Dos años después de que el Museo del Prado iniciara la ambiciosa reordenación de su colección, por fin se ha presentado la reapertura de la Galería Central de su planta principal, que ofrece al público importantes cambios en cuanto a la disposición de las obras que alberga. Un recorrido fundamental que arranca en Tiziano, continúa por las obras de los pintores de la escuela veneciana, enlaza con Rubens, y termina con Goya. Y todo ello, bajo la atenta mirada de Velázquez.
Esta “nueva” Galería Central, el espacio más emblemático del museo, es solo la parte más significativa y simbólica de la reordenación, que ha dejado ya articulado un nuevo discurso expositivo en las dos plantas principales del Edificio de Villanueva. Y que, aunque todavía no está terminada del todo, ha permitido recuperar 25 salas para exhibir obras e incrementar la colección permanente en más de 300 piezas.
“Este lugar debería aparecer como un sitio destacado en Google Earth”, afirmó rotundo Gabriele Finaldi, director adjunto de conservación del museo, al comenzar la visita en la Galería Central. “Es un privilegio poder ver desde el mismo punto la escuela veneciana, Las Meninas de Velázquez, la Familia de Carlos IV de Goya o Las Tres Gracias de Rubens”.
Finaldi explicó la nueva ordenación como un “recorrido ideal” para el visitante que “pretende mostrar el corazón del Prado” y que ha conseguido que “todas las colecciones estén donde tienen que estar” y se relacionen entre sí.
La columna vertebral del museo
En un año y medio se terminará definitivamente el proyecto, pero la conclusión de esta fase es decisiva. La Galería Central acoge ahora 59 obras, casi todas de gran formato, como requiere este amplio espacio arquitectónico bañado por luz natural, y constituye la columna vertebral de la nueva presentación de las colecciones.
Por primera vez, el espectador puede reconocer, en un doble recorrido longitudinal y transversal por la primera planta, la influencia de los grandes maestros, como Tiziano o Rubens, sobre los españoles, desde El Greco hasta Goya. En el ala norte de las salas que flanquean la galería, Ribera y la particular versión del naturalismo (Maíno, Zurbarán, el primer Velázquez) se conectan con la pintura barroca italiana del museo.
En el ala sur, tras Velázquez y Rubens, se presenta la obra de Murillo, Cano o Carreño de Miranda. Finalmente, se muestra a Goya junto a la obra de pintores como Mengs o Tiépolo, que trabajaron para la nueva dinastía borbónica en el siglo XVIII.
Mejoras arquitectónicas
Además de cambios en la ubicación de las obras, se han realizado mejoras arquitectónicas. La intervención en el gran espacio de la Galería Central ha contado con el asesoramiento de Rafael Moneo, que ya fue el responsable de la ampliación del museo. Así, se ha promovido el rescate te varios elementos perdidos en remodelaciones pasadas. Es el caso de una ventana dieciochesca, que permite la entrada de más luz natural o de una puerta que daba a la Galería Jónica (que se abrirá en 2012).
En el año 2009, recién inaugurada la ampliación de Jerónimos, el museo comenzó un programa de recuperación de espacios del edificio Villanueva. Los objetivos son: reordenar las colecciones, mejorar su exhibición y mostrar un mayor número de obras. El proceso se inició en planta baja, con la incorporación de las colecciones del siglo XIX, prosiguiendo con las nuevas salas dedicadas a las colecciones medievales y renacentistas españolas.
A continuación se comenzó con la reordenación de las colecciones en la planta primera del museo, cuyo primer avance fue la nueva disposición de las salas de Velázquez, a la que siguió las del Greco, Ribera y Zurbarán. Ahora se reabran las salas de Murillo, la sala de Pintura Flamenca, las salas venecianas y la Galería Central.
Los conservadores que han dirigido la reordenación bajo la supervisión de Finaldi, han sido: Miguel Falomir, jefe de Departamento de Pintura Italiana hasta 1700; Leticia Ruiz, jefe de Departamento de Pintura Española del siglo XVI y primer tercio del siglo XVII; Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española hasta 1700; y Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte.
Irene G. Vara
Museo Nacional del Prado
Calle Ruiz de Alarcón, 23
De martes a domingo, de 9.00 a 20.00 horas
Entrada a exposiciones temporales, 10 euros
Entrada general (exposiciones temporales y colección permanente), 12 euros
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