Rusia en 1922 y, tras pasar unos meses en Berlín, se instala en Francia un año más tarde.
En 1931 asesora la creación del Museo de Arte Judío de Tel Aviv y pasa casi tres meses en Palestina. Con la llegada al poder del régimen nazi en Alemania, sus obras son descolgadas de los museos del país y tres de ellas se presentan en la exposición Arte degenerado en 1937, año en el que el artista obtiene la nacionalidad francesa. El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana de Francia extiende la represión antisemita en el país, por lo que finalmente, en 1941, emprende su camino al exilio en Estados Unidos.
En 1948 regresa a Francia y recibe importantes encargos para realizar escenografías teatrales, ilustración de libros, pinturas y obras monumentales entre las que se cuentan vidrieras para distintos lugares. A partir de este momento trata de transmitir un mensaje de paz a través de su obra. Durante las últimas décadas de su vida se le dedican destacadas exposiciones en el Musée National d’Art Moderne de París o en la Fondation Maeght de Saint-Paul-de-Vence, y en 1973 se inaugura en Niza el Musée National Marc Chagall para albergar el ciclo de diecisiete cuadros del Mensaje bíblico. Marc Chagall fallece la noche del 28 de marzo de 1985 en Saint-Paul-de-Vence, donde está enterrado.
Datos de interés:
La exposición se puede visitar del 2 de febrero al 5 de mayo en la sala de exposiciones de la Fundación Mapfre, situada en el Paseo de Recoletos, 23, Madrid.