La reina Isabel de Borbón a caballo (después de la restauración) Diego Velázquez Óleo sobre lienzo, 301 x 314 cm Hacia 1635 Madrid, Museo Nacional del Prado
La emblemática pintura del gran maestro sevillano se muestra ya en la gran sala basilical del Museo (sala 12) con sus calidades pictóricas recuperadas y sin los añadidos posteriores.
Este monumental retrato ecuestre fue realizado por el artista, con ayuda de colaboradores, con destino al Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro como parte de la serie en la que también se incluyen los igualmente célebres retratos ecuestres de Felipe IV, el príncipe Baltasar Carlos, Felipe III y Margarita de Austria. Esta intervención se inscribe en el proyecto de restauración y acondicionamiento de los retratos ecuestres de Velázquez.
El Museo del Prado presenta una de las restauraciones que se han llevado a cabo con el patrocinio de la Fundación Iberdrola España como ‘miembro protector’ de su Programa de Restauraciones, la restauración de Isabel de Borbón, a caballo, de Velázquez.
En palabras de Alfonso Palacio, Director Adjunto de Conservación del Museo del Prado, «uno de los puntales del museo moderno sigue siendo la conservación preventiva y restauración de las grandes obras de arte. En este sentido, el Museo Nacional del Prado no puede más que agradecer el sólido apoyo y enorme esfuerzo que la Fundación Iberdrola España lleva haciendo durante estos últimos quince años en aras de la mejora de las condiciones de conservación de nuestra colección».
La intervención sobre esta pintura, realizada por María Álvarez Garcillán, ha permitido recuperar sus valores originales afectados por la acumulación de suciedad y la alteración del barniz que habían variado sus relaciones cromáticas, amortiguando los contrastes y creando un “velo” que creaba un efecto compositivo pernicioso reduciendo los planos espaciales.
Además, hacia 1634-1635, el propio Velázquez había añadido y pintado anchas bandas laterales a izquierda y derecha para adecuar su tamaño al espacio en el que sería colgado. Estas bandas laterales se habían decolorado como consecuencia de su evolución material, diferente a la del formato original, y una serie de repintes y estucos en mal estado cubrían daños puntuales.
Esta restauración permite ahora hacer una lectura más fidedigna de la composición.
Se han puesto en valor los volúmenes y la profundidad de la composición, desvirtuados bajo el velo amarillo de los barnices antiguos. Los colores lucen de nuevo su brillo, sus tonalidades y sus transparencias originales. En palabras de la restauradora, María Álvarez Garcillán: “La reina ha recuperado el porte regio y la belleza serena y natural con que fue retratada y, con maestría única, el caballo vuelve a lucir sus calidades en un alarde de naturalismo que sólo un genio como Velázquez es capaz de recrear”.
Para Jaime Alfonsín, presidente de la Fundación Iberdrola España: “Esta restauración nos muestra la pieza original concebida por uno de los grandes maestros de la pintura española como es Velázquez, devolviéndoles a la obra su aspecto original y mostrándonos el esplendor de la composición de esta magnífica obra en su conjunto, recuperando la nitidez y brillo con la que fue concebida”.
El retrato ecuestre de Isabel de Borbón
Esta obra forma parte de una serie de retratos realizados por Velázquez para adornar los testeros del Salón de Reinos con la intención de representar la continuidad de la monarquía y de su dinastía. Al sureste, a ambos lados del trono, se situaban los retratos de Felipe III y Margarita de Austria, padres del rey, y enfrente, orientado hacia el noroeste, los retratos de Felipe IV, Isabel de Francia y el Príncipe Baltasar Carlos.
Completaban el proyecto pictórico del Salón la serie de Batallas, 12 obras que hablaban de las victorias ganadas por España durante el reinado de Felipe IV y la serie sobre los trabajos de Hércules, 10 lienzos de Zurbarán, alegato de la virtud y fortaleza del rey. También se hacía referencia a la grandeza del Reino con los escudos de los 24 reinos de la monarquía, pintados en la parte superior de los muros.
Todo este desarrollo iconográfico se ceñía a un plan general decorativo donde quedaban perfectamente calculados los formatos de cada obra y el lugar que ocuparían dentro del espacio. Sin embargo, en la serie de retratos, el tamaño no coincidía exactamente con la ubicación de las puertas de acceso al salón ni con el espacio destinado al trono y las pinturas debieron ser desplazadas aproximadamente un metro más hacia los lados.
Este cambio supuso una serie de modificaciones en cadena. Los retratos de Felipe IV e Isabel de Borbón tuvieron que ser ampliados más de 60 cm. de ancho, añadiendo sendas bandas laterales de más 30 cm. cada una. Y, como esta ampliación invadía el hueco de las portezuelas laterales, se recortó y pegó la parte de lienzo que ocupaba este espacio a la propia puerta. De esta forma, si estaba cerrada apenas se notaba el corte, pero si se abría, la puerta giraba con el fragmento de cuadro adherido a ella.
Los lienzos fueron reentelados cuando, hacia 1762, se trasladaron al Palacio Nuevo (actual Palacio Real), recuperando su forma original. Se mantuvieron los añadidos y se cosieron los fragmentos adheridos a la puerta.
Fundación Iberdrola España, miembro Protector del Museo del Prado
La Fundación Iberdrola España desarrolla uno de sus principales ejes de actividad en torno al cuidado y mantenimiento de las riquezas culturales y artísticas de nuestro país.
La Fundación Iberdrola España adquirió la condición de “Protector” del Museo Nacional del Prado desde el año 2010, a través del apoyo a los programas de conservación y restauración de la pinacoteca, así como en el desarrollo de 4 becas anuales para jóvenes restauradores.
Gracias a esta colaboración, se han podido llevar a cabo intervenciones que han devuelto a grandes obras de la colección del Prado la luminosidad y profundidad con las que fueron concebidas como Adán y Eva de Durero, El vino de la fiesta de San Martín y El triunfo de la muerte de Pieter Brueghel “el Viejo”, La Gioconda del Taller de Leonardo, La Adoración de los Magos y Las tentaciones de san Antonio del Bosco, La Anunciación de Fra Angélico, La Condesa de Chinchón de Goya y la mayor parte de las piezas del Tesoro del Delfín.
Además, se adhirió al Programa Extraordinario para la Conmemoración del Bicentenario del Museo del Prado y, en concreto, al despliegue de esta exposición itinerante en España.
El avance de las obras de ampliación y la organización de los trabajos por fases,…
El trabajo de varios creadores taiwaneses se exhibirá durante la Semana del Arte de Madrid…
Un año más, y tras ocho ediciones, Cervezas Alhambra llega a ARCOmadrid 2025 con su…
El Museo Carmen Thyssen Málaga celebra el Día de Andalucía con una jornada de puertas…
La Biblioteca Nacional de España incorpora a sus colecciones 82.628 ejemplares recibidos por donativo en…
La artista Inmaculada Salinas, representada por la galería Rafael Ortiz, ha sido distinguida con el…