El Museo del Prado ha presentado su nueva exposición temporal dedicada a la figura de Juan Bautista Maíno, uno de los artistas más originales y desconocidos de la pintura española del siglo XVII. Se trata de la primera exposición monográfica dedicada a este maestro barroco, el cual, a pesar de su indudable calidad artística, nunca antes había recibido una atención tan singular, incluso ha estado relegado al olvido durante muchas épocas, quizás por su estilo ambiguo entre la pintura española y la italiana.
Es por esto que la exposición, tal y como comentaba el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, “tiene una clara misión divulgativa de la figura de este gran pintor barroco bastante desconocido para el público general”.
Maíno nació en la villa alcarreña de Pastrana en 1581 y tras pasar su adolescencia en Madrid viajó a Italia, donde recibió una decisiva formación pictórica vinculada a las dos grandes corrientes del momento: el naturalismo de Caravaggio y la revisión del clasicismo italiano con Annibale Carraci a la cabeza. Tras volver a España y ordenarse monje dominico fue llamado por Felipe III para ser maestro de pintura del futuro Felipe IV, y esta estancia en la corte le permitió tener contacto con un joven Velázquez y a su vez con la pintura barroca puramente española.
Toda esta trayectoria le supuso adquirir un estilo personal caracterizado por un dibujo descriptivo y vigoroso, una iluminación contrastada e intensa y un colorido vivo y saturado, además de una gran maestría en el trazo de figuras de una monumentalidad casi escultórica y una exhaustiva dedicación a los pequeños detalles como los dedos de sus personajes, las flores, los fondos paisajísticos o los ropajes y telas.
La exposición muestra en primicia casi toda la producción conocida de Maíno, unas treinta y cinco obras, de las cuarenta que se conservan del pintor, entre las que se incluyen siete obras inéditas atribuidas a Maíno recientemente y otras pinturas que hasta la fecha solo se conocían por reproducción fotográfica o que apenas habían sido expuestas, además del importante conjunto de pinturas del artista conservadas en el Museo del Prado como por ejemplo “La adoración de los magos” o “La recuperación de la bahía” y de las generosas donaciones de distintas instituciones como “Santo Domingo en Soriano” del Ermitage de San Petersburgo y cedido para la ocasión.
Junto a ellas se exponen otras treinta obras de los autores que más influyeron en su obra entre los que destacan Caravaggio, Guido Reni o Carraci y con las que se pretende contextualizar en un ámbito nacional e internacional toda su obra atendiendo a su formación artística y a su raigambre italiana.
Para ayudar a comprender la obra de Maíno la exposición coteja su obra no solo con los artistas italianos, anteriormente citados, que tanto influyeron en su estilo, sino también con obras de otros pintores españoles coetáneos del pintor, como Velázquez o el Greco, que ayudan a entender su relación con la pintura española durante sus estancias en Toledo y Madrid y su lugar en la historia del arte español.
La muestra se organiza en ocho ámbitos temáticos que ofrecen un recorrido a través de la evolución pictórica de Maíno, desde sus obras iniciales de pequeño formato o su gran retablo de Pastrana al que siguen sus trabajos como retratista y paisajista que darán paso a sus obras de gran formato como “La recuperación de la bahía de Brasil” con la que se concluye esta muestra compleja pero de una enorme calidad.
Por último la muestra se acompaña de un catálogo, fruto de un exhaustivo trabajo de investigación realizado ex profeso para esta exposición que recoge, además de diversos textos realizados por expertos como Leticia Ruiz Gómez, comisaría de la muestra, o Gabriel Finaldi, las fichas cátalo-gráficas de todas las obras expuestas y un interesante anexo documental con información referente al pintor y su familia.
Esta es pues una ocasión inédita para explorar y apreciar en profundidad la verdadera talla artística de Juan Bautista Maíno a quien quizás su formación como dominico pudo apartar voluntariamente de una carrera más productiva y en cualquier caso de un reconocimiento más justo a su obra.
Marta de Orbe
“Maíno: Un maestro por descubrir”
Museo Nacional del Prado
Del 20 de Octubre al 17 de Enero
Entrada: 8 euros en taquilla; 7 euros anticipada
Disfruto enormemente de los comentarios de logopress. No tengo posibilidades de viajar y conocer las obras que tan bien exhiben y comentan,Soy restauradora en un Museo ,donde las pinturas no van mas alla de cien años de manera que se imaginan como aprecio lo que me llega. Me encantaria, alguna referencia al estado de conservacion y /o restauracion para enriquecer la mirada de las obras.Gracias por todo.
TRABAJO EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE LA BOCA BENITO QUINQUELA MARTIN de Buenos Aires Argentina
Los comentarios están cerrados.