La exposición Andy Warhol. Posters de la Fundación Canal reúne una gran variedad de carteles del artista estadounidense desde 1962. La selección de 134 piezas, que cuenta con algunas de sus imágenes más emblemáticas, es una de las recopilaciones de sus famosos posters más amplias hasta la fecha.

La exposición Andy Warhol. Posters en la Fundación Canal recoge una amplia selección de carteles procedentes del Museum für Kunst und Gewerbe (MK&G), de Hamburgo, Alemania, adonde llegaron como donación del coleccionista Claus von der Osten, que los recopiló durante décadas. Un evento único que brinda la oportunidad de descubrir esta importante faceta de la obra gráfica de Warhol, imprescindible en su trabajo, y que aporta una visión más completa del genio del pop art.

Comisariada por el Dr. Jürgen Döring, responsable de la colección gráfica del Museum für Kunst und Gewerbe (MK&G), esta exposición monográfica abarca más de dos décadas de prolífica actividad creadora y se centra en la relevancia del póster en el repertorio artístico de Warhol. Siempre interesado por el avance técnico e industrial, experimentó con todo tipo de técnicas y de máquinas y a partir de 1962, gracias al empleo de la serigrafía, encontró una manera de reproducir imágenes en grandes cantidades. Así, los carteles pasaron a convertirse en habituales protagonistas en su producción y, la técnica, el eje vertebral en la construcción de su estilo.

Los carteles para Warhol tenían diferentes funciones, como se puede apreciar a lo largo de todo el recorrido expositivo. Un total de 133 piezas entre las que encontramos obras originales adaptadas a formato póster; carteles hechos exprofeso con los que daba a conocer sus exposiciones, sus nuevas series de obras o sus proyectos gráficos; encargos realizados para empresas e instituciones internacionales; anuncios publicitarios; retratos y autorretratos; fotografías de archivo; revistas y discos; libros de artista…

Desde imágenes híper reconocibles que han dado la vuelta al mundo a otras más curiosas y desconocidas que provocarán la sorpresa del espectador. Lo cierto es que la variedad temática de Warhol es apabullante y aquí podemos recorrer todos sus referentes: el arte y el “no arte”, los famosos, la publicidad, el cine y la televisión, los animales, el sexo y lo queer, la fama y el dinero, el capitalismo y el comunismo, artículos de lujo y objetos cotidianos, la naturaleza y la metrópoli, la música, la moda, la realeza y la farándula. Nada escapaba a su representación y la serialidad le permitía fabricar una iconografía con elementos que le obsesionaban.

Considerado uno de los artistas más importantes e influyentes del siglo XX, Andy Warhol (1928 -1987) no necesita presentación. Enigmático, polémico, controvertido, excéntrico, sinónimo de experimentación, figura por excelencia del pop art, mito del underground e igual de icónico que los famosos a los que retrataba.

Las imágenes de las latas de sopa Campbell o los retratos de Marilyn Monroe en todas las combinaciones de colores posibles ya forman parte de nuestra cultura visual. Pero Warhol es mucho más que eso. Trabajó medios muy dispares, desde el dibujo al teatro, pasando por la pintura, la escultura, la fotografía, la instalación o el cine, y en todos ellos logró un estilo personal, una identidad creativa inconfundible que revolucionó el mundo del arte, por su forma de crearlo y de hacerlo llegar al público.

La exposición que podemos ver ahora en Madrid alberga desde las primeras invitaciones plegadas o mailers que enviaba al galerista Leo Castelli, a anuncios publicitarios de Chanel Nº 5 o vodka Absolut, retratos de celebridades como Elvis, Marilyn o Mohamed Alí, personajes públicos y mediáticos como la reina Isabel II o Mao, autorretratos muy dispares y ejemplos de sus últimas reproducciones de pinturas. Además de carteles que diseñó para objetos culturales como portadas de discos de los Rolling Stones, The Velvet Underground & Nico o Aretha Franklin, portadas de revistas seleccionadas como Times o Playboy, así como números de la legendaria Interview. Un auténtico recorrido por la iconosfera warholiana a través de su producción gráfica.

Su ansiada consagración internacional como artista y su integración en el mercado del arte llegó entre 1964 y 1965, dejando atrás su faceta de diseñador gráfico e ilustrador. Sin embargo, su trayectoria en el mundo de la publicidad y el hecho de que llegara a ser el ilustrador comercial más conocido, mejor pagado y mejor valorado en la década de los cincuenta en Nueva York, determinó el lenguaje visual y las estrategias creativas y publicitarias que más tarde definirían su estética y metodología. Es por eso que los carteles acompañaron su trabajo hasta el fin de su carrera.

En el futuro, todo el mundo será famoso durante 15 minutos”. Andy Warhol

Warhol diseñó una treintena de carteles en casi dos décadas y media. Pero, además, hay más del doble de impresiones que fueron creadas con su consentimiento o siguiendo sus instrucciones, pero que simplemente repiten un motivo ya realizado.

La exposición se abre con varias secciones que recogen las distintas tipologías de carteles en las que trabajó y en la última se muestran sus creaciones para discos y publicaciones:
• Los primeros carteles, que diseñó desde comienzos de la década de los sesenta, cuando las instituciones culturales estadounidenses empezaron a encargar a diversos artistas la elaboración de los carteles promocionales de sus actividades.
• Los papeles pintados o wallpapers materializan la búsqueda de Warhol de nuevos caminos en su producción gráfica, evitando la tradicional presentación de obras de arte en un marco.
• Las adaptaciones y series gráficas, que reúne las reinterpretaciones y adaptaciones de sus creaciones más conocidas para darles una nueva función dentro de un contexto determinado con una finalidad, en la mayoría de las ocasiones, publicitaria.
• Los carteles tardíos, creados a partir de la década de los setenta, uno de los momentos de mayor reconocimiento y fama de Warhol, en el que se desarrollaron numerosos carteles con reproducciones de sus obras y motivos más icónicos.
• En los numerosos retratos que hizo a diversas celebridades, estrellas de cine y del espectáculo.
• En discos y publicaciones, se pueden observar algunas de las creaciones que pertenecen a su etapa dentro de la industria musical y editorial, en la que diseñó multitud de portadas de discos para numerosos artistas de la época, y llegó a crear su propia revista Interview.

La técnica de Warhol
La obra seriada de Warhol tiene su origen precisamente en el año 1962, cuando recrea en el acrílico 129 die in jet (plane crash) la primera plana del New York Times del 4 de junio en el que se anuncia un fatídico accidente aéreo, el peor hasta entonces en la historia de la aviación. Warhol no se inspira en el suceso, sino en el anuncio de la noticia, y abre una brecha: realiza la reproducción de la reproducción. Con una trayectoria prácticamente comercial y en un momento en el que la imaginación y la opinión popular están dominadas por los medios de comunicación, Warhol pone de manifiesto el modo en el que la imagen pasa a ser un producto, domesticándola y asimilándola para su consumo en masa.

Esto le lleva a la reproducción mecánica de un mismo motivo propiciando la utilización de la serigrafía y de las impresiones aplicadas en diferentes soportes y dimensiones, convirtiéndose, con diferencia, en la técnica más empleada por el artista. Y en el caso de Warhol, la intención es doble. Por un lado, la pulsión obsesiva de repetir un mismo motivo continuamente y, por otro, la multiplicación en cantidades industriales de una obra era una forma de transformarla en un artículo más de la cultura popular.

Como él mismo afirmaba: “Me gustan las cosas aburridas. Me gusta que las cosas sean lo mismo una y otra vez”, llegándolo a plasmar en el cartel que realizó para una exposición en el Moderna Museet de Estocolmo en 1968 y que podemos encontrar en esta muestra de la Fundación Canal.

Será en esta década, la de los sesenta, cuando nacen los óleos junto con las serigrafías de los billetes de dólares, las botellas de Coca-Cola, las latas de sopa Campbell o los botes de kétchup Heinz. Al contrario que en los ready-made de Marcel Duchamp, en Warhol los objetos cotidianos y producidos en serie no son despojados de su funcionalidad ni considerados como objeto artístico en sí, sino que se intervienen como base para una nueva creación artística y se construyen, casi como ídolos de la sociedad capitalista americana, como objetos de arte que han adquirido una categoría estética.

Esa dualidad entre objeto e icono también puede extrapolarse a las serigrafías de celebridades: Elvis Presley, Mick Jagger, Elizabeth Taylor, Jaqueline Kennedy y, sobre todo, Marilyn Monroe, que reciben una frívola veneración en la era del entretenimiento.

Como artista polifacético y multidisciplinar, a Warhol no le importaba tanto evocar a la perfección el objeto retratado sino demostrar la técnica depurada con la que aspiraba a forjar un nuevo estilo artístico. Para ello imprimía fotografías en blanco y negro sobre lienzos en los que dibujaba a mano los detalles decorativos, re-trazaba los contornos de las figuras y aplicaba grandes manchas de pintura de colores llamativos. En muchas ocasiones, la única diferencia entre los cuadros y las estampas radica en el soporte sobre el que se llevaba a cabo la impresión. Es más, a menudo hacía uso de la misma plancha para ambos. Un método innovador que podemos observar en cada pieza de la exposición.

En este sentido, en el artículo Art in America (1987), David Bourdon apuntaba: “El particular método de Warhol le distanciaba de sus temas hasta tal punto que no importaba si utilizaba fotografías preexistentes, proporcionadas por el modelo, o imágenes mecánicas que él mismo supervisaba. (…) No importaba si sus temas estaban muertos hacía tiempo. Su técnica serigráfica le permitía tomar imágenes de varios siglos antes y hacer recreaciones pop de otros artistas, como hizo con la Mona Lisa de Leonardo”.

Autorretrato. Exposición en el Museo de Arte del Williams College, Williamstown, Massachusetts. Serigrafía, 1986. Cartel. © 2025 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP

Andy Warhol (1928-1987), uno de los artistas más influyentes y revolucionarios del siglo XX, abarcó diversos medios, desde la pintura hasta el cine, desarrollando un estilo personal y único. Su enfoque contribuyó a la redefinición de los límites entre el arte y la cultura de masas, consolidando su influencia en el desarrollo del arte contemporáneo. A través del pop art, transformó imágenes comerciales y de celebridades en iconos artísticos, utilizando técnicas como la serigrafía para enfatizar la reproducción y la industrialización del arte.

La influencia de la publicidad en su carrera fue fundamental, dejando una impronta inconfundible en su estilo, lo que le permitió integrar los carteles como una expresión relevante y permanente en su trayectoria artística. En esta exposición, los pósteres de Warhol se presentan como una muestra tangible de su genio, que permite profundizar en su legado y demuestra cómo el arte y la publicidad se fusionaron en su obra.

Datos de interés
ANDY WARHOL Posters
Fundación Canal (Sala Mateo Inurria 2, Madrid)
Fechas: Del 12 de febrero al 4 de mayo de 2025
Horario: Laborables y festivos: 11 a 20 h, excepto los miércoles: 11 a 15 h.
Comisariado: Jürgen Döring, Museum für Kunst und Gewerbe (MK&G) de Hamburgo.
Entrada libre

Fundación Canal

Redacción

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