barcosdejuguete_logopress05El Museo Naval presenta en una exposición temporal una delicada selección de barcos de juguete construidos entre 1895 y 1914 por la casa Märklin. Bajo el título Barcos para soñar, la muestra ofrece la oportunidad de admirar estos bellos objetos de la mítica compañía alemana de los que disfrutaban los niños de la alta sociedad de la época.

La exposición reúne nueve piezas de excepcional calidad procedentes de la colección particular del francés Gilles Hervé Schneegans: un yate de recreo, dos barcos de ruedas, dos buques de guerra, un torpedero, dos transatlánticos y una pequeña embarcación de pasajeros. Todos ellos encontraron su inspiración en barcos de la época, representados también en la exposición con la ayuda de modelos y cuadros de los museos navales de la Armada.

Niños de la alta sociedad
Aunque la muestra es para todos los públicos, sin duda los que más disfrutarán serán los más pequeños. “El imaginario infantil está lleno de coches, trenes y también de barcos” destacó el almirante José Antonio González Carrión, que describió la exposición “no solo como un arrebato de nostalgia, sino como un recorrido por la historia de los barcos del siglo XX”.

En las piezas que se exhiben quedan patentes los cuidados diseños y la perfección técnica de la casa en los barcos que fabricaba, y que contribuyeron a convertir Märklin en uno de los jugueteros más destacados de la historia.

barcosdejuguete_logopress02Entre las maquetas que se podrán ver se encuentran el transatlántico Colón y del yate real Giralda, que permiten ver cómo Märklin reinterpretaba la realidad y la plasmaba en sus barcos de una forma mágica y sugerente. La exposición se completa con medio centenar de miniaturas y otros juguetes pertenecientes a Gilles Hervé, como un zepelín, varios coches y un tren militar.

Piezas únicas
La técnica de fabricación se basaba en la unión de diversos elementos de lata mediante soldadura de estaño y un acabado de pintura elaborada a partir de pigmentos naturales con aceite y secativos. La belleza de las reproducciones, la aplicación de técnicas artesanales para la fabricación de modelos en serie, la solidez de sus cascos, la calidad de sus mecanismos de resorte y la característica pintura a mano, hacen de estas piezas una referencia imprescindible para documentar la historia del juguete del primer tercio del XX, considerada la edad de oro del sector.

Barcos para soñar traza un peculiar recorrido por la historia de la construcción naval de principios de siglo y pretende reivindicar la importancia de valorar la arqueología industrial y de integrar el objeto manufacturado en las colecciones de los museos.

El Museo Naval forma parte desde 2011 de la ruta de la Arqueología Industrial en Madrid, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Madrid, que agrupa a los museos de la capital vinculados al mundo del transporte, la ciencia y la técnica.

Barcos para soñar, Colección Gilles Hervé Scneegans, Ayuntamiento de Madrid, Märklin, arqueología industrial
Del 14 de marzo hasta el 13 de mayo
Museo Naval
De martes a domingos, de 10.00 a 19.00 horas
Entrada al museo, 3 euros

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