El Museo Reina Sofía revisa la modernización del panorama artístico que Brasil experimentó en los años 50 con la exposición temporal Espacio imantado. La muestra está dedicada en exclusiva a la obra de la artista Lygia Pape (1927-2004), figura clave en esta transformación acometida por el arte brasileño.

En total, se exhiben unas doscientas obras, entre pinturas, xilografías, performances, proyecciones, carteles, poemas o instalaciones, de esta artista, considerada como uno de los principales nombres del arte contemporáneo en Brasil, junto con Hélio Oiticica y Lygia Clark, con quienes estuvo muy relacionada.

“Lygia Pape hunde su trabajo en el proyecto constructivista que dominó el arte brasileño a mediados de siglo”, aseguró el director del museo, Manuel Borja-Villel, que ha comisariado la exposición junto con Teresa Velázquez. Borja-Villel describió a Pape como una artista “transversal” y “con muchos recorridos”.

Tiempo subjetivo en la obra de arte
Por su parte, Velázquez destacó la poesía como una de las características principales de las obra de Pape. El tratamiento del lenguaje le permite acabar dialogando con el individuo, pero también con lo colectivo. Según explicó la comisaria, la artista logró incorporar el tiempo subjetivo a la obra de arte, lo que preludia la incorporación del espectador en la propia pieza.

Espacio imantado da la oportunidad al espectador de contemplar algunas de las piezas más conocidas de Lygia Pape, como los Tecelares y los Livros. Pero también se podrán ver algunas de sus obras menos difundidas, como los Ballets Neoconcretos o su producción cinematográfica.

La muestra comienza con cuatro lienzos realizados al inicio de la carrera de la artista, a comienzos de la década de los 50. A partir de entonces, Pape comienza a experimentar con xilografías, presentes en la exposición con la célebre serie Tecelares. Más adelante, comienza a desarrollar una obra encaminada hacia su inclusión en la vida real. Aquí se incluyen sus Ballets.

Espectaculares Ttéias
Además del grupo de películas reunidas para la exposición, las piezas que más llaman la atención son las Ttéias, elaboradas con hilos y filamentos en color cobre, plateado y transparentes. Las estructuras, a la manera de una tela de araña, admiten variantes en función del espacio y del tipo de luz.

Teresa Velázquez destacó también como factores fundamentales de la trayectoria de Pape la ambivalencia de forma y fondo en sus obras, la luz como factor constructivo de la arquitectura, la activación del aspecto sensorial del espectador o el desafío que supone el poder construir una obra incluso cuando el artista está ausente.

Para comprender la obra de Lygia Pape es necesario conocer el contexto artístico y político de Brasil durante la segunda mitad del siglo XX. En los años 50, el país sufre un proceso de modernización en ámbitos como la literatura, el urbanismo o la arquitectura. Durante esa época se produce la apertura de los Museos de Arte Moderno en Sao Paulo y Río de Janeiro. Pape participó en dos corrientes no figurativas: el Grupo Frente, para quienes el lenguaje geométrico era un campo de experimentación, y el neoconcretismo, que propiciaría una participación cada vez más activa del espectador.

Irene G. Vara

Lygia Pape. Espacio imantado
Del 25 de mayo al 3 de octubre
Edificio Sabatini
De lunes a sábado, de 10.00 a 21.00 horas
Domingo, de 10.00 a 14.30 horas
Martes, cerrado
Museo Reina Sofía

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