La Biblioteca Nacional en su afán por reunir y difundir la cultura ofrece la oportunidad para, desde un tono más festivo, analizar y disfrutar el fenómeno de la copla, como parte intrínseca de nuestra historia más reciente. Del 4 de febrero al 12 de abril la Biblioteca Nacional ofrece un recorrido por la historia de este género, recreando su mundo a través de doscientas piezas.
Nieves Iglesias y Alicia García Medina han comisariado una muestra que reúne grabaciones sonoras, partituras, carteles, fotografías, audiovisuales, postales y canciones, entre otros materiales, reivindicando el papel de este género como parte de nuestro patrimonio cultural.
“Se ha considerado que la copla siempre tuvo éxito ya que era un género que no molestaba al régimen franquista y era muy apoyado por las clases populares”, dijo Nieves Iglesias. Sin ambargo la comisaria de la muestra precisó: “ Siempre tuvo una crítica suave y dulce a la situación del momento. Ese exceso de crítica y tono irónico, rozando casi lo surrealista es algo muy español».
Alicia García coincide con su compañera de comisariado en señalar el “cierto poso de tristeza que siempre tenía la copla” y remarcó significativamente el valor de “decir algo contándolo de la manera más inocua, es decir ya mucho. No hay duda que el carácter pasional e irónico de la cultura española está presente en la copla”.
La copla cantaba a los amores pasionales no lícitos, las presiones de la iglesia, los amores filiales, amores entre el mismo sexo, la denuncia social y a la inmigración. Temas, que como en las grandes obras de arte, son universales e intemporales. Alicia García destacó la vigencia de la copla en nuestros días: “la copla no se ha olvidado, se sigue reinterpretando con nuevas voces que curiosamente retoman las más clásicas”.
La exposición se divide en nueve apartados, que llevan cada uno el título de una composición famosa. Hay un relato cronológico: “El día que nací yo” (primer tercio del siglo XX), “Suspiros de España” (1935-1950), “Yo soy esa” (1950-1965), “Pasó tu tiempo” (1965-1980) y “Te he de querer mientras viva” (de los años ochenta a la actualidad) con todos los nombres destacados de cada periodo: desde La Argentinita, Pastora Imperio y Raquel Meller, pasando por Miguel de Molina, Estrellita Castro, Concha Piquer, Toni Leblanc, Nati Mistral, Lola Flores, Manolo Escobar, Rocío Jurado, Antonio Molina, Plácido Domingo y El Fary, hasta llegar a Carlos Cano, entre otros.
El espectáculo también se pone de relieve a través de los diversos escenarios (“Bien se ve”) y la estrecha relación con el cine (“Son las cosas de la vida”), además de una sección dedicada a las fuentes bibliográficas de la copla (Manuel Vázquez Montalbán, Francisco Umbral, Antonio Burgos o Rafael Cansinos Assens).
Una muestra que huye de todo folclorismo presentando la copla como una creación artística que conjuga música, letra e interpretación. Un estilo que recorre todo el siglo XX y llega hasta nuestros días con gran fuerza a través de artistas como Pasión Vega o Buika. La actualidad de este género es el motivo por el que las comisarias animan a todo el público a asistir a una exposición que “busca el disfrute, la reflexión y la interpretación de un fenómenos social para abrir mas posibilidades de interpretación y campos de estudio”.
Beatriz García Moreno