La Sala Canal de Isabel II presenta la exposición “Una incierta luz”, que rinde tributo a la trayectoria del fotógrafo Gonzalo Juanes, representante asturiano del grupo AFAL, el colectivo más importante de la fotografía española del siglo XX. Es la primera gran monográfica sobre la obra de Juanes, pionero en el uso del color en la fotografía documental, que permaneció en gran parte oculta y solo tardíamente fue reconocida.
Gonzalo Juanes prefirió centrar su colaboración en AFAL como escritor, crítico y analista de obras publicadas por los grandes fotógrafos de la época, como Cartier-Bresson o William Klein. Esta posición suya de autoexiliado, intelectual y amante de las artes, le confirió sin embargo un hálito de maestro indiscutible en el grupo. Entabló excelentes relaciones con autores como Oriol Maspons, Gabriel Cualladó o Carlos Pérez Siquier, y con el más cercano, su paisano y eterno amigo Joaquín Rubio Camín.
Estructurada en cuatro plantas, “Una incierta luz” es un recorrido atemporal por la vida del fotógrafo asturiano. Un autor que, en sus propias palabras, decía que la fotografía debía ser «sencilla, de modesta apariencia, intencionadamente de tono menor. Un simple documento en el que se intenta captar un fugaz momento de lirismo».
Gonzalo Juanes nació en Gijón en 1923 y, tras una breve estancia en Madrid, tuvo que instalarse definitivamente en Gijón en 1957 y renunciar a la deseada oferta cultural que suponía la capital.
En Gijón, realiza retratos de sus paisanos, de la vida diaria, siempre en blanco y negro y en busca de un estilo propio bajo el formato del reportaje, que él consideraba el mejor registro de la realidad documental en clave emocional. A principios de los años 60 prueba el color con la mítica película Kodachrome, que supone todo un descubrimiento para él. El color supone otro registro, con imágenes reflexivas, meditadas y líricas y decide trabajar en series unitarias en su contenido, dedicadas a sus paisanos asturianos. Serán series costumbristas, como la dedicada a las romerías y fiestas locales; sociales, como la inspirada por la decadencia de la industria en Gijón o los juegos infantiles en los parques; y también introspectivas, como la construida sobre su aislamiento y enfermedad.
Una excepción aparte constituye la serie realizada en Madrid en 1965, en la calle Serrano. Una serie que será su trabajo más conocido y reproducido, y que supone un gran retrato urbano de la burguesía de la capital.
La etapa final de su producción refleja la decadencia física y el aislamiento propio en forma de paisajes y objetos encontrados donde exhibe, pese a todo, una sensibilidad de gran poética. Una producción final que supone el epitafio de Gonzalo Juanes, que falleció en Gijón en 2014.
Lugar: Sala Canal de Isabel II
Fechas: 28 mayo – 21 julio 2024
Horario de la exposición*:
De martes a sábados de 11.00 a 20.30 h.
Domingos: de 11.00 a 14.00 h.
Cerrado: lunes
*Acceso a la sala hasta 10 minutos antes del cierre