El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha participado en el diálogo ministerial ‘Cultura para el desarrollo socioeconómico’ en la Cumbre de la Cultura 2024 de Abu Dhabi (Culture Summit Abu Dhabi 2024). En este foro, Urtasun ha avanzado las líneas estratégicas de Mondiacult 2025, la Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible de la UNESCO, que citará a los ministros de cultura de todo el mundo en Barcelona el año próximo. Entre ellas, destacan la ampliación de los derechos culturales, el desafío de la inteligencia artificial o la ‘Cultura de la Paz’, temas sobre los que ha tenido oportunidad de tratar en la reunión que ha mantenido con el subdirector general de Cultura de la UNESCO, Ernesto Ottone.
En la cumbre, el ministro ha defendido que la agenda de Mondiacult 2025 servirá “para confirmar nuestro compromiso para que la cultura adquiera la merecida condición de Objetivo de Desarrollo Sostenible para la Agenda post-2030 y como Bien Público Global con un contenido claro y definido”. Y ha recordado que así lo reconocieron ya los ministros de cultura de la Unión Europea en la ‘Declaración de Cáceres’, impulsada por España en el marco de la Presidencia española de la Unión Europea el pasado septiembre. Se trata, en palabras del ministro, de “un bien que es fuente de bienestar y riqueza, y también es esencial para la diversidad, el respeto a los derechos humanos y para la paz”.
En este sentido, ha subrayado la importancia que los derechos culturales tendrán en la agenda de Barcelona. Por ello, ha defendido la necesidad de “promover y proteger el acceso de todos los ciudadanos a los bienes culturales, no solo para su disfrute, también para su participación activa”. Así, según ha concretado, “debemos defender y reforzar los derechos culturales, la libertad de expresión y de creación y la protección legal del acceso a la cultura”. Y ha asegurado que ese es su compromiso como ministro de Cultura del Gobierno de España, mencionando medidas como “el desarrollo del Estatuto del Artista, que asegura condiciones laborales dignas para los trabajadores del mundo de la cultura; y la creación de una nueva Dirección General de Derechos Culturales”.
Además, ha explicado que estas acciones “las debemos poner en marcha en un entorno cambiante marcado por la irrupción de la IA y las nuevas tecnologías”. Según Urtasun, el sector cultural y creativo debe aprovechar las nuevas herramientas y lenguajes para la expresión artística, nuevos modelos de negocio, creación de puestos de trabajo”. Y ha matizado que “todo este impulso creativo debe ir acompañado de la promoción de los derechos de los trabajadores del sector y de la diversidad creativa, salvaguardando los derechos de autor”. En esta línea, ha mencionado la creación de una Oficina de Propiedad Intelectual “con el objetivo de potenciar la propiedad intelectual como vector de sostenibilidad del trabajo cultural, sin que suponga menoscabo a los creadores y profesionales culturales, y para que impulse las infraestructuras digitales públicas abiertas y democráticas en los ámbitos del cine, archivos, bibliotecas y museos”.
Asimismo, ha puesto sobre la mesa otra cuestión que, según ha adelantado, será clave en Mondiacult 2025: la Cultura de Paz. “Una cultura de paz es una cultura de convivencia y solidaridad, una cultura que rechaza la violencia y que abraza el diálogo, una cultura que garantiza el ejercicio pleno de los derechos de todas y de todos”, según el ministro.