La entrega, realizada por el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, se produce tras llevarse a cabo en el Archivo Histórico Nacional la descripción de este último lote bibliográfico y documental adquirido el año pasado por 450.000 euros.

El secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, ha realizado el depósito permanente en el Archivo Histórico Provincial de Huesca del último lote documental y bibliográfico de Joaquín Costa, adquirido por el Ministerio de Cultura el año pasado por importe de 450.000 euros. Así, se completa la integridad original de los archivos y la biblioteca del intelectual aragonés, uno de los más destacados de la historia contemporánea española.

Desde que el Ministerio de Cultura inició la recuperación de su legado en 1984, el Archivo Histórico Provincial de Huesca ha sido el responsable de la gestión del archivo personal de Joaquín Costa, de titularidad estatal. Durante este tiempo, la institución -archivo de titularidad estatal y gestión transferida- ha realizado una importante tarea de tratamiento técnico, digitalización y difusión.

Ahora, con este último depósito permanente el archivo oscense recibe 110 legajos, 8 carpetas y 2 cajas con fichero, así como una biblioteca compuesta por 425 libros, 448 folletos y 139 publicaciones seriadas. Se trata de la documentación que Joaquín Costa guardaba en su casa familiar de Graus (Huesca) y que ha sido inventariada y descrita en el Archivo Histórico Nacional, archivo perteneciente a la red de Archivos Estatales que gestiona el Ministerio de Cultura.

De este modo, finaliza el proceso que ha permitido completar el archivo personal de Joaquín Costa, que quedará custodiado de forma permanente en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, archivo estatal de gestión transferida.

Un legado epistolar histórico y cultural

Además de documentación relacionada con el trabajo de Costa en campos tan variados como el derecho, la política o las ciencias sociales, el fondo contiene algunas de sus obras y recortes de prensa. Pero lo más destacado es la abundante correspondencia que mantuvo con algunas de las principales personalidades de la segunda mitad del siglo XIX y la primera década del siglo XX. Contiene cerca de 400 cartas de personajes del mundo de la cultura y la política, intelectuales de su época, compañeros regeneracionistas, miembros de la llamada Generación del 98 o jóvenes que comenzaban a despuntar a comienzos del siglo XX.

Entre los remitentes se encuentran el catedrático Miguel de Unamuno, el ministro Segismundo Moret, el catedrático y presidente de la Primera República Nicolás Salmerón, Alberto Aguilera, Álvaro de Albornoz, Melquiades Álvarez, el músico Tomás Bretón, Vicente Blasco Ibáñez, Emilia Pardo Bazán, Odón de Buen, el senador Rafael Calzada, Cristóbal de Castro, Manuel Ciges Aparicio, Francisco Ferrer Guardia, Facundo Dorado, Pedro Dorado Montero, Manuel Bartolomé Cossío, Laureano Figuerola, Francisco Giner de los Ríos, Hermenegildo Giner de los Ríos, Benito Pérez Galdós, Adolfo Posada, Federico Urales, Ricardo Soriano, Raimundo Fernández Villaverde, Antonio Maura, Mariano de Cavia, el cardenal Antonio María Cascajares, Francisco Pi y Margall, Marcelino Menéndez Pelayo, Eduardo Dato, Azorín, Pío Baroja, Ramón María del Valle Inclán o José Ortega y Gasset.