El Museo Nacional del Romanticismo presenta la exposición «Las hijas de Felipe. Cosas tenidas por pequeñeces», un recorrido por las producciones y labores femeninas en el ámbito doméstico de la burguesía del siglo XIX, comisariada por Selina Blasco y Patricia Molins.

En la muestra toman protagonismo piezas—en su mayoría textiles—que reflejan la intimidad, la educación, el ocio o la sentimentalidad de las mujeres de la época, elaboradas en una gran heterogeneidad de materiales y técnicas: bordado, dibujo, daguerrotipia, aplicaciones de cabello, conchas o flores, entre otras. Obras, por tanto, especialmente delicadas en lo referente a su conservación, y en muchos casos inéditas y restauradas para la ocasión.

Convento de religiosas Concepcionistas. Escaparate, finales del. siglo XIX. Museo Nacional del Romanticismo, inv. CE2501. Fotografía: Pablo Linés Viñuales

La exposición constituye la segunda parte del proyecto ‘Memoria, tejidos, museos. Los barrios bajos de la atención’, de la Subdirección General de Museos Estatales y la Subdirección General de Artes Visuales y Creación Contemporánea del Ministerio de Cultura, iniciativa que revisa los fondos textiles de cinco museos de titularidad y gestión estatal desde una mirada contemporánea.
Cosas tenidas por pequeñeces

El título de la exposición parte de la visión decimonónica de estas labores manuales, a las que se alude en el ‘Manual de señoritas o Arte para aprender cuantas habilidades constituyen el verdadero mérito de las mujeres’ (1827) de este modo: “ni los descubrimientos en las ciencias llamadas sublimes, ni las acciones de los grandes héroes han influido tanto en la humana felicidad, como las cosas tenidas por pequeñeces”. Parte de las piezas de la muestra se integran en el recorrido permanente del museo, al que se ha incorporado una serie de cartelas en las que ‘Las hijas de Felipe’ —Ana Garriga y Carmen Urbita, creadoras del pódcast homónimo— reflexionan sobre el valor de estos objetos, a veces inadvertidos, con textos de la época.

Mundillo, segunda mitad del siglo XIX. Museo Nacional del Romanticismo, inv. CE7021. Fotografía Fabián Álvarez Martín

Tras el recorrido, que enfatiza la omnipresencia de lo textil en el contexto doméstico del Romanticismo, el público hallará en la sala final de la muestra una selección de piezas de la colección del museo dispuestas por ‘Las hijas de Felipe’ en cuatro secciones.

En primer lugar, ‘Devoción’ agrupa objetos vinculados a la religiosidad doméstica, como detentes, escapularios, relicarios y representaciones que aúnan lo espiritual con los trabajos de aguja. La segunda sección, ‘Reliquias afectivas’ presenta obras de carácter sentimental, destacando el uso de materiales como el cabello para la creación de composiciones e incluso joyas. También aborda el rol de la fotografía como nuevo soporte para capturar estos recuerdos, que sustituyó progresivamente a la miniatura en el XIX. La tercera sección, ‘Procesos’, muestra el trabajo técnico tras estas labores: desde un dechado cuajado de letras a punto de cruz hasta un mundillo para realizar encaje de bolillos.

Retrato femenino. Daguerrotipo, h. 1850. Placa de cobre plateada e. iluminada. Estuche de piel y seda. Museo Nacional del Romanticismo, inv. CE8562. Fotografía: Pablo Linés Viñuales

El área final, ‘Lo lúdico’, pone de manifiesto la vertiente recreativa asociada a objetos de gran teatralidad como los escaparates. Completa la sala una pieza realizada recientemente por la artista bordadora Lucía Amor: una Magdalena penitente en la que ha incluido también su propio cabello, en diálogo con otras obras decimonónicas de la misma sala. Se expone junto a un vídeo de Helena Luzón sobre el proceso de creación de este cuadro textil, rodado en el salón de baile del museo.

‘Memoria, tejidos, museos. Los barrios bajos de la atención’
‘Cosas tenidas por pequeñeces’ da continuidad al proyecto ‘Memoria, tejidos, museos. Los barrios bajos de la atención’, inaugurado en el Museo del Traje-CIPE con la intervención de la artista Narelle Jubelin el pasado mes de febrero. Tomará el relevo, en octubre, Patricia Esquivias en el Museo Nacional de Artes Decorativas, seguida de las actuaciones de Eva Lootz en el Museo de América y Teresa Lanceta en el Museo Arqueológico Nacional, ya en 2026.

La exposición sirve de epílogo a la celebración del centenario del Museo del Romanticismo (que mantiene el acceso gratuito hasta finales de junio), alineándose con los fines de esta institución centrada en el siglo XIX desde un punto de vista antropológico, y atendiendo a la vida cotidiana y costumbres de este periodo.

Sillería isabelina de la salita con su tapicería original de raso de seda azul y aplicaciones de pasamanería. Fotografía: Javier Rodríguez Barrera

Además, el museo está especialmente sensibilizado en la aplicación de la perspectiva de género en todas sus líneas estratégicas, visibilizando a las artistas, literatas y artesanas, pero también a las creadoras de los objetos que se exhiben en la muestra, que permiten entender cómo en esta centuria, en palabras de las comisarias, “la casa y la familia se convierten en centro de sociabilidad en el que reinan las mujeres”.

Cosas tenidas por pequeñeces nos acerca al universo de lo textil a través de las salas y colecciones del Museo Nacional del Romanticismo. Unas labores y haceres de factura mayoritariamente femenina, que se caracterizan por la atención al detalle, lo primoroso y, en general, las tareas domésticas ligadas a las economías reproductivas. Las hijas de Felipe desvelan el florecimiento de las prácticas textiles en el siglo XIX y su protagonismo indiscutible en los ambientes domésticos del Romanticismo.

Por una parte, la exposición nos lleva de la mano a lo largo del recorrido de la exposición permanente del Museo, invitándonos a detenernos en ocho puntos gracias a cartelas informativas, en las que Las hijas de Felipe nos proponen una delicada aproximación sobre otras piezas de naturaleza textil que pueden pasar desapercibidas en una visita general. Lo afectivo de un cuadro de pelo, lo caprichoso de unos fanales, o lo curioso de unos marcos con encaje bordado, pasan al primer plano con esta propuesta.

Por otra parte, al final del recorrido del museo, se aborda lo textil en el siglo XIX de manera global en la Sala del Encuentro, donde piezas de la colección conviven con un vídeo elaborado por Helena Luzón, en colaboración con la artista bordadora Lucía Amor, que ha realizado una pieza bordada inspirada en los formatos, imaginarios y técnicas decimonónicas.

El contenido se articula en cuatro secciones: lo devocional, las reliquias afectivas, los procesos y lo lúdico desvelan las múltiples naturalezas que tienen las piezas que, de un modo u otro, se relacionan con lo textil. Dechados, escapularios, bordados, daguerrotipos o manuales de labores tomarán el protagonismo en este espacio. Además, el público se encontrará acompañado por la locución de Las hijas de Felipe de una selección de fragmentos literarios relacionados con las producciones textiles del siglo XIX, que incluyen las Pequeñeces del Padre Coloma (1892), La de Bringas de Benito Pérez Galdós (1884) o La educación de las niñas por las biografías de españolas y americanas ilustres de Luciana Casilda Monreal (1892).

Con la muestra Cosas tenidas por pequeñeces se da continuidad al proyecto Memoria, tejidos, museos. Los barrios bajos de la atención, de la Subdirección General de Museos Estatales y la Subdirección General de Artes Visuales y Creación Contemporánea del Ministerio de Cultura. Esta iniciativa pretende revisar los fondos textiles de cinco museos de titularidad y gestión estatal, desde una mirada contemporánea: Museo del Traje-CIPE, Museo del Romanticismo, Museo Nacional de Artes Decorativas, Museo de América y Museo Arqueológico Nacional son las sedes que participan en este proyecto.

A lo largo de 2025 y 2026 las comisarias de este proyecto, Selina Blasco y Patricia Molins, proponen la colaboración entre el personal técnico de los museos y las artistas y divulgadoras Narelle Jubelin, Las hijas de Felipe (Ana Garriga y Carmen Urbita), Patricia Esquivias, Eva Lootz y Teresa Lanceta, interesadas por lo textil desde perspectivas distintas: en su materialidad, en su capacidad simbólica o antropológica o como medio creativo.

Datos de interés:
‘Las hijas de Felipe. Cosas tenidas por pequeñeces’
Museo Nacional del Romanticismo. Salas de la exposición permanente Sala XXV (Sala del Encuentro)
(C/ San Mateo, 13. 28004, Madrid)
Fechas: Del 30 de mayo al 21 de septiembre de 2025
Horario: De martes a sábado: de 09:30 a 20:30 h.
Domingos y festivos: de 10:00 a 15:00 h.
Entradas: La admisión del público será hasta 30 minutos antes del cierre del museo.