El óleo ‘Santa Faz’, declarado Bien de Interés Cultural en 2020, se incorpora a las colecciones públicas estatales con una inversión de 320.000 euros.

El Ministerio de Cultura ha adquirido la pintura ‘Santa Faz’ de Francisco de Zurbarán, un óleo declarado Bien de Interés Cultural en 2020, mediante oferta de venta directa por un importe de 320.000 euros. La obra va destinada al Museo de Bellas Artes de Valencia, museo estatal de gestión transferida a la comunidad autónoma.

La pintura corresponde a un tema del que Zurbarán (Fuente de Cantos (Badajoz), 1598-Madrid, 1664) realizó distintas versiones a lo largo de su vida: el paño de Verónica, reliquia en la que, según la tradición cristiana, quedó impreso el rostro de Cristo al usarlo la santa para limpiar a Jesús en una de sus caídas camino del Calvario. En concreto, se han identificado cuatro réplicas pintadas por el propio Zurbarán entre 1630 y 1635. La obra adquirida, fechada en 1631, es una de ellas.

El Museo de Bellas Artes de Valencia, que posee una importante colección de pintura de española del siglo XVII, podrá con este cuadro mostrar de una forma más completa esta época de creación barroca centrándose en las primeras décadas del siglo.

‘San Martín’ de Ribalta

Además, el pasado mes de octubre, el Ministerio de Cultura adquirió también para el Museo de Bellas Artes de Valencia el óleo ‘San Martín compartiendo su capa con el mendigo’ del pintor valenciano Juan Ribalta.

La obra, comprada por un importe de 90.000 euros por medio de oferta de venta directa, fue concebida como pintura principal del altar mayor de la Cartuja de Valldecrist en Altura (Castellón), monasterio que sufrió gran deterioro y expolio tras su desamortización en el siglo XIX.

‘San Martín compartiendo su capa con el mendigo’ representa la escena en la que Martín de Tours, un soldado del ejército romano ofrece la mitad de su capa a un pobre aterido de frío con quien se cruza en su camino. En este caso, esta iconografía, recurrente en la representación de San Martín a lo largo de la historia, es pintado en honor del rey Martín el Humano, fundador de la Cartuja de Valldecrist en 1385.

Esta compra se suma a la realizada en octubre, también con destino al museo valenciano, de una obra del autor Juan Ribalta, procedente de la Cartuja de Valldecrist en Altura (Castellón)

El autor del lienzo, Juan Ribalta (Madrid, 1596/1597-Valencia, 1628), es uno de los artistas españoles más notables del siglo XVII quien, aunque nacido en Madrid, se trasladó a Valencia siendo niño y aprendió la técnica pictórica en los talleres de su padre, Francisco Ribalta. Inició muy temprano su trayectoria cuando en 1615, con tan sólo dieciocho años, realizó para el Monasterio de San Miguel de los Reyes la tela ‘Los preparativos para la Crucifixión’ que hoy se conserva en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Su obra también formó parte de las colecciones reales y el Museo Nacional del Prado conserva alguna de ellas. Sin embargo, su temprana muerte truncó su carrera.

‘San Martín’ correspondería a la etapa de madurez del pintor, alrededor de 1620, durante la que desarrolló una notable actividad junto al taller de su padre en los territorios de la antigua diócesis de Segorbe, tanto en la capital como en otras localidades como Andilla. Esta pieza supone una obra de gran relevancia para el arte español de esa época y, en concreto, de gran interés para comprender la evolución del arte valenciano del Barroco.

Nuevas incorporaciones a las colecciones públicas

La adquisición de esta obra se enmarca en la línea de trabajo del Ministerio de Cultura encaminada a enriquecer y completar el patrimonio cultural español. En los últimos meses, ha adquirido bienes para las colecciones públicas estatales, con destino a distintas instituciones museísticas repartidas por el territorio, como la escultura ‘Éxtasis de la Magdalena’ de Luisa Roldán para el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid; o ‘La procesión de gigantes en Bruselas el 31 de mayo de 1615’, del pintor bruselense David Noveliers para el Museo Nacional del Prado. El pasado año, el Ministerio de Cultura duplicó la inversión en compra de bienes culturales para las colecciones públicas, hasta alcanzar los 14 millones de euros y las 200 adquisiciones.