La formación de cuerdas y clarinete de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) clausuró el pasado martes 4 de junio la XVII edición del Ciclo de Música de Cámara de la OFM

La formación de cuerdas y clarinete de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) clausuró el pasado martes 4 de junio la XVII edición del Ciclo de Música de Cámara de la OFM, que ha estado compuesto por diez conciertos. La velada tuvo lugar en el Auditorio Christine Ruiz-Picasso del Museo Picasso, y en ella los músicos interpretaron obras de Johannes Brahms (1833-1897).

El último encuentro musical de la actual temporada del Ciclo de Música de Cámara tuvo lugar el martes 4 de junio a las 20 h en el Auditorio Christine Ruiz-Picasso del Museo Picasso Málaga. El concierto estuvo dedicado íntegramente a Johannes Brahms (1833-1897), compositor alemán enmarcado en el movimiento romántico, y que está considerado como el más clásico de los músicos de dicho periodo.

Nacido en Hamburgo en una familia de religión luterana, Brahms desarrolló gran parte de su carrera profesional en Viena. Durante toda su vida se mantuvo fiel al clasicismo romántico y fue conservador en sus composiciones, estando siempre bajo la influencia de Wolfgang Amadeus Mozart, Joseph Haydn y, especialmente, por Ludwig van Beethoven y Robert Schumann.

El recital abrió con el Quinteto para clarinete y cuerdas en si menor, op. 115, compuesta por Brahms en 1891 para el clarinetista Richard Mühlfeld. Es una de las obras de cámara más reconocidas del compositor, y fue descrita por el musicólogo Karl Geiringer como una «una perla entre sus obras de cámara»​ y «una obra de retrospección, una despedida. Escenas del pasado, glorias y penas, anhelos y esperanza, se muestran ante el maestro, que las expresa una vez más con tonos delicadamente contenidos y melancólicos».

La segunda parte del concierto estuvo íntegramente dedicada al Cuarteto de cuerdas n.º 1 en do menor, op. 51 n.º 1, que Brahms completó en Tutzing, Baviera, durante el verano de 1873. Está dedicado a su amigo Theodor Billroth, y fue recibido «con respeto, aunque sin gran entusiasmo» en su estreno. A pesar de que los cuartetos no eran tan populares como otras obras de música de cámara de Brahms, ayudaron a revitalizar a este género, que se había estancado después de Beethoven y Schubert.

El Quinteto con clarinete de la OFM lo forman Emilio Montoya (clarinete), Alicia Ruiz y María Vizcaíno (violines), Francisco Ruiz (viola) y Carlos Puerto (violonchelo).