Manuel Segade presenta la nueva programación del Reina Sofía. Las mujeres artistas, la performance y el arranque del siglo XX en España marcarán la nueva temporada del Museo.

El Museo Reina Sofía inaugura la temporada 2024-2025 con una programación llena de novedades que comenzará la próxima semana con la retrospectiva de la artista Soledad Sevilla, primera de las nueve exposiciones que el público podrá ver hasta el próximo verano. Se trata de un calendario expositivo con gran presencia femenina tanto nacional —con Laia Estruch o Marisa González—, como internacional —con la libanesa Huguette Caland o la portuguesa Grada Kilomba.

El director del Museo Reina Sofía Manuel Segade ha presentado las novedades que marcarán el próximo curso en el que junto al protagonismo de mujeres artistas destaca una nueva reordenación de la colección permanente que ocupará las plantas altas del museo, quedando los espacios de inferiores para las exposiciones temporales.

Esta restructuración se hará paulatinamente y no concluirá hasta 2027. Otras novedades de su ambicioso proyecto tendrá que ver con la remoción de las fachadas de los edificios Nouvel y Sabatini, así como la culminación de las obras de rehabilitación en los Palacios de Velázquez y de Cristal, del Retiro madrileño.

Asimismo, el museo reevalúa el arte de principios de siglo XX en España, en muestras como Esperpento o Néstor reencontrado, retrospectiva del artista canario Néstor Martin-Fernández de la Torre. Al mismo tiempo que Esperpento relee a Valle-Inclán y su contribución a la vanguardia, En el aire conmovido —comisariada por el filósofo francés Georges Didi-Huberman— va a permitir repensar la idea de duende en Lorca: dos ensayos expositivos sobre dos aportaciones clave de España a la estética del siglo XX traídas al debate cultural en presente. Por último, Naufus Ramírez-Figueroa y Laia Estruch traen la performance al centro del programa expositivo del Museo Reina Sofía.

Además, el Museo continúa su labor como motor cultural de referencia con la organización de actividades en torno a otras disciplinas como el cine —al recuperar la presencia de Hito Steyerl diez años después de su exposición retrospectiva o con el ciclo en colaboración con Filmoteca Española alrededor del concepto de esperpento—, la literatura contemporánea —en la figura crucial de Eileen Myles— o del cómic —con Daniel Clowes. También las artes en vivo permitirán disfrutar de los ritmos afrocaribeños de la mano de la Gladys Palmera, o la danza contemporánea con La Veronal.

El montaje de la nueva ordenación de la Colección será gradual y este año la modificación más notable será en las terrazas del edificio Nouvel, donde se incorporarán nuevas obras que recuperan el interés por la escultura geométrica de los años 60 y 70.

Es un hecho que casi toda la programación solo tendrá cabida en nuestra sede central, ya que el Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal permanecerán cerrados por obras. Al igual que en estos espacios, en el edificio Sabatini se acometerán mejoras arquitectónicas, tanto en las salas de la exposición permanente y su auditorio, así como en sus fachadas. Del mismo modo, también será restaurado el exterior del Nouvel.

En relación con los recursos humanos, el Museo estrena grupo administrativo —pasando del grupo 2 al grupo 1, el más alto de la administración española— y un nuevo organigrama laboral tras los nombramientos de la directiva el pasado mes de julio, un nuevo modelo de trabajo más eficiente y eficaz para garantizar el servicio público de la institución —a la Subdirección Artística y la Gerencia, se suman la Dirección de Gabinete Institucional —para poder desarrollar los recursos propios y las relaciones con los públicos—, la Dirección de Comunicación —para transmitir los relatos efectivos de la institución por sus muchos canales de difusión— y la Dirección de Estudios —para desarrollar conocimiento a partir de una multiplicidad de investigaciones siempre en curso. Un año de museo en construcción, pero también un año de apertura a muchos futuros por venir.